La Tecla
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La polarización extrema entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos es una estrategia que ambos sectores comparten. En el largo camino comicial, oficialistas y opositores se tiran con todo, desde las redes, en actos públicos y en declaraciones ante la prensa.
Por caso, el peronismo unido pone sobre la mesa los números de la gestión de Mauricio Macri, tales como el aumento del desempleo, de la pobreza, de la inflación, y la perdida del poder adquisitivo, entre otros. Mientras, el Gobierno se apuntala en una base valorativa entre la herencia, el pasado y la inserción al Mundo.
En ese sentido, la visita del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, a Mar del Plata, sirvió para profundizar la estrategia de la Casa Rosada de cara a las próximas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Es que, en su recorrida, junto a la precandidata a intendenta por la Unión Cívica Radical, Vilma Baragiola, el funcionario nacional sostuvo que: “Si gana el kirchnerismo, Mar del Plata volvería a no tener conexiones aéreas”. Así, señaló que la obra pública quedaría marcada por la “corrupción”.
En ese marco, redobló la apuesta y ratificó: “Córdoba volvería a no tener conexiones y los santiagüeños dejarían de tener posibilidades de viajar en una lowcost. Ellos (peronismo) tienen una mirada muy sectorial y muy atrasada. De la misma forma que no hicieron nada para desarrollar los trenes de carga, de la misma forma que no hicieron nada para conectar autopistas y rutas del país desde un punto de vista logístico, y de la misma manera que no hicieron nada para integrar Argentina con Chile”
De esa manera, el funcionario de Macri apuntó que “el proceso de consolidación del cambio” quedaría interrumpido. En tanto, advirtió que recién sobre el final del mandato presidencial, comienzan a sentirse los frutos de las políticas orquestadas por el líder del PRO.