La Tecla
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Que un asteroide con forma de calavera se acerque a la tierra una semana después de Halloween es, sin dudas, un guion de terror o ciencia ficción. Pero no en este caso. Es que, según informó la Agencia Espacial Europea, el próximo 7 de noviembre esto ocurrirá.
Desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) de Darmstadt, en el oeste de Alemania explicaron: "Tiene dos abolladuras que podrían interpretarse como ojos (…) Sin embargo, hay que echarle mucha imaginación".
El asteroide tiene un diámetro de 600 metros y los dos cráteres son de unos 100 metros cada uno. A pesar de su proximidad, el 2015 TB145, que se acercó por primera vez a la Tierra hace tres años, no es peligroso. Vuela a una distancia de unos 40 millones de kilómetros de La Tierra y sólo puede verse como un punto de luz incluso con grandes telescopios. El punto más cercano a la Tierra se alcanzará el 7 de noviembre.
De todas maneras, el presidente de la asociación de astrónomos aficionados también subrayó que sólo una "representación reconstruida basada en observaciones de radar" a partir de lo registrado en octubre de 2015, cuando fue descubierto en Hawai, mientras volaba relativamente próximo a la tierra.
Además detallaron que, “dado que el tiempo que el asteroide tarda en orbitar alrededor del Sol es de tres años y 17 días, se espera que vuelva a pasar en 2021, aunque no volverá a estar relativamente cerca de la Tierra hasta 2085. Pero ni siquiera entonces, estará tan cerca como en 2018”. Y añadieron que, una cosa es cierta: "No podrá golpear la Tierra en los próximos 100 años, probablemente ni siquiera en los próximos 500 años".
Este asteroide, según explicaron, es "bastante negro" y gira sobre su propio eje una vez cada cinco horas. Hasta ahora no hay evidencia de que pueda ser un cometa extinto.