3 de agosto de 2014
SARGHINI CONTIENE
El FR y sus dificultades en Diputados
La segunda bancada en número de la Cámara de Diputados, el Frente Renovador, al igual que el Frente para la Victoria, tiene sus complicaciones internas, que podrían profundizarse con los futuros acuerdos electorales.
“El bloque sobrevive en armonía por la seriedad de (Jorge) Sarghini, a quien no se le plantan como se le plantarían a otro, porque todos lo respetan mucho, y porque tiene códigos y cumple con todo lo que dice”, coinciden en el seno del Frente Renovador para resaltar la figura del titular de la bancada.
De todos modos, eso no invalida que dentro del grupo haya recelos y amenazas de estallidos, como el ocurrido hace un par de semanas, cuando un legislador le tiró una sucesión de trompadas a otro, una de las cuales llegó a rozarlo antes de que los separaran.
La pelea entre Rubén Eslaiman (rápido para sacar las manos) y Juan José Amondarain fue por un malentendido con un expediente, pero cuando hay pasto seco, cualquier chispa hace fuego.
Eslaiman arrastra enojo de cuando se repartieron los cargos en diciembre del año pasado, y le atribuye al platense el atado que terminó con Sarghini al frente del bloque y Ramiro Gutiérrez como autoridad de cámara.
Sarghini, Ramiro Gutiérrez, Ricardo Jano y, en menor medida, Lisandro Bonelli se encargan de atar los acuerdos intra y extra bloque. El presidente contiene a todos los grupos por igual, pero sabe que la armonía se puede ir al diablo si, por caso, Martín Insaurralde llegara a desembarcar en el massismo.
Se sabe que un sector no avala ese pase, fundamentalmente quienes están cerca de Darío Giustozzi, como los diputados Mario Giacobbe y Mariano San Pedro. Ambos son del grupo cercano a Eslaiman, y que también integran Sergio Villordo, Daniel Monfasani y Pablo Garate.
Además están quienes provienen de las terminales radicales cuyos jefes juegan con Massa, como Valeria Arata y Walter Carusso, y los independientes, como Mónica López y Alfredo Antonuccio, entre otros.