Los candidatos a presidente y a gobernador de Consenso Federal dialogaron con La Tecla sobre la campaña que llevan adelante, y destacaron las propuestas con las que intentan zafarse de la grieta. Por supuesto, también se hacen un lugar para criticar a Juntos por el Cambio y al Frente de Todos

Los principales candidatos de Consenso Federal, Roberto Lavagna y Eduardo “Bali” Bucca, recorren la provincia en una especie de maratón de campaña. Por supuesto, saben que corren de atrás, por eso es que prefieren no hablar de encuestas y mucho menos de ballotage. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede de un lado y del otro de la grieta, intentan hacer referencia a lo que hay que hacer para salir adelante, intentan mostrar sus propuestas en materia económica, de salud y desarrollo, entre otros temas.

Tratan de ser parejos en la crítica. O sea, le pegan a Juntos por el Cambio y al Frente de Todos. Incluso, el ex ministro de Economía se anima a “denunciar”, entre risas”, que tanto de un lado como del otro les están copiando sus ideas. También hacen un repaso de lo que fue la previa al cierre de listas, de aquellas complicadas horas de negociaciones y mucho más. Lavagna y Bucca llegaron hasta La Plata e hicieron un alto para charlar con La Tecla.

-¿Cómo encaran esta campaña, teniendo en cuenta que las encuestas muestran un gran nivel de polarización entre el oficialismo y el Frente de Todos?
-RL: Encaramos la campaña sobre una base distinta. La polarización es un armado del cual participan tanto el Gobierno actual como el anterior y buena parte de los medios de comunicación. Esa no necesariamente es la realidad. Existe una demanda social que es muy distinta. Hay encuestas que indican que hay un 40 por ciento de la población que preferiría, no querría o les gustaría no tener que votar ni por este gobierno ni por el anterior. Como alguno me dijo el otro día, "basta de tener que elegir entre lo malo y lo peor o lo peor y lo malo". Están buscando otras cosas. Que el armado político, mediático, de factores de poder y demás lo permita es lo que en este caso está en discusión.
-EB: El objetivo es transformar la provincia de Buenos Aires. En algún momento soñé con transformar mi ciudad. Pudimos hacer cambios que quedarán por siempre. Yo creo que en la Provincia podemos tener una política habitacional revolucionaria, modernizando el Instituto de la Vivienda, creando un Banco de Tierras. Estoy absolutamente convencido que podemos mejorar y reformar el sistema de salud. Hacerlo preventivo de una vez por todas y no esperando que la gente se enferme, que sigan muriendo mujeres por cáncer de mama y de cuello de útero.

-Su irrupción como posible candidato sorprendió a muchos, inclusive al propio Gobierno, que no encontraba por donde entrarle. En esos comienzos se hablaba de una tercera vía fuerte, con fotos con Massa, Pichetto, los gobernadores y tantos otros. Pero quedó en la nada, se diluyó. ¿Hace alguna autocrítica?
-RL: Alternativa Federal fue una formación de varios políticos y demás de la cual yo nunca formé parte. Sí tuve diálogo con ellos, pero no fui miembro de ese armado. ¿Por
qué no formé parte? Porque percibía que en ese grupo había gente que en realidad estaba en un proceso de prenegociación para partir hacia un lado o hacia el otro de la grieta, hacia el macrismo o hacia el kirchnerismo. Y el principio que nosotros planteamos desde el punto de vista político allá por enero de 2018 fue "ni Macri, ni Cristina". El tiempo nos dio la razón. La realidad se encargó de darnos la razón.

-¿Se la veía venir? ¿Imaginó que Pichetto podía terminar como Vice de Macri?
-RL: Sí, claro que sí. Por eso no acepté intervenir en supuestos internas y demás, que en realidad eran todas falsas propuestas para negociar cómo se iban del espacio. Eso tuvo su costo. Durante dos o tres meses nuestra acción quedó paralizada, sólo nos dedicamos a explicar porqué esto, porqué lo otro. Y la realidad era la que terminó siendo, la de hoy. Se fueron todos hacia un loado o hacia el otro; salvo Juan Manuel Urtubey que es mi compañero de fórmula. Fue el único que sostuvo aquel principio de "ni Macri, ni Cristina", no se dejó atrapar ni por unos ni por otros, tuvo coherencia.

-¿Teniendo en cuenta que desde Juntos por el Cambio se hace campaña contraponiendo la actualidad con los anteriores 28 años de peronismo, con qué se encuentran en las recorridas por la Provincia?
-RL: Primero que todo nos encontramos con un marketing fenomenal. Esta idea del cambio y eso de que “estamos con ustedes” y “los queremos” no lleva a ningún lado. Un hombre me dijo el otro día “yo no quiero que me quieran, quiero que me resuelvan los problemas”. O sea, no necesito que estén conmigo, necesito algunas cosas objetivas que me permitan producir, que me permitan vivir. Entonces, lo primero que hay que hacer es desmontar toda esa parafernalia mediática y de marketing para luego toparse con la realidad. Y lo cierto es que la realidad de la Provincia es completa. Por supuesto, no toda la responsabilidad es de la administración provincial.

-O sea que no toda la culpa es de Vidal, también de Macri…
-RL: Hay indicadores nacionales que son los que de alguna manera condicionan la realidad provincial. Si la política económica nacional es mala como lo es, es muy difícil que la Provincia de Buenos Aires o cualquier provincia puedas hacer las cosas bien.
-¿Y el candidato a gobernador, qué análisis hacé de esta provincia actual?
-EB: Que a este ritmo necesitamos 200 años más para mejorar la vida de los bonaerenses. Los veo muy lentos a los políticos, a los funcionarios en términos generales, hay que poner más energía, hay que trabajar más tiempo. Yo garantizo ser un gobernador full time, gobernando en la provincia de Buenos Aires, recuperando el espíritu de identidad de la Provincia; peleando por los recursos económicos.

-¿Nota mejoras en los últimos cuatro años?
-EB: Más allá de las mejoras que se pudieron haber hecho, que uno las festeja, me parece que las prioridades están patas para arriba. Tenemos 3.500 barrios populares, denominados villas, en las que millones de bonaerenses viven muy mal. Justamente las personas que viven ahí son las que más se enferman. Los niños que viven ahí son los que nos llenan las guardias de picos de bronquiolitis en invierno. Es muy difícil encontrar a un segmento de la economía que le esté yendo bien. Se pueden decir muchas cosas, pero la realidad está en el día a día. Cuando uno recorre esta amplia provincia se encuentra con que las cosas no están bien, que necesitan de un cambio urgente.

-¿Cómo se explica que en el pago chico del candidato a gobernador no hay candidato a intendente del espacio?
-ED: La explicación pasa por la relación sincera que me une a los vecinos de Bolívar. Una candidatura no es una cuestión de oportunismo, no íbamos a inventar un candidato. El intendente Marcos Pisano es un hermano para mí, crecimos juntos, somos amigos, compartimos un proyecto que nos permitió transformar la ciudad. El entendió que su candidatura encuadraba mejor en el esquema del Alberto Fernández y yo lo respeté. No hubo discusiones ni peleas, nada. El candidato de Lavagna en Bolívar soy yo.

La relación con el FMI
“La negociación por la reestructuración tiene que ser seria y sin ruidos”

-El próximo gobierno, sea cual sea, va a tener que afrontar vencimientos de deuda muy importantes principalmente con el FMI… -¿Qué cree que va a suceder?
-RL: Tanto ellos como nosotros sabemos que hay que renegociarlos, sobre todo reestructurar los plazos de los vencimientos. La gente del FMI estuvo hace un mes conmigo y con Urtubey y obvio que entienden que Argentina tiene que pagar entre 2021 y 2022 unos 57 mil millones, sólo al Fondo. Por supuesto que entienden que es impagable y que hay que ir camino a una reestructuración. Después se verá qué tipo de reestructuración se lleva a cabo, esa que solo se pregunta “dónde firmo”, como hizo el Gobierno y entró en un programa de ajuste que nos está costando mucho. O en base a la actitud de recordarles que este es un país soberano, que tiene otros objetivos que los del Fondo, algunos compatibles y otros no e insistir con la política, pero hay que hacerlo desde los resultados que uno está obteniendo. Hay que demostrar en la práctica que uno tiene un camino alternativo y que ese camino es ni “dónde firmo” ni usar un conflicto con el Fondo con fines de política interna. Si uno hace esto último la credibilidad hacia afuera es cero. Esto se encara con una negociación técnica muy seria y responsable, sin hacer ruido, con toda la dureza que hace falta para defender los intereses nacionales.
-¿Cómo se explica que a sabiendas de la crisis que atraviesa Argentina, el Fondo siga haciendo endeudar a la Argentina, que claramente no puede cumplir con los vencimientos pautados?
-RL: El Fondo siempre hace lo mismo, habría que ir más lejos a discutir ese tipo de actitudes. El Fondo prestó y ahora verá cómo lo arregla hacia delante. Por supuesto, va a intentar condicionar todo lo que se pueda en favor de sus intereses.
-¿Y también va a intentar sostener a este Gobierno?
-RL: Sí, porque en este caso, como en la cabeza de muchos, opera eso de que “este gobierno es malo, pero el anterior fue peor”. No lo estoy diciendo yo ni comparto una expresión de ese tipo, pero es lo que muchos piensan.

Palos para Macri y Fernández
Las medidas urgentes de cara a lo que viene y las “copias” de los K y los M

-Usted habla de “inyectarle dinero al bolsillo de los argentinos de manera casi inmediata” ¿Cómo se hace?
-Hay que subir el salario mínimo vital y móvil, lo cual tiene un inmediato impacto sobre unas 400 o 500 mil personas, que después se va expandiendo en la medida que opera como piso de todo el sistema. No hay que hacer locuras. Se debe ir de manera progresiva pero constante, buscar mejorar. El Gobierno lo acaba de anunciar. Últimamente nos están copiando algunas de las propuestas. Los aplaudimos si van en el buen sentido. Acá importa más el país que lo que uno haga. El tema es que copian sin convicción, como lo hicieron con el ajuste de los créditos. Lo hicieron a medias. No sirve. Todos los créditos personales hay que indexarlos por salario y no por inflación. Esa son las maneras de ponerle plata a los trabajadores en el bolsillo, que vale destacar no va a ir a la especulación financiera, va a ir al consumo.
-¿El empresariado está en condiciones de hacerlo?
-El empresariado se juega el futuro en esto. Si el empresariado apoya la continuidad de un programa de ajuste, el verdadero empresariado industrial está terminado. ¿Por qué?. Ya están en una situación difícil fruto del estancamiento económico de los últimos ochos años. Si a esto se le agregan cuatro años más, no van a aguantar. Si no hay un cambio de modelo, el pato de la boda es el sector industrial. No hay vuelta. Algunos empresarios industriales lo entienden y otros dicen que hay que cambiar de sectores, ir hacia sectores más modernos, que se cierra esto y se abre otra cosa. Son charlatanes de la modernidad. Ya los tuvimos con el gobierno militar, con el menemismo y los tenemos de vuelta ahora.
-¿Encuentra coincidencias con respecto a lo económico con Alberto Fernández, por ejemplo en esto de inyectarle dinero en el bolsillo a la gente?
-Sí, ellos también copiaron cosas. No copian de un solo lado, copian de los dos (risas). Vamos a la realidad, porque hablar es casi gratis (risas) Hoy Argentina arrastra ocho años de estancamiento, con una caída en los últimos dos. Esos ocho años son responsabilidad del gobierno anterior y del actual. Según nuestra impresión, la administración CFK apostó al consumo, pero se olvidó de que alguien tenía que producir. No hubo nada que tuviera que ver con la producción y la inversión. Como conclusión, empezó nuevamente el proceso inflacionario. Y este gobierno apareció con que no importaba el consumo, sino la inversión. Pero nadie invierte en un país que no tiene demanda. ¿Hubo lluvia de inversiones? Sí, pero de Argentina para afuera. Durante tres años salieron 60 mil millones de dólares. Fueron a Uruguay, Paraguay, Colombia, Suiza, Miami, entre otros destinos. No son malos, si uno no tiene demanda y no puede generar rentabilidad, la va a buscar en otro lado. En resumen, no hay punto de contacto con el Frente de Todos. Ellos ven solo un parte de la economía. Si el consumo y la inversión no van de la mano, las cosas terminan mal.

Lavagna x 2

Relato y realidad…
“Con un solo dato se puede diferenciar entre el relato, el marketing y la realidad. Durante esta campaña y también desde antes, el Gobierno ha hablado de la obra pública hasta el cansancio; pero en los seis primeros meses de este año, lo que se invirtió en obra pública es un tercio de lo que se pagó por intereses de la deuda. Esa es la realidad, no el relato”.
Las encuestas…
“El costo de hacer encuestas ha bajado mucho, entre otras cosas por la tecnología. Por ende, el mundo de los encuestadores se ha multiplicado. Hay que tratar de saber quién pertenece al grupo que trabaja de manera objetiva, quien trabaja para determinado político y quien para otro; pero no hablemos de encuestas, si total faltan apenas para las PASO. Ahí vamos a tener los verdaderos números”.

Bucca x 2

Plata en el bolsillo
“Si bien claramente son necesarias y fundamentales las políticas a mediano y largo plazo, hay que empezar trabajando desde el día uno, y lo que es urgente hoy en este país, tal como remarca Roberto Lavagna, es ponerles plata en los bolsillos a los argentinos, a los trabajadores, a los jubilados, recuperar el poder adquisitivo y poner en marcha la maquinaria de la producción”.
Mejorar la salud
“Está bien que se inauguren guardias, pero hay que empezar por el otro extremo. Hay que aprovechar las universidades públicas que hay en la Provincia, generar y promover más recursos humanos. Si se descentralizan mejor los recursos y se incorporan geográficamente las tecnologías en el sistema de salud vamos a estar generando políticas más baratas y efectivas para mejorar los hospitales”.

Acuerdo Mercosur - Unión Europea
“Ni es histórico ni es un desastre”

“Tengo una visión positiva pero prudente del acuerdo, aunque mientras no esté el texto completo no se puede hacer una evaluación de ventajas y daños. Coincido con el presidente de Francia, quien dijo "por ahora todo bien, después vamos a ver". Es bueno un acuerdo de libre comercio, es bueno que el Mercosur se abra un poco, es bueno participar de una economía global. Esto tiene condiciones para que no termine en algo negativo. Por ahora está bien. Ni es histórico como señalaron desde el Gobierno ni es un desastre como sostuvo un candidato a gobernador de la oposición. Ni lo uno, ni lo otro”, reflexiona Lavagna, con respecto al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.

Primera infancia
La primera medida como “Gobernador”

-¿Cuál sería el primer proyecto que enviarías a la Legislatura en caso de ser gobernador?
- EB: La creación de un programa de primera infancia. Para mí, la primera medida que hay que tomar es resguardar y proteger a los niños de la provincia de Buenos Aires en sus primeros mil días. En este proceso de crisis y de dificultad que vive la Provincia y la Argentina, ellos son los más desprotegidos y los más indefensos. Un programa que diga que se garantiza la nutrición, porque en los primeros mil días de una persona se genera casi el 30 o 40% del sistema neuronal. Ahí está el futuro.

Un consejero top
Bucca, uno de los impulsores de “Tinelli gobernador”

-¿Qué le dijo su amigo Marcelo Tinelli acerca de esta candidatura?
-EB: Marcelo siempre me acompaña, es una de las personas con las que hablo mucho y por eso es que lo consulté antes de tomar la decisión. También hablé el tema con Florencio Randazzo.
-Usted era una de las personas que impulsaba a Tinelli para que se meta de lleno en el mundo de la política.
-EB: Sí, claro que sí y lo voy a seguir haciendo. Estaría bueno que se involucre, más allá que no es necesario estar metido en la política propiamente dicha, hay mucha gente que participa desde otro lugar y muchas veces lo hace de mejor manera que los políticos. Desde su fundación, Marcelo ayuda y colabora permanentemente. Quizá en algún momento se decida y participe. Estuvo cerca.
-Se lo llegó a mencionar como postulante a gobernador de la Provincia. ¿Usted estaba entre los impulsores?
-EB: Sí, siempre lo apoyé. Formé parte de varias reuniones en las que él dio a conocer su voluntad de participar. Los últimos movimientos de dirigentes que se dieron en el último tiempo no lo terminaron de convencer y eso obstaculizó su voluntad de participar.

Campaña y maratón
Entre el deporte y el “vos qué hacés papá”

¿Le queda tiempo para el deporte?
-EB: Sí, siempre me hago un lugar. Incluso a nuestra campaña la hemos denominado la Ultra maratón. Pero es la agenda que a veces invisibilizan los medios. El otro día estaba con mis hijos, y en ese momento en un canal hablaban de la agenda de los candidatos a gobernador, pero sólo se referían a la de Kicillof y a la de Vidal. Automáticamente, Jacinto, de seis años, me interrogó: ¿y vos papá, dónde estás, a dónde vas, no decís que te vas a las seis de la mañana? Seguramente fui el que más temprano se levantó y el que más tarde se acostó, pero mi agenda no aparecía. (risas) De todos modos, lo importante es que sí me hago tiempo para el deporte. Ese día terminé corriendo en el Dique de Tandil junto a Néstor “El Rústico” Pereyra, un personaje muy popular en el mundo del running. Es algo que solemos hacer. A lo lugares que vamos identificamos a algún grupo de running y terminamos la jornada corriendo.

El debate
“Es muy importante que podamos debatir, asíque esperamos ansiosos las respuesta de Kicillof y Magario. Es fundamental que se puedan visibilizar las distintas propuestas; no es cierto que solo se puede optar entre dos, estaría muy bien que la gente pueda escuchar a todos los candidatos”, rescata Bucca.

Campaña
Con el “ok” de la familia
- ¿Cómo es para la familia esta campaña dura de recorrida por el interior y el conurbano de días enteros?
-Mi viejo desde chico me enseñó que en la vida hay que ir para adelante. Mi viejo es médico, cirujano, una persona que me ha transmitido sus valores con mucha sensibilidad social ante todo. Y además es peronista. Y la familia acompaña, es muy importante la contención de mi señora, mis hijos. Yo amo hacer esto, salir, lo llevo adentro, me gusta mucho el contacto con la gente, como lo tuve con mis vecinos de Bolívar y lo sigo teniendo. Y me gusta la gestión, me gusta el hacer y alumbrar las cosas que tenemos en la Provincia.

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