La Tecla
Todos los derechos reservados
“El peronismo es como un tiburón, huele sangre y ataca”, sostuvo a LaTecla.info uno de los hombres del Partido Justicialista bonaerense luego del desempeño electoral del último domingo. Claro, la paliza en las urnas del candidato a gobernador de Todos, Axel Kicillof, contra María Eugenia Vidal, no solamente dejó herida a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Junto con la mandataria provincial, muchos intendentes del oficialismo quedaron contra las cuerdas y al borde del golpe final.
Es que, los 18 puntos de diferencia a favor del actual diputado nacional, así como los 15 puntos favorables para Alberto Fernández sobre Mauricio Macri, tienen su correlato en todo el territorio provincial y no solo en el Conurbano. Es que, el histórico bastión peronista tuvo un desempeño comicial acorde a su tradición y no estuvo en soledad, después de varias elecciones, el interior volvió a optar por el peronismo para el sentarlo en el Sillón de Dardo Rocha.
Los denominados “grandes del interior” fueron centrales en los actos comiciales de 2015 y 2017 para que el ahora extinto Cambiemos revierta el apoyo del Conurbano al peronismo. Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata, Olavarría, Junín, como principales focos, en aquel momento, optaron por alinearse al macrismo. En tanto, las PASO arrojaron un escenario diferente y donde no se impuso Todos, al menos quedó al borde de dar el golpe.
Por caso, en el gigante del sur bonaerense, Bahía Blanca, el senador Federico Susbielles acabó a casi cuatro mil votos de diferencia del actual alcalde Héctor Gay que respecto a los comicios últimos perdió unos ocho mil votos. Claro está, en el distrito de la Sexta Sección, hubo cerca de 21 mil votos en blanco. Eso, sumado al deterioro del jefe comunal que, según encuestas propias, inició la campaña a ocho puntos de ventaja y llegó a las urnas con poco más de dos por ciento. Así, “Chubi” ya se reunió con el candidato a Presidente más votado, Alberto Fernández, de cara a trabajar en la segunda etapa de la campaña.
En tanto, en Olavarría, Federico Aguilera dio una de las sorpresas de la Provincia y se posiciona favorablemente de cara al 27 de octubre. Es que, los menos de 2.500 votos de distancia con el macrista Ezequiel Galli, lo ubicaron para dar el batacazo en las generales. Incluso, según pudo saber LaTecla.info, mediciones locales dan cuenta de un deterioro del candidato de Roberto Lavagna, José Eseverri, con votos que se trasladan a Aguilera. De esa manera, se reforzará el alineamiento a Kicillof y capitalizar el 52,5 por ciento de adhesiones del ex ministro de Economía. Además, en el distrito sostienen que “Galli llegó a su techo”.
Otro de los gigantes en pugna es La Feliz, con el alcalde Carlos Arroyo claramente desgastado y en salida, el kirchnerismo busca consolidar a Fernanda Raverta. La diputada nacional ya mantuvo reuniones con Kicillof y Alberto Fernández para alinear el segundo tramo de la campaña de cara a mantener los 105 mil votos que logró en las PASO. Así, en el espacio apuntan a consolidar las 30 mil papeletas de distancia con el macrista Guillermo Montenegro, sumado a un poco participación de Vilma Baragiola en el traslado de su votante. Claro, la radical logró 53 mil adhesiones y debe traspasar al menos 26 mil votos a su rival. Un número elevado. Así, apuestan a que el tercer lugar alejado de Gustavo Pulti, pierda votos y se incorporen a Todos para alinear al gobierno local, provincial y nacional.
Asimismo, en la Cuarta Sección, más precisamente en Junín, el botín no solo es la conducción comunal sino dar un golpe de lleno en uno de los focos de poder de Macri en el interior. Allí, Todos fue la fuerza más votada por unos seis mil votos de ventaja y la interna quedó en manos del massista Mario Meoni. En ese sentido, desde la conducción nacional del espacio de unidad peronista dan por contado que la kirchnerista Victoria Muffarotto jugará de lleno en consolidar a Meoni como jefe comunal y acabar con uno de los jóvenes M, Pablo Petrecca.
De esa manera, el peronismo avanza hacia octubre con la mirada puesta en extender el batacazo provincial y quedarse con el mando de los grandes del interior.