El exsacerdote y padre biológico de Fernando Dente rompió el silencio
Fernando Onetto dialogó con Los ángeles de la mañana (LAM) acerca de las fuertes revelaciones familiares del actor
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La semana pasada, en la tapa de revista Gente, Fernando Dente en primera plana aseguraba: "Aceptar mi identidad me sanó el alma". La shockeante noticia revelaba un secreto familiar que por primera vez salió a la luz en aquella entrevista: antes de morir, en 2009, Adda, su madre, le confesó que su verdadero padre no era José, quien lo crió como a sus otros tres hermanos, sino un sacerdote de quien se había enamorado en un impasse de la relación con su marido.
En aquella oportunidad, Fernando contó cómo fue el primer contacto con el ahora exsacerdote después de enviarle un mail diciéndole que sabía la verdad: "Siempre encontraba excusas para dilatar el encuentro. Hasta que finalmente me visitó en mi departamento. Tuvo cero tacto. Y detecté que había quedado algo resentido de aquella pasión. Lo primero que dijo fue: 'Bueno, sería ideal que hicieras un tratamiento psicológico'. Entre tanto le pregunté cómo había hecho para no hacer nada durante tantos años. '¿Sabés cómo?', me dijo. 'Puse a vos y a tu mamá en un cofre bajo llave y lo tapé con cemento'. Evidentemente no tenía ganas de un vínculo y lo mandé a la mierda. 'La verdad es que prefiero que no nos veamos más', le dije. Y ya".
Pero ahora, Onetto rompió el silencio y decidió hacerlo con Los ángeles de la mañana. Respecto de aquel primer encuentro que narró el actor, el exsacerdote aseguró: "Él tiene una versión del encuentro entre nosotros y yo no me reconozco en ese personaje que él... La verdad es que ese no soy yo". Sin embargo, destacó: "Pero entiendo, entiendo. Es una historia muy dura para él. Tiene que haber sufrido mucho. Ojalá podamos charlarlo esto".
Lejos de la imagen 'fría' que remarcó en la entrevista Dente, su padre biológico comentó: "Yo lo esperé a él con todo el amor. Y ese amor sigue estando dispuesto para que volvamos a charlar. Él lo sabe. Donde estoy yo, él tiene una casa".
Pero de todas maneras, aprovechó la oportunidad para hacer un meaculpa: "Uno no es perfecto, probablemente no encontré la forma de comunicarme bien con él. No era fácil. Fue todo muy abrupto".