9 de julio de 2012
CONFLICTO EN PUERTO
Egocentrismo y recelos entre sindicatos
Desde hace más de 90 días, la actividad portuaria en Mar del Plata está paralizada por un problema sindical. El rechazo al aumento salarial del Sindicato Marítimo de Pescadores tiene un entramado político. Las graves consecuencias económicas para la cuidad, las pérdidas de las empresas y la violencia desatada. Una guerra por ser el más fuerte
La situación portuaria en la ciudad de Mar del Plata no es la mejor. Ya pasaron más de tres meses y la paralización de las actividades trae aparejadas serias consecuencias políticas y fundamentalmente económicas.
Cuando todo parecía estar encaminado para que el SIMAPE (Sindicato Marítimo de Pescadores) llegara al acuerdo tan ansiado -o no-, un nuevo rechazo oscureció la oferta superadora que había realizado el ministerio de Trabajo en conjunto con el intendente Gustavo Pulti, generando que el puerto de Mar del Plata siga parado.
Esta negación al incremento porcentual de los sueldos destapa una situación que trasciende el plano económico y se introduce en una guerra de egocentrismos, representatividad y recelos entre el SIMAPE y otros sindicatos, especialmente con el SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos). En esta disputa, son varios los agentes que postularon sus miradas sobre el conflicto.
Una de las tantas voces que salió a la contienda para dejar en claro el repudio a Gustavo Pulti, fue la Industria Pesquera de Mar del Plata -que aglutina a los armadores y procesadores-, que en las últimas semanas, rechazó una convocatoria realizada por el Intendente que buscaba trazar los lineamientos básicos para solucionar las negociaciones.
Además, las cámaras empresarias de la industria repudiaron la actitud del SIMAPE, alegando que si el conflicto por el que pelean es meramente económico, o bien, existe otro propósito como el de rivalizar con el SOMU. Según pudo averiguar este medio, los sindicalistas del SIMAPE buscan revalidar sus títulos continuamente y así poder marcar las discrepancias con el SOMU.
En diálogo con Desafío Económico, el concejal del Bloque Atlántico, Hernán Alcolea dijo que “lo anecdótico es que el SIMAPE quiere un aumento del 22%, es decir, un uno por ciento más que el otro sindicato. Pero ese 1% más, significa para un obrero que cobra un sueldo de $ 5.000, solamente 50 pesos más; es algo ridículo. Por lo tanto, lo que se plantea como problema es falaz, el reclamo trasciende lo financiero, es meramente político, entre sindicatos”.
A través de un comunicado de prensa firmado por el Concejo de Empresas Pesqueras Argentinas, la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura y la Cámara de la Industria Pesquera Argentina, empresarios argumentaron que “este paro es irracional ya que se mantiene a fuerza de violencia, y el poder político juega y lo acompaña” y agregaron que “estamos seguros de que si el acuerdo firmado con el SOMU hubiera sido del 100%, aún así seguiríamos de paro, ya que el SIMAPE reclamaría el 101%”.
En la nota redactada por las cámaras empresariales, se observa el grado de preocupación de todos los sectores, ya que la solución momentáneamente se encuentra estancada y la actividad paralizada. En esto último, radica el gran problema, ya que esta obstaculización genera pérdidas exorbitantes en la economía marplatense, como así también, en el ámbito nacional, donde allegados a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, ya se introdujeron para arbitrar y enderezar las trabas portuarias.
Hernán Alcolea le remarcó a Desafío que “el 35% del PBI (Producto Bruto Interno) se lo adeudamos al puerto, por lo tanto, hace tres meses que Mar del Plata funciona con el 65% restante. A esto hay que sumarle que todas las familias portuarias y todo el puerto vive de esto y afecta de manera directa a 125 mil personas de las más de 650 mil que hay en General Pueyrredón.
LEA LA NOTA COMPLETA EN LA EDICION IMPRESA DE DESAFIO ECONOMICO