Por Hernán Sánchez y Andrés SosaLa aprobación de la Boleta Única de Papel (BUP) para los comicios nacionales arrastra a la provincia de Buenos Aires a una discusión sobre cómo se votará de aquí en más en el territorio más grande del país. Podría haber, o no, una profunda reforma que el oficialismo esquiva, pero indefectiblemente habrá cambios.
En principio, la Provincia deberá adherir a la Boleta Única o en su defecto desdoblar las elecciones; con sólo una de esas dos cuestiones ya será un cambio histórico. Algunos, con picardía, quieren colar otros temas, como la re-reelección de los intendentes. Abrir una puerta podría desencadenar la apertura de muchas otras, el problema es que la ley nacional, tampoco fácil manejar en su aplicación, sacó un cerrojo que descubre un nuevo escenario electoral.
Días antes del tratamiento en el Congreso, Axel Kicillof había afirmado que “sería impráctico, por no decir inaplicable” el voto con ese sistema. Además, su mano derecha, Carlos Bianco (ministro de Gobierno), advirtió que hay “una cuestión constitucional a analizar” debido a que el artículo 61, inciso 2, de la Constitución provincial detalla que se debe votar personalmente y por boletas en las que consten los nombres de los candidatos, y eso será difícil de plasmar en la Boleta Única. Ratificó Bianco la postura del Gobierno de que es “innecesario” el cambio.
En calle 6 barajan cuatro escenarios posibles ante la implementación de la BUP: elecciones nacionales y provinciales simultáneas con el mismo sistema y urnas distintas; elecciones concurrentes en el mismo día con dos urnas diferentes y dos instrumentos de votación distintos; desdoblamiento parcial con PASO el mismo día y generales en diferentes momentos con chances de dos instrumentos de votación o no; y desdoblamiento parcial con PASO y generales en distintos días y posibilidades de dos instrumentos de votación.
Desde La Cámpora, una fuente le dijo a La Tecla que “se ha hablado poco del tema, pero la única definición es en contra de la boleta única”. En contrapartida, la diputada massista, Fernanda Bevilacqua, presentó un proyecto de ley para implementar la BUP en el territorio bonaerense. Otra vez la interna.
El kirchnerismo no quiere separar los cuerpos nacionales de los provinciales, aunque esa batalla ya la perdió. Ahora va por conservar la papeleta de las listas sábana para que en una misma boleta estén los cargos legislativos provinciales pegados a los de los locales. Por alguna razón, en la superestructura maldicen el nuevo sistema mientras que la mayoría de los intendentes lo festeja, porque entienden que les da más influencia en las listas. Con la BUP cada uno defiende lo suyo y no será fácil para los partidos hacer campaña por las listas seccionales si no hay en ellas referentes locales que sean empujados por los alcaldes.
Un tema sustancial en la decisión de adherir o no a la Boleta Única fue anticipado por el propio Gobernador cuando hizo hincapié en el tamaño de la papeleta. “Si el año pasado medía un metro una sola (la de cada frente electoral), imagínate todas juntas”, cuestionó. Es un problema, que abre incluso la puerta para quienes plantean la eliminación de las PASO, como lo sugirió el jefe de Gabinete nacional, Guillermo Francos.
En la Provincia, desde el bloque de diputados de Unión, Renovación y Fe presentarán en los próximos días un proyecto de ley para eliminar las primarias, un poco basado en el concepto de la boleta inaplicable por su tamaño. El presidente de esa bancada en Diputados, Gustavo Cuervo, aseguró que “en la Junta Electoral bonaerense hay 64 partidos políticos provinciales reconocidos, más 128 agrupaciones municipales, más las nacionales. Muchas de esas fuerzas políticas si decidieran competir con más de un candidato, resultaría una boleta única de dos o tres metros. Por eso sostenemos que la reforma electoral que adopte la boleta única de papel debe necesariamente incluir la eliminación de las elecciones primarias abiertas simultaneas y obligatorias”.
De todos modos, si se eliminara el primer turno electoral tampoco sería la solución para achicar una boleta que puede tener dimensiones siderales. Es que aparecerán en la elección general muchos partidos y alianzas, que estarán porque ya no existiría el piso electoral impuesto por las Primarias. El tamaño, en este caso, pasa a ser un verdadero problema, a tal punto que sólo cinco imprentas en el país podrían imprimirla. ¿Se llamará a concurso para ese negocio millonario?
DesdoblamientoSin un cambio electoral en la Provincia, se va a un sistema de elección diferente que en la Nación y eso obligará a hacer los comicios de manera separada, incluso aunque sean el mismo día serán urnas distintas. El desdoblamiento electoral sería inevitable. Y allí para el Gobierno bonaerense se suman una serie de inconvenientes. Más allá de las dificultades de implementación (ver recuadro de la Junta Electoral) se enfrenta a un gasto multimillonario. Si hubiese tenido que hacer sola la elección general del año pasado, la Provincia hubiera gastado unos 35 mil millones de pesos, y se calcula que para el año que viene sería aproximadamente el doble.
La ley de Boleta Única establece que la impresión de las mismas corre por cuenta del Gobierno nacional y ya no de los partidos políticos, lo que generará discusiones sobre el financiamiento de las entidades partidarias. Además, empiezan a alzarse voces de la oposición que, aunque se siga con la boleta tradicional, quieren que sea la Provincia la que financie las impresiones. “La discusión de reforma política debe incluir, por ejemplo, que el Estado solvente la boleta para garantizar mandato constitucional de la existencia de los partidos y que se puedan presentar a elecciones”, aseguró un legislador de la oposición.
Kicillof ve con buenos ojos el desdoblamiento. No así el kirchnerismo. El hecho concreto es que con el marco legal actual será inevitable y eso constituye un hecho histórico. Desde 1983 hasta acá, la única vez que la Provincia votó en soledad fue el 5 de agosto de 1990, cuando ganó el NO en el plebiscito para aceptar una reforma constitucional, planteada por el gobernador Antonio Cafiero (PJ). Para una elección para cargos ejecutivos o legislativos hay que remontarse a casi 75 años.
Aporta el periodista y analista internacional Lisandro Sabanés que “la última elección en la Provincia separada de Nación por cargos electivos fue el 12 de marzo 1950: triunfo del PJ y extensión de mandato del gobernador Domingo Mercante, que les ganó a Ricardo Balbín (UCR), Orlando Williams Alzaga (P. Demócrata), Teodoro Bronzini (P. Socialista) y José Peter (P. Comunista”.
Aquella vez, Mercante quiso cantar “nuevas canciones”, porque desoyó la sugerencia de Perón de extender el mandato y hacer coincidir la elección provincial con la presidencial dos años después. Ganó, pero fue la última vez que Mercante fue candidato.
Re-re y algo más Sobre la reforma política posible se abren mil especulaciones. Como un tabú del que se habla por lo bajo, pero nunca termina de salir a la luz, está la limitación a las reelecciones, sobre todo de los intendentes. Hay quienes creen que se resuelve con un par de llamados a la Legislatura y el disfraz adecuado para que pase casi desapercibido el cambio de la ley que prohíbe más de dos mandatos consecutivos vuelva a caer en modificaciones que permitan una vueltita más.
Es una yapa difícil de conseguir. La oposición por ahora parece plantada en el no, y muchos no ven razones valederas para que desde el oficialismo todos acompañen el proyecto. Por caso, el massismo impulsó la limitación de los mandatos. Además, como dijo un legislador de diálogo fluido con los muchachos, “¿por qué La Cámpora, que es el grueso del bloque de Unión por la Patria y viene ganando intendencias, te va a habilitar eso? Es un tema que van a tener que dirimir ellos y podría llegarlos a partir si no acuerdan una postura en común”.
Quienes sueñan en el peronismo con la reforma de la ley miran como posibles aliados a los radicales. Pero hasta ahora en los bloques legislativos de ese partido se muestran reacios a cambiar la ley y dicen que las reelecciones, si salen, deberán ser mediante un profundo cambio constitucional que amplíe las autonomías municipales. Parece una utopía en estos momentos. El exintendente y electo presidente de la UCR, Miguel Fernández opinó: “Yo creo que no hay que tocar la ley, y vamos a tener un problema porque muchos intendentes van a dejar de ser intendentes y alguno va a querer legislar, y no hay lugar para todos”.
Ese es uno de los principales argumentos de quienes buscan una nueva modificación pero no encuentran el momento oportuno. Quizá la puerta que abrió Nación con la BUP permita destrabar otros cerrojos en la Provincia, algunos que deberán abrirse sí o sí, como la discusión del sistema con el que se votará y el día del comicio, y otros que pueden permitir el acceso a un cuarto lleno de sorpresas. Se sabrá en los próximos seis meses, después ya no habrá tiempo.
JUNTA ELECTORAL LIMITADA
La imposibilidad de desdoblar si no hay ayuda de la Justicia FederalTras haberse votado la Boleta Única Papel a nivel nacional y con la normativa actual de la provincia de Buenos Aires, que mantiene por el momento la boleta de papel por espacio político, las elecciones deberán ser separadas o en su defecto concurrentes, es decir el mismo día pero con urnas y cuartos oscuros diferentes. Este último caso es un engorro que no tuvo una buena experiencia en los comicios de la Ciudad de Buenos Aires del año pasado, cuando las categorías nacionales se dirimieron con boleta de papel y las de la Capital Federal por voto electrónico.
En cualquiera de los casos, separar las categorías provinciales de las nacionales (que ya no figurarían más en la misma papeleta) significaría que la Justicia Federal deje de hacerse cargo, como hasta ahora, de la elección de gobernador, legisladores provinciales e intendentes, que recaería en exclusiva responsabilidad de la Junta Electoral de la Provincia.
El único antecedente, desde 1983 a la fecha, en el que hubo una elección sola de la Provincia fue en el plebiscito de 1990 para habilitar una reforma constitucional (en el que ganó el NO).
Incluso en esa oportunidad hubo un convenio para que interviniera la Justicia Federal. La habilitación a ese acuerdo quedó plasmada en el Decreto 1287/90, que establecía la necesidad de la reforma constitucional y en cuyo artículo 13 se dictaminó que “la Junta Electoral de la Provincia para el cumplimiento de sus funciones requerirá por sí y por intermedio del Poder Ejecutivo, la colaboración de los organismos nacionales, provinciales y municipales que considere necesarios y convenientes para la realización del acto comicial”.
Así se hizo aquella vez y debería volver a hacerse ahora si no se cambia radicalmente la estructura de la Junta Electoral, dotándola en primer término con un presupuesto muchísimo mayor al actual, tanto para contratación de personal como para la funcionalidad del organismo y el cumplimiento de todas las tareas extras que le devendrán. Todo en el marco de una distancia política abismal entre la Casa Rosada y la Gobernación que podría complicar el paso de competencias fundamentales.
La postura de presidentes de bloque de la oposiciónLA LIBERTAD AVANZA
Carlos Curestis (senado) TERESA GARCIA - SENADORA (UP)
De la “imprudencia institucional” a “entorpecer la elección”La jefa del bloque de senadores de Unión por la Patria, Teresa García, se mostró en desacuerdo con la implementación de la Boleta Única de Papel a nivel nacional y habló sobre el impacto que tendría en la Provincia. En tanto, se refirió a si implica un desdoblamiento de las elecciones y dijo que “el Gobernador tiene la facultad de establecer la fecha de elecciones y si es en el mismo día. Si es en el mismo día, vamos a tener dos urnas. Va a ser muy engorroso el escrutinio de eso”.
Luego, sostuvo que “me parece que es una locura, porque, además, en el supuesto que la provincia vaya con el otro sistema, que no adhiera a la boleta única nacional, también va a ser engorroso, porque es ahí donde va a coexistir la Boleta Única Papel con la boleta tradicional. Eso ya de por sí es engorroso”.
“Hubo mucha insistencia para que esto saliera ahora, en el mes de octubre, ¿cuál es el apuro? Ya estamos sobre el cierre del año, sobre el cierre administrativo del año y hay adelantamiento de los plazos. Salieron con una red a pescar, a ver si pescaban algo en todo esto, pero me parece un acto de imprudencia institucional”, añadió.
En cuanto a un posible desdoblamiento de la elección bonaerense, García aseguró que “eso implica que la Provincia se tiene que hacer cargo de toda la ingeniería electoral, del operativo de seguridad con la policía, con las fuerzas armadas, del uso de Correo Argentino, del traslado de urnas. Es un operativo gigantesco el operativo electoral. La provincia de Buenos Aires tiene aproximadamente 60.000 mesas. Eso implica fiscales de mesa de todos los partidos, fiscales generales, movilidad, comunicación. Es una elección enorme. Me parece que se ha tomado una decisión desde el Ejecutivo Nacional y desde el PRO y algunos sectores del radicalismo que van a terminar entorpeciendo la elección”.
ALFREDO FISHER - INTENDENTE (UP)
Un cambio que no hacía falta, pero con ventajas para los intendentesEl intendente de Laprida, Alfredo Fisher, habló sobre el impacto que tiene en los municipios la Boleta Única de Papel. En ese sentido, dio que “va a ser un tema que tendrá sus ventajas, pero que en mi opinión no tenía sentido en la Argentina, en un sistema electoral que permanentemente ha sido confiable para sus ciudadanos y para su sistema político, donde no ha habido ninguna denuncia sustentable en toda la democracia moderna. Me parece que no es algo que se hubiera necesitado”.
“Nos vamos a adaptar, no cabe duda. No sé si en la provincia de Buenos Aires la decisión sea evolucionar hacia eso o no. Yo digo que lo que funciona bien no hay que cambiarlo”, afirmó.
Luego, indicó: “Si es conveniente o no para mi espacio político, la verdad que no sé. Lo que sí está claro es que el sistema que nosotros usamos tradicionalmente de una boleta, donde estamos todos juntos con un color político, siempre trae aparejada lo que se denomina la tracción”.
Entonces, consideró que “yo soy un intendente que siempre ha sacado más votos en todas las elecciones que se ha presentado que las listas a las que pertenecí a nivel provincial y nacional. Con lo cual estar separado me parece que para esos intendentes es una ventaja, sea el partido que sea. Y para los casos contrarios va a ser una cuestión a superar”.
Más adelante, sobre las reelecciones de los intendentes, explicó: “Nadie más adecuado en un distrito para decidir qué es más conveniente que sus propios electores. No puede un diputado decir ‘no, a vos cambiar el intendente cada ocho años te va a hacer mejor’. No hay ninguna certeza de eso. Esa posibilidad no la conoce nadie mejor que el ciudadano que está afectado por las decisiones del intendente o intendenta”.
ARIEL SUJARCHUK - INTENDENTE (UP)
La oportunidad para “para construir autonomía política de la Provincia”El intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, habló sobre la posibilidad de implementar la Boleta Única en la Provincia y dijo que “esta es la oportunidad histórica que tiene el gobernador Kicillof para construir autonomía política de la provincia de Buenos Aires por fuera de lo que es la elección nacional”.
“Las provincias tienen su propio calendario electoral y eso les garantiza generar identidad política. Los diputados y los senadores nacionales que fueron electos por la provincia de Buenos Aires no se sienten que representan a la Provincia, son senadores de la nación, diputados de la nación, senadores romanos”, añadió.
En tanto, expresó que “no hay una bancada bonaerense ni una identidad política bonaerense como le sucede al resto de las provincias argentinas. A su vez, para mí, el sistema actual ha demostrado no ser transparente, pero la realidad es que más del 70% de la población quiere la boleta única. Entonces no tenemos por qué oponernos, porque con este mismo sistema en otras provincias también se ganaron y se perdieron las elecciones”.
“En cuanto a la Legislatura bonaerense, obliga a tener en las cabezas de la lista a gente representativa. En cuanto al artículo 61 de la Constitución de la provincia de Buenos Aires, que dice que tiene que tener todos los candidatos, figurarán al dorso, estarán con letra chiquita, no dice el tamaño y la tipografía. Si hay vocación política de acomodarlo está, pero fundamentalmente la separación del calendario electoral es una oportunidad para empezar a construir una identidad política bonaerense que hasta ahora no tuvimos”, agregó.
Finalmente, lanzó: “Es la oportunidad para debatir calendario electoral, identidad política e independencia, autonomía municipal, representatividad de los legisladores bonaerenses, reelección o no de los intendentes, y representatividad de las secciones electorales, que todos coinciden en que están desproporcionadas”.