La Tecla
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"En el mundo de la comunicación política hay incendios. Un buen equipo de trolls sale a apagarlos en tiempo real, cambia el foco de la discusión cuando se necesita", sostuvo un consultor que lleva 10 años en el negocio de la propaganda política.
Una licenciada en Comunicación de 28 años, y un técnico en Periodismo de 42 revelaron a LA NACION que trabajaron más de un año en agencias de trolleo. Cobraban en efectivo, que les entregaban en sobres por mes. Cobran entre 10 y 15 mil pesos por mes.
Estos operarios no firman contrato, se les paga en negro y se les pide discreción a la hora de referirse a su trabajo.
Muchos de los que se dedican a trabajar en el Mundo Troll son estudiantes o licenciados en Comunicación o Informática, y tienen entre 20 y 35 años.
Sus horarios son fijos y asisten a una oficina; otros trabajan desde sus casas y envían a sus jefes capturas de pantalla de cada operación.
Los partidos políticos también tienen sus propias agencias montadas en sus locales partidario o bien en sus oficinas.
En cuanto al costo una cuenta validada sale entre 20 y 50 dólares. Se calculan unos 100 dólares para lograr interacciones (por ejemplo, likes) para 3000 cuentas apócrifas. Mientras que un programa para manejar bots, cuesta alrededor de 1000 dólares.
Muchas veces los trolls también se utilizan para desviar los focos de las conversaciones tanto en facebook, como twitter, e Instagram sobre determinados temas.
La Nación destaca un ejemplo reciente cuando se detectó que la mayor parte de los mensajes en Twitter el día después del asesinato de un colectivero en Tristán Suárez, cuestionaban al gobierno provincial.
Alrededor del mediodía, hubo un cambio drástico. La mayoría de las conversaciones criticaba a la intendencia de La Matanza.
Se rastreó el tipo de tuits emitidos en ese rango horario, y se descubrió que habían aumentado exponencialmente, y que las cuentas que tuiteaban eran falsas.
Poco después, uno de las tendencias en Twitter era #RenunciaMagario.
Por su parte, hay que destacar que no sólo lo usan los políticos, también empresarios o figuras del espectáculo que quieren levantar sus perfiles públicos, o limpiar sus imágenes.
Un especialista le contó a La Nación, que recibió una oferta para trabajar con las redes de un importante actor, que había sido denunciado por violencia de género.
Gentileza Diario La Nación