La Tecla
Todos los derechos reservados
En las últimas horas, salió a la luz un suceso que data de varias semanas de antigüedad y que despertó una nueva guerra política entre dos distritos vecinos. Es que, en vísperas de semana santa, un control de alcoholemia en Berisso, comuna hoy gobernada por Cambiemos, dejó en complicaciones a una figura clave de la política de Ensenada, comuna ultrakirchnerista.
En definitiva, la exsecretaria de Seguridad ensenadense y actual diputada bonaerense, Susana González, fue detenida por el control y se le realizó el estudio pertinente. El mismo arrojó un 0,51 por ciento de alcohol en sangre. Es decir, un 0,01 por ciento más de lo permitido por la ley.
Ante dicha situación, se le aplicó una multa de 5 mil pesos y se le secuestró el vehículo. Pero todo no quedó allí y la legisladora bonaerense denunció a la conducción de la seguridad berissense por haber utilizado el acontecimiento con fines políticos.
Claro, la divulgación de la historia, varias semanas posteriores a su suceso, despertó las especulaciones y la posible intencionalidad de generar una mancha negra en el legajo de la kirchnerista González.
“Había tomado dos copas de vino, no soy alcohólica, y la inspectora me dijo que si esperaba diez minutos esa décima de más me bajaba”, explicó González que en todo momento se hizo cargo de la situación. “Me dejaron sin auto toda
Con dicho panorama, la legisladora puso en tela de juicio la responsabilidad de Hugo Dagorret, secretario de Seguridad de Berisso. “Es un pobre tipo si hace política con esto. Dagorret es el único que tenía ese dato (del procedimiento) y la mala intención de difundirlo”, sentenció.
Por su parte, el acusado de difundir la información de hace varias semanas, reprochó que la única intención de González fue “zafar” del secuestro del vehículo y desde la comuna enfrentada a Enseanda no se le aceptó el pedido.
Vale remarcar que el acontecimiento salió a la luz a los pocos días de que el intendente de Ensenada, Secco, y la diputada, irrumpan en el suelo berissense con un mega acto opositor que englobó a diputados, dirigentes y al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.