14 de marzo de 2018
DISCRIMINACIóN
Un estudio demuestra que ser mujer te cuesta más caro
El informe fue realizado por CEPA, dirigido por el concejal K de San Martín, Hernán Letcher. Asegura que elementos como analgésicos, yogures, mochilas o maquinitas de afeitar son más caras en sus "versiones femeninas". Para su periodo, destinan más de 200 mil pesos a lo largo de su vida.
Diversos estudios, realizados en el país y en el mundo, demuestran las desventajas que sufren las mujeres respecto de los hombres en temas como el salario, el acceso al mercado laboral o la presencia en puestos de responsabilidad, tanto en el ámbito público como privado.
Un informe presentado por el Centro de Economía Política (CEPA), que dirige Hernán Letcher (concejal de San Martín por Unidad Ciudadana) introduce un aspecto poco abordado: la perspectiva de género en cuanto al consumo.
El trabajo indica que, considerando el ciclo reproductivo de la mujer, existe una serie de costos
adicionales que vale la pena remarcar, aclarando que, a los efectos de la estimación, se consideró una mujer cuya menstruación se produce desde los 15, tiene dos hijos durante su vida fértil y a los 50 años tiene la menopausia. Durante toda su vida, tendrá la menstruación 420 veces descontando tres años de embarazo y posparto.
"Sumando el valor de las toallitas femeninas, pastillas anticonceptivas y analgésicos tendrá un costo de $6.518 anuales o bien $198.700 a lo largo de su vida productiva. Asimismo, en la etapa de la menopausia y considerando el promedio de vida de la mujer, tendrá otros 35 años donde deberá afrontar el gasto de apósitos para pérdida de orina, remedios para la incontinencia, pastillas de calcio, además de algunos años más de hormonas, lo que implicará un gasto anual de $9.240 o de $346.200 durante los 35 años", es una de las conclusiones del estudio.
El informe agrega que "los costos diferenciales que las mujeres tienen que enfrentar en función de su vida reproductiva, existen otros costos ocultos y mucho más arbitrarios. El pink tax (impuesto rosa) hace referencia al mayor costo que tienen algunos productos en su versión femenina. Realizar la comparación no es fácil, ya que justamente existe diferenciación de productos, pero en algunos casos como los expuestos en el Cuadro N° 5, se trata del mismo (o muy similar) con versiones orientadas al público femenino, donde el precio sobre el producto masculino o genérico representa entre un 5% y 100% más".
Entre los ejemplos clásicos, el estudio de CEPA menciona el de "las maquinitas de afeitar en versión femenina: en este caso hay un 47% de sobre precio respecto de la masculina. Otro caso es el de la marca de yogures y productos lácteos SER con propagandas fuertemente orientadas a las mujeres y un diseño femenino (aportan calcio para las mujeres en menopausia, mejoran el tránsito intestinal en “esos días”.
"La diferencia entre la versión de SER y otra primera marca (SANCOR), también ligth llega a 47%. Estas diferencias no se limitan a los productos para mujeres adultas, sino que los orientados a niñas y adolescentes también vienen con pink tax. Por ejemplo, una mochila en tela rosa cuesta un 100% más que la misma mochila hecha con la misma tela y diseño aunque en color azul", añade, aclarando que para los precios se tomaron los ofrecidos por Coto el día 21 de febrero de 2018.