Las redes sociales y las elecciones 2015
Las nuevas tecnologías son un campo de acción importante de cara a los comicios 2015. Los pros y los contras de la campaña virtual que tiene varios frentes y una potencialidad infinita
“Las redes sociales ya no son novedad”, afirma uno de los especialistas consultados por La Tecla. Sin embargo, en Argentina, el escenario tecnológico ha cambiado mucho desde las elecciones de 2011. De ese modo, la interconectividad, cada vez más instaurada en nuestra sociedad, obliga a los candidatos a diseñar estrategias de política 2.0, tan necesarias como las campañas territoriales, basadas en actos y panfletos.
La convergencia tecnológica es un hecho, y será determinante para planear acciones exitosas de cara a los próximos comicios. Hoy en día vivimos en un mundo convergente en muchos niveles, principalmente interconectado en cuanto a la posibilidad de recibir en un mismo dispositivo diversos servicios (telefonía, internet, televisión, radio); y así también en cuanto a los contenidos en las distintas plataformas y redes. No sirve que un político esté únicamente en Twitter para llegar a la población. Estas instancias generan nuevas demandas en los usuarios (votantes), cambiando la forma de crear, consumir, aprender e interactuar; todas variables determinantes a la hora de elegir a un postulante.
Un dato interesante es lo que afirma el especialista español Antonio Gutiérrez Rubí, quien sostiene que “la gente prefiere usar smartphone a ver la tele, por lo tanto, la información se lee de otra forma gracias a la intensa interactividad e interconectividad”. En este sentido, las últimas novedades en cuanto a redes sociales y aplicaciones son para móviles, aparatos donde convergen los distintos servicios y contenidos. Además, hoy, 9 de cada 10 internautas entran en alguna red social.
En este contexto, los políticos tienen un gran desafío por delante. Entendidos en el tema afirman que aún existe un gran desconocimiento y mal manejo de las multiplataformas. Cada una de ellas tiene una lógica diferente, y de su comprensión depende la posibilidad de comunicar y causar un impacto positivo en el electorado.
La clave en el uso político de las nuevas tecnologías es saber que, a diferencia de los otros medios, las redes permiten la interacción, “engagement” en términos informáticos. Hay un cambio de paradigma, donde la información deja de ser unidireccional, de pocos hacia muchos.
A través de las redes sociales, hoy todos pueden interactuar, y los políticos pueden obtener respuestas inmediatas a sus publicaciones. De esta manera, la tecnología abre un abanico de posibilidades infinito para las campañas electorales, donde conocer la opinión del posible votante es esencial. Los comentarios de los seguidores o no seguidores permiten evaluar qué impacto genera un discurso, y modificarlo en el caso de que la respuesta no sea la esperada.
Por otro lado, la redes permiten “segmentar” al público, a fin de llegar con determinado discurso a personas con ciertas características. En este sentido, por ejemplo, Daniel Scioli puede difundir la noticia de que “disminuyó la mortalidad infantil en la provincia de Buenos Aires” entre madres solteras, de entre 30 y 40 años, residentes en Capital Federal; un target que podría sensibilizarse más con la noticia. Por supuesto, estos sistemas de segmentación son más específicos y eficaces cuando son pagos.
En cuanto a la inadecuada utilización de las redes sociales por parte de los políticos, la experiencia ha sido útil para el aprendizaje. “Los errores fueron la mejor escuela en cuanto al uso político de la tecnología” afirmó el especialista Gustavo Talaván. “Ejemplo de ello es lo sucedido en la ciudad de La Plata en ocasión de la tremenda inundación del 2 de abril de 2013. En ese momento, una persona del equipo del intendente posteó una foto en Twitter afirmando que el jefe comunal estaba trabajando, cuando se encontraba de vacaciones en Brasil. Este error dejó una lección a más de uno, y tiene que ver con la profesionalización de los contenidos y la creación de un área específica”, amplió.
Asimismo, algo que distingue a la comunicación a través de las redes es que los usuarios valoran que los políticos se muestren con naturalidad y sean espontáneos. “ Para mí, eso es lo más rico”, dijo Javier Irigaray, director de Politegia, y agregó: “ Debe haber algo institucional, pero también tiene que ser más humano, no como en la tele o en los diarios”.
En definitiva, distintas son las variables que confluyen en el desarrollo de la campaña en el plano de las redes sociales. Las mismas existen, son necesarias e inevitables. Permiten una capacidad analítica, pero los resultados son dispares En síntesis: los expertos indican que “no determinan la intención de voto” ni son expresión acabada de la “opinión pública general”, sino que siguen mandando los medios tradicionales.