26 de enero de 2012
LA PULSEADA INTERNA
Daniel Scioli también profundiza su modelo
Como a cualquiera que vea invadido su territorio, al Gobernador le molesta el cuestionamiento mordaz que por sus acciones u omisiones emiten desde el kirchnerismo duro. Afectan más cuando esas críticas provienen del propio vicegobernador. Sin embargo, lejos de confrontar, se esfuerza por calmar las aguas y mantener su espíritu conciliador. “De una reunión con empresarios hasta un recital con los Wachiturros, y en el medio, todo”, dicen en su entorno
Daniel Scioli a veces no puede disimular su mal humor en público, pero sólo en esporádicos arrebatos de sinceridad extrema se permite salir de un libreto de declaraciones remanidas, y muy excepcionalmente llega al exabrupto, como en la nota donde declaró que le “rompe las pelotas” dar explicaciones permanentemente.
Como a cualquiera que vea invadido su territorio, al Gobernador le molesta el cuestionamiento mordaz que por sus acciones u omisiones emiten desde el kirchnerismo duro. Afectan más cuando esas críticas provienen del propio vicegobernador. Sin embargo, lejos de confrontar, se esfuerza por calmar las aguas y mantener su espíritu conciliador.
No le contesta a Gabriel Mariotto, por el contrario, asegura que las ideas del vicegobernador de someter todo a la discusión pública, bienvenidas sean para sumar democracia. Quizá se sorprendió con la crítica de Amado Boudou cuando ya habían pasado varios días del famoso partidito con Macri en Mar del Plata; sin embargo, le respondió con excesivos elogios en un acto también en La Feliz. Entre ellos quedó una charla a solas en el hotel Provincial, jugo de naranja de por medio.
¿Por qué Scioli no reacciona y sigue aparentemente impertérrito ante la inocultable obsesión kirchnerista de conquistar de una vez por todas la Provincia? Los resultados del final del día, sobre todo después de cada ataque teledirigido, tienen la respuesta. Desde el propio Gobierno nacional comienzan a reconocer que la estrategia, si en definitiva se busca esmerilar al Gobernador, deberá ser cambiada. Cada vez que le pegan, Scioli mejora la imagen pública. Por ahora nadie puede dominar ese búmeran beneficioso para el mandatario.
Entonces, no tiene sentido cambiar. Así lo entienden Scioli y su entorno, donde se hace carne la frase “sus formas no se van a modificar”. Ante los embates, elogios; frente a los cuestionamientos, más apariciones públicas; contra los ninguneos, gestión; sobre las altisonancias mediáticas, conciliación.
“Vamos a cumplir con todo lo comprometido”, dijo el Gobernador en Moreno, donde se reunió con el intendente, Mariano West, luego de estar con doce alcaldes de la Sexta sección y previo a recibir por separado con los jefes comunales de Lincoln y Exaltación de la Cruz. Todo en apenas 24 horas que sirven para ejemplificar una de las aristas de la profundización del modelo sciolista.
El contacto con los intendentes será cada vez más fluido, sobre todo si desde otros sectores K sistematizan las visitas distritales.
“Cuando más ruido hay, debemos hacer más gestión”, dicen en el entorno del Gobernador. Para despejar cualquier duda de cómo segui-rá sus movimientos, un vocero grafica: “De una reunión con empresarios que plantean una inversión millonaria, al recital de los Wachiturros, y en el medio de eso, todo”.
No cortará las atenciones con los medios enfrentados al Gobierno nacional, evitará repetir frases altisonantes ya expresadas y resaltará las bondades de Néstor y Cristina. Tampoco reprimirá su faz más cholula, ni esquivará el partido de fútbol con adversarios de ahora que fueron amigos antes.
Será, por el momento, un Scioli en estado puro que también profundiza su propio modelo.
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