El ministro ausente
Sus empleados lo tildan de haragán. Dicen que Jorge Telerman va poco y nada a su despacho del Instituto Cultural. Mientras, el Teatro vive un momento dedicado. “Está en otra”, describen
“Está más preocupado por su boliche, La Trastienda, que por el propio Teatro”. Quien habla con La Tecla es un empleado, que cuenta los días que durante el mes Jorge Telerman va a trabajar a su oficina de 5 y 47, en La Plata. Se sabe: va poco.
Telerman es el titular del Instituto Cultural bonaerense, del cual depende el Teatro Argentino, que atraviesa una situación de crisis histórica, pero agravada por diversos desmanejos. Los gremios hace rato que pusieron el grito en el cielo.
El principal complejo cultural de Buenos Aires está desfinanciado. “No hay mantenimiento de ningún tipo; algunos baños no se pueden usar, los subsuelos se siguen inundando y no se cambian ni lo vidrios rotos”, contó la misma fuente gremial.
Por ejemplo, no se pinta desde su apertura, en la época de Duhalde. Igual, esto no es lo central. Telerman no está encima del día a día de la agenda cultural de la Provincia, "Le vende humo a Scioli”, dice el mismo dirigente.
El ex Jefe de Gobierno porteño integra el equipo de la Ola Naranja para que Daniel llegue a la Casa Rosada, junto a Alberto Pérez, Juan Courel y Martín Ferré, entre otros.
Quizás por eso, se lo vea poco por el Instituto Cultural. Concretamente, gran parte de los proyectos culturales están desmantelados. Los cuerpos estables del Teatro han perdido gran cantidad de personal, y su jerarquía histórica. Tienen menos miembros y menos disponibilidad económica. No son prioridad.
En las últimas semanas hubo distintas protestas, pero Telerman nunca recibió a nadie. Hoy su función es cuidar la comunicación de la campaña de Scioli y que su boliche La Trastienda siga siendo rentable. ¿El Teatro? Bien, gracias.