Aunque cueste creerlo, “Quiero ver guita SRL” es el nombre de la empresa importadora de los muñecos Pandi, mascota oficial de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 que se desarrollan en la ciudad de Buenos Aires. El periodista especializado en deportes olímpicos, Ernesto Rodríguez, publicó en su sitio www.ephectosport.com.ar que la empresa con la llamativa denominación no sólo obtuvo la licitación para la venta de los muñecos, sino que lo hizo un 35% por encima del precio que estaba estipulado por el Gobierno de la Ciudad para la compra.
La Resolución 129/UPEJOL/18 del Boletín Oficial de la Ciudad, que lleva la firma de resolución Juan Martín Areco, titular de la Unidad de Proyectos Especiales Juegos Olímpicos de la Juventud (UPEJOL), publicó lo que hoy tiene ribetes de escándalo. El órgano de comunicación oficial dejaba constancia que el 29 de junio pasado se había aprobado la adquisición de 1.700 unidades del muñeco “Pandi”, al único oferente en la licitación: Carlos Germán Eguía, propietario de la empresa Quiero Ver Guita S.R.L., obtuvo la adjudicación.
Cabe destacar que la Ciudad había valuado cada unidad del muñeco Pandi en un valor de $ 300 (alrededor de U$S 11 de aquel momento). Según especifica el colega Rodríguez, en ese entonces ya resultaba excesivo el precio, que en el mercado importador y por una cantidad similar de unidades se puede conseguir en aproximadamente U$S 2.
La Unidad de Proyectos Especiales Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 (UPEJOL) había establecido un precio de $ 300 por unidad de Pandi y le sumó un monto de 1.000.000 de pesos para la “puesta a punto de los locales provistos por UPEJOL para la prestación del servicio”, es decir, para la venta de los mencionados muñecos. Pasando en limpio, se había pautado gastar $ 1.510.000 para los muñequitos y los puestos de venta del merchandising en las diferentes sedes de los Juegos.
Llamativamente la UPEJOL aceptó la oferta de Eguía, quien fue contratado $2.047.680, un 35% por encima de lo que estaba estipulado erogarse. Cabe recordar que Eguía, ya poseía antecedente como proveedor del Estado porteño ya en 2015, con Macri como Jefe de Gobierno y Larreta como Jefe de Gabinete fue contratado para armar el stand del Ente de Turismo de la Ciudad en el Festival Nacional de Folklore en Cosquín, a cambio de $ 245.696.
La historia no termina en que la Ciudad haya pagado mucho más caros los simpáticos “Pandis” y los puntos de venta del mismo. En las listas de venta de los productos que se ofrecían en las sedes de los parques olímpicos, la venta del muñeco figuraba con el sideral precio de $ 1.500 (unos U$S 40), veinte veces más caros de lo que podría conseguirse en las fábricas asiáticas que se dedican al rubro.
Para finalizar, el “culebrón de Pandi”, que promete seguir, deja al descubierto que las autoridades aduaneras no permitieron el retiro de los muñecos más allá de los pedidos realizados por los organizadores de los JJOO. La causa de la negativa radica en que para importar los 5.000 muñecos a un costo menor, los mismos fueron rotulados como “guirnaldas”, y por ende no se pagaban los mismos aranceles que los de un juguete. La típica “avivada criolla”.
Para subsanar la concatenación de hechos bochornosos que describe esta historia, la AFIP acordó que las autoridades aduaneras permitan el retiro de una cantidad necesaria de los simpáticos peluches de yaguaretés para los deportistas premiados y también se habilitó una cantidad extra para ser regalados a los deportistas que no hubieran obtenido premio alguno en las competencias.
El resto de los muñecos no sólo no podrá ser vendido en los stands de merchandising olímpico sino que serán retenidos ante el eventual inicio de una causa por contrabando.
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