Intendente se salvó de milagro tras accidente automovilístico
El jefe comunal bonaerense transitaba junto a un funcionario municipal por la Ruta 5, a la altura de Mercedes, cuando un camión que venía en sentido contrario perdió su carga de pernos de acero. Las piezas se metieron "como balas" dentro del vehículo. A los pocos metros, el tambor donde iban almacenados cayó al suelo.
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El intendente de Tres Lomas, Roberto Álvarez y el Director de Obras Públicas de ese municipio, Horacio Dahir, vieron peligrar su integridad física cuando regresaban a su distrito por la Ruta Nacional 5, a la altura de Mercedes.
Todo sucedió cuando un camión que se desplazaba en sentido contrario pisó la banquina, perdió el control y arrojó su carga de pernos de acero sobre el auto oficial, manejado por el jefe comunal.
Álvarez comentó a Veradia.com que todo se desarrolló en segundos. “Veo que los pernos venían dando vueltas por el aire de todas formas y directamente a dar contra el parabrisas, instintivamente saqué el pie del acelerador, hice una frenada leve y me agache un poco, porque mucho más no podía hacer. Por suerte esa maniobra alcanzó para que los hierros peguen contra el capot y el paragolpes, aunque algunos dieron sobre el techo y otros sobre el lateral de mi lado, pero si entraban por el parabrisas nos rompían la cabeza”, relató el intendente.
El mandamás de Tres Lomas dijo que "los pernos de acero, de medio kilo cada uno, se metieron dentro del auto como balas", mientras el auto se desplazaba a unos 120 kilómetros por hora por la ruta, en tanto que el camión lo hacía a unos 70 Km.
“Esas velocidades encontradas y el golpe de las piezas de acero me hacen pensar en la gente que perdió la vida por lo piedrazos que suelen tirar los delincuentes desde los puentes. Por suerte nos protegió Dios, todavía no me quiso llevar el de arriba. Con Horacio siempre nos turnamos para manejar, cuando se pone oscuro le doy el volante a él que ve mejor”, contó.
Álvarez dijo que metros después se cayó del acoplado uno de los tambores donde iban almacenados los pernos. “Realmente no lo vi en ese momento porque no podía mirar para atrás, Horacio atinó a decirme que me agarre fuerte del volante y por suerte no venia nadie atrás nuestro porque se chocaba el tambor, o si caía unos segundos antes lo chocábamos nosotros, y con la carga que llevaba pesaría unos mil kilogramos”, recordó.
Tras el incidente, en el que varios de los pernos atravesaron el capot y el paragolpes, el jefe comunal peronista dijo que "a la vista no parecía muy dañado pero cuando levantamos el capot empezaron a caer los pernos que nos impactaron, se rompió el paragolpes, el radiador, y la caja de cambios que es automática no funcionaba, había perdido mucho aceite”.