6 de septiembre de 2017
SALUD
Por qué el baile revertir síntomas de envejecimiento del cerebro
El paso del tiempo es inevitable. Casi como las consecuencias físicas y mentales que acarrea en las personas. Lo que sí se puede es evitar un deterioro mayor al esperado de las aptitudes cognitivas. Pero, ¿cómo?
A medida que envejecemos sufrimos una disminución en nuestras aptitudes tanto metales como físicas, que puede empeorar por condiciones como la enfermedad de Alzheimer. Ahora, un estudio desarrollado por el German Center for Neurodegenerative Diseases y otras instituciones alemanas, muestra que las personas mayores que hacen ejercicio físico habitualmente pueden revertir los signos del envejecimiento en el cerebro. De entre todos los tipos de ejercicio, el baile es el que posee el efecto beneficioso más profundo.
"El ejercicio tiene el efecto de frenar o incluso contrarrestar el deterioro relacionado con la edad en la capacidad mental y física. En este estudio, se muestra que dos tipos diferentes de ejercicio físico (el baile y el entrenamiento de resistencia) aumentan el área del cerebro que disminuye con la edad y a mejora en el equilibrio", explica Kathrin Rehfeld, líder del trabajo.
Los investigadores contaron con dos grupos de ancianos a los que dividieron en dos grupos: en el grupo de baile, 14 personas de entre 67-71 años y en el grupo de ejercicio físico 12 personas, de entre 68 y 71 años. Los mayores comenzaron un curso semanal que se prolongó durante 18 meses de aprendizaje de rutinas de baile o de entrenamiento de resistencia y flexibilidad.
Ambos grupos mostraron un aumento de volumen en la región del hipocampo del cerebro. Esto es importante, ya que esta zona es propensa al deterioro cerebral relacionado con la edad (y desempeña un papel clave en la memoria y el aprendizaje, así como en el mantenimiento del equilibrio) y se ve afectada por enfermedades como el alzhéimer.
A pesar de que investigaciones anteriores han demostrado que el ejercicio físico puede combatir el deterioro cognitivo asociado a la edad, se desconocía si un tipo de ejercicio en concreto podía ser mejor que otro en este sentido.
Los expertos distribuyeron distintas rutinas de ejercicio a los voluntarios según el grupo, diferenciándose en que el entrenamiento físico tradicional estuvo compuesto de ejercicios repetitivos, y el grupo de baile, por el contrario, se enfrentó a un reto nuevo de baile cada semana.
"Tratamos de proporcionar a nuestros mayores en el grupo de baile rutinas de baile que cambiaban constantemente de género (tango, baile en línea, baile latino...). De esta manera, los pasos, los patrones de los brazos, la velocidad y los ritmos cambiaban cada semana para mantenerlos en un proceso de aprendizaje constante. El aspecto más difícil para ellos era recordar las rutinas bajo la presión del tiempo y sin ninguna pista del instructor", aclara Rehfeld.
Según los investigadores, este desafío adicional en el grupo de baile explicaría la diferencia perceptible entre el equilibrio de este grupo y los del grupo de control con ejercicios tradicionales y la mejoría en los síntomas de deterioro cognitivo asociado a la edad.
Este estudio se enmarca en una colección más amplia de investigaciones que examinan los efectos cognitivos y neuronales de la actividad física y cognitiva a lo largo de la vida.