15 de enero de 2014
ITUZAINGO
Recolección de basura y el juego sucio
El intendente Alberto Descalzo le rescindió el contrato a la empresa Urbanhica en disconformidad con la prestación que desarrollaba en el distrito. El jefe comunal dice que la compañía no realizó las tareas de limpieza en las elecciones Primarias. El sindicato de camioneros entró en la disputa y se abrió una guerra por un negocio millonario
El intendente Alberto Descalzo le rescindió el contrato a la empresa Urbanhica en disconformidad con la prestación que desarrollaba en el distrito. El jefe comunal dice que la compañía no realizó las tareas de limpieza en las elecciones Primarias. El sindicato de camioneros entró en la disputa y se abrió una guerra por un negocio millonario.
En Ituzaingó, el tema de la basura despertó una feroz interna entre el intendente del distrito, Alberto Descalzo, y el líder del sindicato de Camioneros, Hugo Moyano. El hilo se cortó por lo más delgado y el Municipio rescindió el contrato de la empresa Urbanhica, aduciendo deficiencias en la prestación del servicio.
Sin embargo, existe un trasfondo en toda esta disputa, que involucra problemas financieros, cuestiones políticas por el monopolio de la basura y la presión del lobby empresarial. Urbanhica es el nombre de fantasía de la compañía, debido a que es una fusión de las firmas Martin & Martin y Ashira, dos administraciones de elite a la hora de controlar la recolección de residuos en la provincia de Buenos Aires.
Urbanhica desembarcó en Ituzaingó en julio de 2008 para hacerse cargo de la basura del distrito por un monto de 35 millones de pesos. El pago no sólo incluía el servicio de recolección, sino además la recolección de ramas y montículos. En 5 años, la prestación aumentó 18 millones de pesos, ya que durante 2013, Descalzo debía solventar un gasto de 53 millones anuales -unos $ 4.416.000 por mes.
El alcalde, aparentemente cansado de las falencias del servicio que prestaba la empresa, comenzó a planificar una posible municipalización de la recolección. En mayo de 2013, los problemas entre el Municipio y la compañía empezaron a evidenciarse.
En ese momento, ingresó al Concejo Deliberante de Ituzaingó un boceto realizado por el Ejecutivo con la intencionalidad de aprobar el pedido de un crédito del distrito al Banco Nación. El empréstito era por 20 millones de pesos destinados a la adquisición de camiones. La municipalización de la recolección de basura estaba en camino. El sindicato de Camioneros, junto a Urbanhica, accionaron rápidamente ante el conocimiento de la noticia e iniciaron la batalla .
Entre fines de julio y principios de agosto de 2013 -ante de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias- los trabajadores de Urbanhica realizaron un paro por el atraso en el abono de los salarios y el distrito quedó sumergido en la basura. En ese momento, Descalzo manifestaba: “Yo no le puedo estar pagando lo que estos tipos quieren, con la plata de los vecinos”.
La presión asfixiante del lobby empresarial del sindicato de camioneros llevó a que el Intendente adelantara la idea que venía hilvanando en su cabeza: rescindir el contrato con Urbanhica e intentar municipalizar algunas áreas y trabajos en la recolección de residuos.
En diálogo con Desafío Económico, el intendente Descalzo ratificó que “nos han perjudicado enormemente en este tema, fue un servicio pésimo; yo hoy tengo todo sucio el distrito y lo venía teniendo desde hace varios meses, con lo cual decidí rescindirle el contrato a esta empresa y ponerme en contacto con una nueva que va a estar contratada por 90 días para que yo pueda llamar a una licitación para la recolección de residuos”.
Ya con la firma afuera del distrito, Urbanhica despidió a 200 empleados y Camioneros tomó la lanza: a través de un comunicado manifestó que de no solucionarse el problema en Ituzaingó, cortarían rutas, se movilizarían al palacio municipal y marcharían a Gobernación.
Lejos de intimidarlo, Descalzó ya tomó la decisión y es un hecho.
Los números no dan
Desde un principio, la idea siempre fue municipalizar todo el servicio de recolección, aunque las cifras distaban ampliamente del sueño inicial.
El crédito que pidió el alcalde de Ituzaingó al Banco Nación era originalmente de $ 20 millones, pero desde la entidad financiera redujeron las pretensiones del alcalde y financiaron un poco más de la mitad del pedido realizado.
“Yo pedí un crédito y actualmente está en trámites para la compra de camiones. El crédito es por 14 millones de pesos y estoy seguro de que lo vamos a conseguir”, sintetizó a Desafío, el jefe comunal.
Por estos motivos, desde el Ejecutivo comenzaron a afinar el lápiz y los números no cerraban para ejecutar una municipalización completa. Descalzo subrayó a Desafío que “parcialmente algunas cosas estamos municipalizando, como el barrido y la limpieza de montículos, que lo hacemos nosotros. La recolección de basura la realizará una empresa privada por el momento”.
Un factor clave por el cual se emitieron partidas gruesas desde las arcas municipales fue el tornado de 2012, que golpeó a Ituzaingó. Los daños fueron grandes, en consonancia con el desembolso que debió realizar la Intendencia del distrito. A partir de ahí, las finanzas quedaron desbalanceadas y el sueño de municipalizar la basura se fue alejando lentamente.
Sobre la limpieza en la comuna, Descalzo deslizó a este medio que “la situación se está normalizando y les pido disculpas a los vecinos por este inconveniente que hemos tenido con una empresa muy mala; pero si yo no hago esto, ellos seguían pidiendo plata”.
Desde el Gobierno nacional bajaron línea y les solicitaron a los intendentes kirchneristas que empiecen a desmembrar los contratos de basura vinculados a Moyano. A su vez, el líder de la CGT, cierra filas y junto a alcaldes massistas están armando nuevas licitaciones para expandir el monopolio. Por el momento, Descalzo le rescindió el contrato a Urbanhica por el deficiente servicio y ya tiene diagramada la concesión con otra empresa por un lapso de 90 días. La basura, un negocio en emergencia.
La política juega su partido en la basura
El kirchnerismo impulsa en la Legislatura bonaerense un paquete de 19 leyes vinculadas a la basura, centrando la atención en el cuidado del medio ambiente. El vicegobernador, Gabriel Mariotto, es el ideólogo de una de ellas, que pregona por las habilitaciones a las cooperativas y recicladoras para que puedan insertase en la pulseada por la recolección de residuos.
La idea es ir lentamente alejando a Moyano del circuito y del negocio de la basura. Sin embargo, el sindicalista no se quedó atrás y se sumó a la campaña de los intendentes massistas que están desarrollando un plan integral para la recolección de basura. El líder de los camioneros, ante el temor de que surjan nuevas réplicas de lo sucedido en Quilmes e Ituzaingó en relación a la rescisión de los contratos, se adhirió raudamente a las filas del Intendente de Tigre.
Los jefes comunales massistas que encabezan los proyectos de un tratamiento “más diferenciado y ecológico de la basura”, son Gabriel Katopodis de San Martín y Joaquín de la Torre de San Miguel. Cuando se dieron a conocer los lineamientos de estos bocetos, Massa se reunió con Hugo Moyano. ¿Llamativo? No, desde el kirchnerismo argumentaron que le están armando los contratos a medida de Moyano.
Cuando la línea directa entre Moyano y la Casa Rosada se rompió, el negocio de la basura dejó de manejarlo monopólicamente el sindicalista. Ituzaingó y Quilmes fue uno
de los primeros pasos del oficialismo nacional para terminar con el manejo discrecional. La estatización del servicio es una de las premisas esenciales del kirchnerismo y prometen fondos para todos los distritos K donde Moyano tenga injerencia en la recolección de basura.
El descargo de la comuna y del sindicato
Antes de la concreción de la rescisión del contrato, hubo un duelo de comunicados oficiales entre la Municipalidad de Ituzaingó y el Sindicato de Camioneros.
Cuando la idea de expulsar a la empresa Urbanhica estaba flotando en el aire, el gremio expresó a través de un comunicado que “esta es una clara jugada del Intendente de esta localidad, que sigue intentando municipalizar los servicios, cubriendo lugares de trabajo genuino por planes sociales, menospreciando el trabajo digno, de ninguna manera vamos a permitir tal medida”.
Desde la vereda opuesta, la comuna liderada por Alberto Descalzo emitió un escrito en donde se despachó con otro relato: “Hemos actuado en defensa de los intereses del vecino y de la economía municipal. Desde hacía un tiempo la empresa venía prestando un servicio deficiente y caro. Mantuvimos reuniones con los responsables de la misma, pero fue imposible llegar a un acuerdo. Es un tema complejo que encima se veía agravado por la poca predisposición de la empresa, porque el servicio en vez de mejorar, cada vez era peor, con el consiguiente y legítimo reclamo de los vecinos”.
La relación nunca fue buena. El romance duró desde 2008 hasta 2011, de ahí en adelante, los reclamos tanto de un lado como del otro se hicieron constantes.
Datos:
$ 53 millones es la cifra que el Municipio abonaba a la empresa Urbanhica por la recolección de residuos.
$ 35 millones fue el contrato inicial entre la Municipalidad de Ituzaingó y la administración de Urbanhica.
$ 14 millones es el crédito que el Banco Nación le otorgaría a la gestión de Alberto Descalzo para adquirir camiones.
$ 4.416.000 es la cifra mensual que desembolsaba Ituzaingó para pagar el servicio de la recolección de residuos.
LEA LA NOTA COMPLETA EN LA EDICION Nº 67 DE DESAFIO ECONOMICO