La Tecla
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El último 24 de julio,
En definitiva, sentenció: “no puedo pensar en la re elección, como está el país no podemos pensar en eso”. Incluso, reforzó su postura crítica con un: “El Municipio trata de subsistir, estamos mal económicamente” y “hay algo que está mal”.
En ese sentido, en aquella oportunidad, en conversación con
“No nos cierran los números, la gente no puede vivir y si aumentamos las tasas locales los ahogamos nosotros a ellos”, abundó el hombre del radicalismo. De esa manera, subrayó que no piensa con romper la alianza Cambiemos: “no estoy enojado con Cambiemos, estoy enojado con la realidad que nos toca vivir en el país, que no es la esperada”.
Y adelantó que acabará su mandato y no buscará prolongarse cuatro años más. “Voy a terminar mi gestión, pero no puedo pensar en mi re-elección porque las cosas que prometimos no las pudimos plasmar”, sostuvo y agregó: “cómo voy a ir por la re-elección si no pudimos hacer obras, si no pudimos plasmar las promesas”.
Incluso, consideró que la decisión que tomó a nivel distrital debería ser moneda corriente en Cambiemos en todos los estamentos. Incluso en lo provincial y lo nacional. Es decir, le puso un freno a las aspiraciones de renovar los mandatos de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri.
“Si no hay un cambio en el próximo semestre, si sigue esta realidad que es muy dura, la carrera para la re-elección va a ser muy complicada. Yo no dudo que Macri y María Eugenia (Vidal) tengan buenas intenciones, pero los números marcan otra cosa y en tiempos electorales es difícil revertir una situación tan dura”, disparó el pasado 24 de julio.
Sin embargo, con el paso de los días, parece que el intendente se arrepintió –o lo arrepintieron- y lejos de cambiar el discurso y reconocer un error dentro de su malestar producto de la crisis, optó por tomar como responsables a los portavoces de su postura.
“Hay algunos medios como
Lo llamativo es que, el único discurso que modificó el intendente es el que cuestionó las posibles reelecciones de