15 de agosto de 2019
EFECTO PASO
Crece la presión sobre Macri para que modifique el equipo pese a su negativa
Todas las miradas, dentro y fuera del oficialismo se posan sobre dos ministros, y la presión hacia el Presidente para que remueva a Marcos Peña y Nicolás Dujovne es cada vez mayor. Los nombres que suenan para descomprimir la situación.
“Nos fue tan mal en las elecciones porque la política económica ha sido un fracaso”. La frase se repite como las balas de una ametralladora a repetición en distintos sectores del oficialismo. “La campaña fue un fracaso y el manejo político del gobierno también”, es el otro reproche más corriente entre los dirigentes del oficialismo, que todavía no logran salir del espasmo que les causó la derrota electoral del domingo.
El lunes, Mauricio Macri, casi encaprichado en embarrarla aún más en su contra, no sólo acusó al ganador de las elecciones de la disparada del dólar de ese mismo día a la mañana, sino que ratificó a su gabinete. Pocas horas después parece insostenible que el Presidente pueda cumplir con ese deseo íntimo, y existe una enorme presión política y económica para que dé señales de cambio. El stablisment pide las cabezas de Nicolás Dujovne y Marcos Peña.
Está más que claro que “el mejor equipo de los últimos 50 años” perdió por goleada el primer partido de la final. Pero aun así el director técnico se resiste a sacar de la cancha al arquero que no ataja una (el titular del palacio de Hacienda), y el capitán que distribuye pésimamente el juego y encima se lleva mal con otras estrellas del club (el Jefe de Gabinete). Sin embargo, la dirigencia de Cambiemos parece estar harta de los malos resultados y exige modificaciones ya. También las piden, y a gritos, los sponsor; esos mismos que apostaban por esta camiseta pero ya abrieron negociaciones con el ganador.
En ese contexto, los rumores cada vez más fuertes indican que Dujovne finalmente terminaría afuera del gobierno y que Marcos Peña, alter ego de Macri, emigraría de la Jefatura de Gabinete al ministerio de relaciones exteriores, actualmente ocupado por Jorge Faurie. Curioso, Faurie es quizá uno de los pocos que puede mostrar resultados concretos en su gestión de los que el Gobierno salió muy bien parado. Por caso, la organización de la Cumbre del G-20 y el acuerdo Unión Europea-Mercosur, del que se siente padre. Su destino podría estar en la embajada de Brasil.
Para ocupar el lugar de Peña suena el nombre del senador y candidato a vicepresidente de Macri, Miguel Angel Pichetto. En tanto, se habla de la posibilidad de que Rogelio Frigerio sea el responsable de la economía de aquí al final del mandato de Cambiemos. Otro de los nombres que se menciona como posible reemplazante de Dujovne es el del ministro de Economía de la Provincia, Hernán Lacunza.
En caso que Frigerio se mude de cartera, su lugar en el ministerio del Interior sería ocupado por el actual presidente del bloque de Cambiemos en Diputados, el radical cordobés Mario Negri.
El que ya se fue y difícilmente vuelva es el gurú Jaime Durán barba, sobre quien también pesan las responsabilidades de la derrota y que se fue quedando con cada vez menos adeptos dentro del Gobierno, sobre todo de aquellos que provienen de la política y gustan de otras formas de llevar adelante los procesos políticos y electorales. Dicen que lo mandaron de vacaciones casi obligadas.
Aunque fuentes de la Casa Rosada niegan que esa movida se vaya a producir en las próximas horas, y aseveran que Macri no sacará a Peña, lo cierto es que las versiones están lejos de ser infundadas y responden a una movida muy fuerte que pretende espabilar a Macri, quien todavía parece bajos los efectos del shock, y jugar la última carta que creen posible para ver si logran calmar a los mercados (que hoy se mostraron un poco menos inquietos) y reacomodar aunque sea un poco el tembladeral político provocado por el resultado electoral. Por supuesto que es el Presidente quien tiene la última palabra, pero la presión para que haga un cambio en el equipo y modifique la estrategia es cada vez mayor.