15 de febrero de 2018
PROYECTO DE LEY
Radicales y lilitos redoblan la apuesta: quieren antinepotismo en los tres poderes del Estado
Diputados del bloque oficialista presentaron un proyecto para ampliar la restricción de nombrar familiares al Poder Legislativo y Judicial. Además, buscan que la ley alcance a los parientes hasta cuarto grado de consaguinidad.
Luego de que la gobernadora firmada el decreto que pone fin al nepotismo en la provincia de Buenos Aires, tres diputados del bloque oficialista presentaron un proyecto de ley para que la medida no sólo afecte al Ejecutivo, sino que también alcance al Poder Legislativo y Judicial.
La iniciativa fue presentada por el lilito Guillermo Castello (autor del anterior proyecto antinepotismo); Maricel Etchecoin (también de la Coalición Cívica) y Vanesa Zúccari, de origen radical.
Según reza el proyecto de ley se prohíbe ejercer funciones en el estado provincial a los parientes propios en razón de la naturaleza (consanguíneos) en línea recta (ascendiente o descendiente) en cualquier grado y en línea colateral hasta cuarto grado.
Esta última cuestión es importante, puesto que el decreto firmado por la gobernadora María Eugenia Vidal sólo alcanza a parientes hasta segundo grado de consaguinidad, hecho que dio vía libre a que muchos funcionarios continuaran en funciones.
Asimismo, estarían alcanzados los cónyuges, los parientes por afinidad en igual medida a los de consaguinidad, los parientes con unión convivencial, y los familiares por consaguinidad de la pareja conviviente.
Como informó La Tecla tiempo atrás, Castello –uno de los autores de esta iniciativa- presentó tiempo atrás un proyecto de ley para eliminar este tipo de prácticas, que "privilegian el parentesco por sobre la idoneidad, afecta el principio de igualdad ante la ley y entorpece la formación de un funcionariado profesional y competente".
Cuando nadie se lo esperaba, el presidente Mauricio Macri anunció la restricción de nombrar a familiares de funcionarios en la administración pública nacional.
La medida, que sorprendió a propios y extraños, pretendía bajar el tono a la polémica desatada por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien quedó en el centro de la escena luego de que se dio a conocer que nombró a una empleada doméstica (a la que despidió con fuertes insultos) en el sindicato de portuarios, que estaba intervenido por el Gobierno.
Y fue el propio Triaca quien pagó los platos rotos, puesto que varios de sus familiares directos habían sido nombrados en diferentes organismos del Estado, por lo que, dada a conocer la decisión de Macri, debieron renunciar.
“Este tiene que ser un ejemplo seguido por todos en la política argentina”, dijo el jefe de Estado, y así invitó a que admiradores y detractores se sumen a la iniciativa. Los primeros en adherir fueron, por supuesto, sus fieles seguidores, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, quienes definieron la postura luego de un almuerzo de trabajo con el resto de los integrantes de la “mesa chica PRO”.
Ni lerdos ni perezosos, varios fueron los intendentes bonaerenses que salieron a plegarse al fin definitivo del nepotismo en el Estado, tanto del oficialismo como de la oposición. Pero, como era de esperarse, en ambos bandos las posturas fueron disímiles.