La Tecla
Todos los derechos reservados
Ya es casi un lugar común afirmar que las operaciones judiciales y mediáticas, verdaderas embestidas contra opositores, son en un intento de tapar la realidad económica y social de nuestro país. Esta realidad hoy es oscura y esa oscuridad toca hoy niveles de desesperación. Al momento de escribir estas líneas, el dólar estadounidense ya cotizaba casi 32 pesos y el riesgo país se acercaba a los 750 puntos. El Banco Central de
Sumado a eso están los índices de desocupación, la caída del consumo y la producción, las suspensiones y despidos y la inflación que ya amenaza con ser hiperinflación. Entonces la pregunta es: ¿Puede taparse semejante realidad con un circo judicial y mediático de allanamientos, detenciones y delaciones inverosímiles?
Claro que no existe todavía una respuesta y está por verse qué tan grande será ese sector de la sociedad que va a cooperar con el poder fáctico de tipo económico y va a aceptar su relato como sucedáneo de la realidad. Ya hay argentinos que despiertan ante la evidencia de que la persecución a dirigentes como Milagro Sala, Amado Boudou y Cristina Fernández, entre otros, es una enorme tapadera de lo que a esta altura es una debacle indisimulable. Y una vez destapada la olla y estando a la vista de todos lo que realmente está pasando en este país, ¿qué impacto tendrá eso sobre el comportamiento electoral de cara a las elecciones del año que viene?
El periodista y operador estrella del Diario
Pero se nota igual. ¿Cuánto se nota? No es fácil determinarlo. Hay distintos niveles de conciencia, por supuesto, y no es para nada sencillo establecer un promedio. Sea como fuere, al peronismo le toca empezar a organizar ya no una resistencia al régimen antipopular, sino directamente la superación a dicho régimen. El peronismo debe volver a organizarse en las bases, en los barrios, desde abajo para presentarse entero como la alternativa a lo que, al parecer, ya hizo agua y no se termina de caer justamente por el blindaje mediático que todavía impide que realidad se muestre en todo su dramatismo.
“La realidad se puede tapar... o se puede hacer tapa”, rezaba el eslogan publicitario de Clarín, justamente el medio de difusión que más hace tapa de lo que conviene y también el que más tapa lo que no conviene. Se puede tapar, puede haber circo y probablemente lo habrá. A medida que esté más acorralado, el gobierno tirará más manotazos de ahogado y eso se va a traducir en más allanamientos, más escándalo, más detenciones, más circo. Lo que no sabemos es cuánto podrá efectivamente tapar, no sabemos aún hasta qué punto el circo va a predominar sobre el pan y el televisor sobre la heladera. Lo que sabemos es que debe haber un límite —el límite del ajuste, que es la capacidad del ajustado para soportarlo— y ante esa verdad el peronismo, que es la fuerza política del pueblo argentino, representante único de sus intereses y de su cultura, debe estar preparado para salvar una vez más las papas del fuego y aportarle a la sociedad argentina la alternativa que esta va a necesitar cuando lo que hoy se tapa mañana sea tapa, aunque eso nunca deja de ser traumático y doloroso para nuestro pueblo, como nos enseña nuestra historia reciente.
No conviene tener miedo ni evadirse a la realidad. Una y otra vez ha salido el sol en el horizonte de los pueblos y esta vez no será la excepción. Hay 2019 y vamos a volver, pero mejores y distintos. Vamos a volver mucho mejores, que es lo que el pueblo argentino necesita para recuperar su dignidad y ser feliz.
Por Marco Antonio Leiva; Identidad Peronista