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Argentina
15 de julio de 2014
NOTA DE TAPA

Se fue el Mundial, ¿y ahora?

Tras la participación de Argentina en la Copa del Mundo, los incidentes en el Obelisco nos devolvieron de una trompada a la compleja realidad. Siete politólogos dan su visión acerca de cómo se moverá la política con la opinión pública sin distracciones

Se fue el Mundial, ¿y ahora?
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Fue un mes intenso, de tensión que se transformó en euforia creciente cada vez que la Selección Argentina daba un paso más. El equipo cumplió el objetivo de jugar los siete partidos, con final incluida, y durante cuatro semanas paralizó casi toda la actividad política.

Los festejos en reconocimiento de un equipo que volvió a enamorar a la patria futbolera terminaron, en muchos casos, en desmanes y vandalismo. Los sucesos en el Obelisco del último domingo desnudaron falencias de organización, prevención y acción. ¿Estaban las autoridades tan pendientes de lo que sucedía en Brasil que se olvidaron de las obligaciones locales?

Si bien los hechos coyunturales siguieron su curso, evidentemente tuvieron otro impacto en una opinión pública concentrada en esa cita ecuménica capaz de despertar pasiones, hasta en aquellos que no tienen al fútbol dentro de sus gustos principales ¿Pero cuánto pudo nublar el mundial la repercusión pública por el avance en la causa Boudou, la demora en el acuerdo con los fondos buitre, o la escalada en los precios que no parece encontrar techo?

La que sí estuvo prácticamente paralizada fue la rosca política. Ahora se vuelve al ruedo, con todo, y con la mira puesta más que nunca en 2015. Politólogos consultados por La Tecla dejan sus impresiones de cómo volverá a retomarse el ritmo normal.

En su mañanero regreso del país vecino, los jugadores y el cuerpo técnico de la Selección recibieron con una sonrisa la bienvenida en Ezeiza, y de allí fueron al predio de la AFA a escasos kilómetros del aeropuerto. Los esperaba la presidenta Cristina Fernández, que no correspondió la invitación protocolar para compartir palco en el Maracaná con Dilma Rousseff y la alemana Angela Merkel.

Algo incómodos, los futbolistas recibieron las felicitaciones de la mandataria. Se dice que ella no hizo uso del éxito deportivo; pero que la selección jugara el máximo de partidos que se pueden disputar en una Copa del Mundo sirvió para abarrotar de publicidades oficiales las transmisiones televisivas en el canal del Estado.

La política vivió con la misma intensidad que el público en general el transcurso del campeonato. Fue protagonista en las redes sociales, y algunos se dieron el gusto de presenciar partidos en vivo. Sin embargo, la misma política, tuvo el primer traspié tras el arribo de los subcampeones del mundo.

"Frente al colapso de las autopistas y del que pudiera producir un tránsito inhabitual en la ciudad un día laboral, las autoridades pertinentes recomendaron que la Selección Argentina se abstenga de ir al Obelisco a saludar a la multitud espontánea que pudiera congregarse en las primeras horas de la tarde”, dice el comunicado de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por el cual se explicaron los motivos que impidieron a los congregados en la Plaza de la República ver a sus ídolos.

El hecho provocó molestias en quienes estaban dispuestos a esperar horas para retribuir con cariño lo dado por el equipo. El día después de la dignísima derrota ante Alemania, “las autoridades” pusieron una piedra en el camino de los aplausos. Es que si hubiera de nuevo desmanes (esos que no se pudieron prever y controlar unas pocas horas antes) ya no habría una ecuménica atracción que distrajera a la opinión pública.


CARLOS GERMANO
-¿Cómo queda el escenario político con Argentina subcampeona?
-Hay mucho de mito con respecto a las finales del Mundial. No hago una correlación directa con un cambio de escenario político absoluto, ya hemos pasado por esto. En el año ‘86 Argentina sale campeón del Mundo y en el año ‘87 comienza el quiebre del gobierno alfonsinista cuando pierde las elecciones legislativas de ese año. Sí me parece que a partir de ahora va a haber un aceleramiento mayor en muchos de los candidatos; en la política se entra en una recta que es imparable hasta las Primarias del año que viene. Desde el punto de vista escenario político, me parece que los temas van a quedar expuestos como lo venían siendo, a pesar de la algarabía y la movilización popular de alegría que puede haber.

-¿Se podría haber dado “un veranito” político, como sucede en estos casos, si se hubiese ganado la final?
-La canción dice “todo pasa”, y en esto hubiera pasado lo mismo; las problemáticas están y el lanzamiento para 2015 ya está jugado, y empezaron a calentar motores todos. Veinticinco días atrás, los analistas y periodistas económicos planteaban un escenario casi trágico con respecto al default por el tema de las negociaciones con los houldouts. Al ver que eso se fue enderezando, con una fuerte jugada política del Gobierno de depositar el dinero, comenzaron a hablar del caso Boudou como tema de agenda principal; y hoy, además de Boudou, se empieza a ver el tema de la recesión concreta en varios titulares porque ya van varios meses de no crecimiento y de caída de determinados productos.

-¿El humor social cuánto se ve modificado?
-Sí, se dio una manifestación. Como que la gente estaba necesitando de una gesta deportiva importante. Se vio claramente el domingo y el 9 de Julio. El domingo estuvieron los provocadores que fueron a enturbiar, pero así y todo, lo importante es que no se vio sólo en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, sino que hubo una manifestación genuina en todo el país. La gente estaba necesitando de alguna gesta deportiva importante para poder manifestar una alegría que en los últimos tiempos está muy negada. Está pensando en el día a día, en temas que hoy son secundarios, que son el tema del costo de vida, inseguridad y el tema de impuesto a las Ganancias. A partir de hoy todo sigue igual. Si hubiese ganado Argentina, por ahí se hubiera trasladado un poquito más, pero no se hubiese modificado lo que le está pasando a la sociedad en mediano y largo plazo.

NICOLAS ELICABE
-¿Cómo cree que se van a desarrollar desde ahora los hechos políticos, después del impasse del Mundial?
-Después de estas minivacaciones que tuvo la agenda política, ahora van a volver todos los temas fundamentales, como el caso de Boudou, que, sin dudas, se va a reflotar con fuerza, seguido de otros temas de agenda que con las vacaciones mundialistas, de alguna manera, se taparon.

-¿El humor social ha cambiado a partir de que a la Selección le fue bastante bien?
-Creo que son distracciones, no creo que el humor social haya cambiado definitivamente. Me parece que sería subestimar demasiado a la gente, porque los problemas los sigue teniendo. Hay problemas claros, hay recesión, hay un parate claro de la economía, hay una inflación acumulada importante en lo que va del año; con lo cual esas cuestiones, si bien se pueden matizar un poquito con este stand by que tuvimos durante el Mundial, me parece que la gente tiene un día a día que lo sigue sufriendo. No me parece que modifique lo que la gente siente y las necesidades o los reales problemas que pueda tener.

-Y la campaña política se va a intensificar mucho más, seguramente.
-Sí, aunque las últimas tendencias son que las carreras políticas son bastante más cortas, en términos de lo que son las campañas políticas. Si bien falta poco para el 2015, falta definir mucho internamente. Me parece que lo que se va a intensificar mucho es hacia dentro de los partidos, sobre todo en el oficialismo, donde vemos varias personas que se anotaron en la carrera presidencial. Me parece que es un tiempo donde la misma interna, sobre todo en el oficialismo, va a ser importante, y se va a endurecer hasta las primarias.

-¿Qué pasa con los hechos de violencia que se vieron durante los festejos?
-Una vez más, lo que falta en nuestro país es previsibilidad para plantear determinadas cuestiones, cuando sabemos que se puede hacer prevención en cosas que vemos que pueden suceder. Recuerdo un doce del doce del dos mil doce, cuando la gente de Boca se reunió en el obelisco y se terminó del mismo modo. No estamos aprendiendo. En el obelisco, en La Plata o Mar del Plata hay historia de violencia en determinados festejos, con lo cual es tiempo de que aprendamos. Lamentablemente hay quizá un poco de falta de educación, y siempre hay inadaptados. Debemos aprender como sociedad, y después, la responsabilidad del Estado es tener la prevención necesaria para estas cuestiones, para evitar este tipo de situaciones y no tener que llegar a reprimir.


RAUL ARAGON
-¿Cuánto se modifica el escenario político?
-No cambia en nada porque, además la evaluación de una gestión o de una oposición, depende básicamente de lo que la gente experimenta en su vida cotidiana. Si hubiéramos ganado, tampoco se hubiese cambiado demasiado, porque al otro día doña Rosa fue al supermercado a comprar pan y lo pagó más caro que la semana pasada: eso no es consecuencia del resultado del Mundial. El Mundial no tiene ninguna clase de efecto real sobre la calidad de vida cotidiana, entonces no se puede tomar como un efecto político; eso es un mito de los políticos, porque algunos se quieren subir a la victoria, y los conservadores a la derrota, porque creen que eso les da algún rédito político.

-¿Y el humor social sí se modifica?
-El humor social en un sentido más amplio. Lo que se hizo el domingo y lo que se hizo el día que nos clasificamos para la final; lo que hace un sector importante de la sociedad es catarsis, baja la tensión social, hace que la sociedad durante un día, o cinco, sea menos crítica que en general, pero eso enseguida se restablece, porque la inseguridad es la misma de siempre, y la inflación es la misma de siempre.

-¿Arranca con todo el año electoral ahora?
-Creo que la campaña electoral comienza con todo, y creo que en el transcurso de la próxima semana vamos a tener la campaña comenzando. Va a ir creciendo hasta noviembre o diciembre; en enero y febrero va a bajar -se va a centrar en la costa, como sucede siempre-, y en marzo se va a dar en un ciento por ciento.


FEDERICO GONZALEZ
-¿Se va a venir con todo la campaña electoral?
-Mi impresión es que se va a reactivar un poco, pero no que esta semana o la que viene se va a definir todo. Creo que cada uno se va a ir tomando su tiempo.

-Muchos especulaban con un triunfo de Argentina para que mejorara el humor social…
-Esto podría haber mejorado el humor social una semana o diez días. A veces tenemos que aprender el relativismo de las burbujas temporales; cuando uno está metido ahí parece que esto va a durar mucho más de lo que realmente dura. Le damos mucha entidad al presente, que, obviamente, la tiene como tal, pero le damos entidad al presente proyectando al futuro. Son efectos que están muy exagerados, por lo tanto, concretamente, el tema Mundial se va a agotar muy pronto,
y si hubiésemos salidos campeones, pero no mucho más. Dentro de un mes volvemos a la realidad.

-¿Los desmanes que se produjeron tras el partido tienen que ver con el humor social?
-Creo que es más producto de barrabravas; pero además sí la reflexión que haría, el de la Argentina violenta está latente. Lo que uno se podría preguntar es ¿si hubiese salido campeón Argentina hubiese pasado eso o pasó porque también es el fin de fiesta?. Creo que hay una –esto es jodido decirlo porque después se presta a mala interpretaciones- pero creo que hay una argentina barbara, una argentina salvaje y esa argentina está ahí y aparece cuando puede aparecer. Sea porque es el Aniversario de Boca o sea porque tal equipo Salió campeón, cuando pueden aparecen.


JULIO BURDMAN
-¿Después del impasse del Mundial, cómo sigue la situación política?
-Igual que antes. Está un poco sobrestimada la capacidad de un evento deportivo sobre la mera realidad política. Esto pasa y después la política vuelve a sus variables habituales.

-¿Y de acá a fin de año cómo cree que será el proceso político?
-El gobierno tiene dificultades económicas que se incrementaron a partir de la evolución judicial del tema de la deuda en Estados Unidos, y es un gobierno que está entrando en su tramo final, aunque falta bastante para las elecciones pero no tanto para que se inicien las campañas electorales. Pese a eso es un gobierno que tiene mayoría en ambas cámaras, que tiene mayoría en las gobernaciones y por lo tanto está llegando a ese tramo final con una fortaleza relativa importante. Es un gobierno sin demasiadas dificultades para implementar políticas o para aplicar las medidas que quiere aplicar, desde ese punto de vista es el gobierno de los últimos 30 años más fuerte en el tramo final. Pero pese a eso va a enfrentar dificultades.

-¿La Presidenta recibió a los jugadores, se puede hacer de esto un uso político?
-No fue a la final, como tampoco había ido en su momento Alfonsín, y pese a eso se la quiere acusar del uso político. Si hubiera querido hacer más uso político hubiera ido a Brasil a ver la final. No la veo con esa intención.

-¿Por qué los festejos terminan en batallas campales?
-Me parece que el problema es que cuando hay grandes aglomerados de gente sin liderazgo tenés un conjunto de marginales alcoholizados y aparecen hechos inevitables. Muy diferente es el caso de las manifestaciones políticas coordinadas por algún tipo de organización. Cuando se trata de grupos que se juntan con estas características es un poco habitual.


ANALIA DEL FRANCO
-¿Cómo ve el panorama después de la euforia del Mundial?
-No veo que en este mes hubiera un cambio social importante. Mi teoría respecto de lo que es un evento como el Mundial, y la algarabía, es que tiene como el formato de un momento en el que se focaliza toda la cuestión en eso; pero no significa que la gente se olvide de la inflación ni de las cuestiones que haya que olvidarse; ni se va a quedar de mal humor porque no se ganó la copa.

-Sí hubo un parate en la política, más allá de las cuestiones coyunturales.
-Sí en la relación de los dirigentes políticos con la sociedad, pero después el tema de los fondos buitre siguió andando, todo el tema Boudou también. Quizá la opinión pública no le prestó más atención, pero las cosas siguieron su marcha. La opinión pública se corre de la situación y todos los mensajes que vienen de la política se alían, porque sería hasta contraproducente hacer campañas electorales cuando la gente está ocupadísima con otro tema.

-Ahora se reinicia la actividad, ¿cómo cree que va a seguir?
-Desde el punto de vista de los precandidatos empieza de nuevo y un poco más fuerte. De acá en adelante cada uno va a buscar lo que necesita, algunos posicionándose, otros diferenciándose, otros mostrando que tienen equipo. Me parece que cada uno va a seguir su estrategia, sobre todo los candidatos a presidente.

-¿Qué análisis hace de los disturbios que hubo en los festejos?
-No sé si es que nadie pudo pensar que esto podía haber sucedido, y la verdad que no sé cómo comenzaron. Si la pregunta es si es una reacción social frente a la situación, y demás, diría que no.

-La pregunta apunta más a la ausencia de policías o de prevención.
-Eso sí me llamó la atención, y me parecía que era imposible que no hubiera habido. Me parece una falta de prever la magnitud de la situación. La verdad que hubo una tarea un poco floja.


SERGIO BERENSZTEIN
-¿Cómo repercute política y socialmente el éxito de la Selección?
-Es interesantísimo. Por suerte para la Argentina jugó siete partidos, y ahora hay una incógnita enorme en ver cómo impacta esta derrota. Yo diría que hay tres planos distintos. Primero: hay una cantidad de cosas que pasan por la agenda del gobierno, los temas que le importan a la política; el tema Boudou, el de los holdouts, el problema del financiamiento a las provincias. La agenda de la política, y en parte de los medios, tiene su propia autonomía, su propia lógica. Segundo: la agenda de la sociedad que no necesariamente es la de los medios. Lo que uno percibe y comprueba es que continúa la preocupación por la inseguridad, es una constante, pero cada vez hay más preocupación con el laburo. A la gente no le alcanza la plata, tiene miedo de perder el trabajo. Tercero: lo electoral. Cómo los candidatos van a tener mayor visibilidad, que estaba de alguna manera frenada. De acá a diciembre lo que vamos a ver son algunos experimentos de gente que va a intentar ver dónde está parada, reposicionarse, con qué apoyos cuenta para aguantar el verano y llegar a marzo. Es una carrera con obstáculos, tanto a nivel nacional como provincial.

-La gente esperaba en el Obelisco pero las autoridades pidieron que no fueran, ¿puede esto traerle consecuencias a esas autoridades?
-Lo que pasa es que lo del domingo fue terrible, muy grosero. Costó mucho controlar la situación, y quedó la sensación de que podían volver a generarse incidentes. Y frente a eso decidieron frenar. La gente se quedó con ganas de festejar y ahora fueron improvisando (las autoridades) porque armaron todo para le festejo y después fueron para atrás. No hubo una reacción apropiada porque si no lo iba a hacer para qué convocaste, así que va a tener un costo pero no va a ser tan grave porque lo más importante desde el punto de vista del gobierno era evitar otro incidente.

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