21 de marzo de 2016
ENTREVISTA
Mahiques: "Planteo un cambio de paradigma"
En exclusiva, el ministro de Justicia de la Provincia anticipa las modificaciones que seguirán en el Servicio Penitenciario, cuyo sistema considera “ineficiente, invertebrado y criminógeno”. También lo que hay en relación al Poder Judicial y la legislación penal
Carlos Mahiques acaba de dar inicio al ciclo lectivo en las cárceles de la Provincia y recibe a La Tecla en la oficina del alcalde de la Unidad Penal 1 en Olmos. Desecha los rumores sobre su salida del ministerio de Justicia y anuncia varios cambios, con prioritarias reformas en el Servicio Peniten-ciario, que alcanzan hasta la creación de un nuevo Instituto de Formación. Anticipa modificaciones en el Código Procesal, revisión en el sistema de designación de magistrados, reestructuración del Patronato de Liberados, y puesta en funcionamiento de la Policía judicial.
-¿Cuál va a ser la impronta de su gestión?
-La impronta de mi gestión es plantear, presentar, y propiciar un cambio de paradigma, cultural si se quiere. No sólo en relación al Servicio Penitenciario que es una de las áreas importantes del Ministerio, sino también en lo que concierne al sistema de justicia, que no se agota en el sistema judicial. Eso alcanza a las relaciones con el Consejo de la Magistratura; la propuesta de modificaciones legislativas. Y le damos superlativa importancia al acceso a la Justicia, que es una política que marcha acompasadamente a la de Derechos Humanos que imponen la Constitución y los pactos. E ingresa a la órbita de preocupación del Ministerio la asistencia a la víctima; mediación; y áreas de vulnerabilidad como violencia de género.
-Habló del SPB, ¿cuáles son los cambios?
-Nos proponemos la reforma del sistema penitenciario, que es un asunto muy sensible por las circunstancias en que desenvuelve actualmente su tarea y por las condiciones edilicias y estructurales. Hoy tenemos un sistema que he calificado como ineficiente, invertebrado y criminógeno, porque retroalimenta el delito. Por eso me parece muy auspicioso resaltar el valor de la educación como herramienta de resocialización.
-¿Y en lo inmediato?
-Por un lado, darle al Servicio las mínimas condiciones razonables de funcionamiento para que el agente penitenciario cumpla él también dignamente con su función; para lo cual hay que comprar candados, abastecer de colchones ignífugos, completar las plazas que hoy no se pueden habilitar porque faltan pequeños elementos que no se han podido abastecer por cuestiones presupuestarias. Y la tecnología mínima. Eso es en lo inmediato, pero también apuntamos a una reforma más abarcadora e integral de la estructura administrativa y de gestión del Servicio Penitenciario.
-¿Puede especificar más?
-Debemos profesionalizar la seguridad pero también el tratamiento. Hoy el mismo personal egresa de la escuela y hace su función, cumpliendo indistintamente tareas de seguridad y de tratamiento, y allí vamos a poner el acento en la creación de un Instituto Superior de Formación Penitenciaria. Un Instituto que, con otra currícula, dé respuesta adecuada a las necesidades del Servicio. Pretendemos hacer una reforma integral en la estructura del sistema, con una agencia del Estado que sea más profesional, que cumpla tareas asistenciales. Un primer paso fue la constitución de la Dirección General de Asuntos Internos, que operaba dentro del Servicio y no tenía correlato en el ministerio.
-¿Y ahora?
-La sacamos del Servicio, la rejerarquizamos, nombramos a un civil especialista, y le suministramos recursos humanos y materiales. Y en tres o cuatro procedimientos que ya ha hecho esa Dirección, que fue consecuencia directa de la triple fuga de General Alvear, los resultados fueron muy positivos. Rompió la inercia en la que el sistema había entrado a través de un proceso autogestionario, y posibilitó ese cambio de hábitos que muchas veces derivaba en actos de corrupción. Otra cosa que ya está elaborada, redactada, y a punto de ser presentada en la Legislatura es la reforma de todo el régimen disciplinario y administrativo.
-¿En qué consiste ese proyecto?
-Se busca reformar todo el proceso administrativo y disciplinario del Servicio Penitenciario. Como consecuencia de la actividad de Asuntos Internos se inició un sumario administrativo para los presuntos responsables de la triple fuga. Ahí verificamos que el procedimiento, que data del año ‘80, no sólo es anacrónico sino que es disfuncional y carente de eficacia para discernir responsabilidades. También vamos a hacer cambios en lo concerniente a información penitenciaria, en lo que en otro ámbito llamaríamos inteligencia.
-¿El área de inteligencia interna hoy está desarticulada?
-Prácticamente no existe. Tiene un cierto personal asignado, algún móvil que raramente anda, pero no tiene funcionalidad operativa. Nosotros vamos a reestructurarla, ponerla bajo control civil y asignarles tareas muy concretas que forman parte de la prevención dentro de la actividad de control penitenciario.
-¿Cómo encuadra el hecho de Alvear?
-Nuestro sumario de Asuntos Internos fue la fuente más importante, en rapidez, eficacia y aporte para el esclarecimiento. Ahora, lo de Alvear, creo tiene dos aspectos importantes. Uno son las condiciones, que se verificaron en Alvear pero probablemente hayan acontecido en otros establecimientos, que era el relajamiento de ciertos mecanismos de supervisión y vigilancia, y no hubo inteligencia. Y está el otro aspecto, que es claramente un acto de corrupción, que involucra a particulares y también a personal penitenciario. La semana que viene probablemente se conozca el resultado del sumario administrativo y las sanciones.
-¿De cuántas personas hablamos?
-De una decena de personas, con distintas responsabilidades y nivel de intervención, pero que de un modo u otro participaron con responsabilidad administrativa en ese hecho.