31 de diciembre de 1969
Exclñusivo La Tecla: com...
Notablemente irritado, el ministro Zin respondió a las críticas en su contra
"Es una estupidez. ¿A usted le parece que yo, a esta altura del partido y en este lugar tan sensible, puedo estar pidiendo autos importados? Es una tontería. ¡Dicen que me construí un jacuzzi en la oficina! ¿Puedo ser tan estúpido de hacer semejante pedido en un área tan sensible como ésta? Además, los autos importados y el jacuzzi los tengo en mi casa", dijo el ministro de Salud a La Tecla
“¿Cómo voy a ser tan estúpido de comprarme un auto con la plata de la provincia de Buenos Aires?”. La avanzada telefonía celular aún no ha diseñado un sistema que determine el nivel de pulsaciones de los usuarios. Pero es evidente que al otro lado de la línea, el ministro Claudio Zin está irritado. Sucede que desde que el mediático doctor puso un pie en la cartera de Salud bonaerense, comenzaron a circular rumores que daban cuenta de una serie de supuestas excentricidades de su parte.
Puntualmente, las versiones indicaban que Zin había mandado a construir un jacuzzi en su despacho y que se había mostrado molesto porque el vehículo oficial que le concedían era un Peugeot 307, por lo que había solicitado que su auto fuera un lujoso Audi. Se dijo incluso que el ministro había ordenado que personal masculino concurriera a trabajar “de camisa y corbata”, y que el femenino “no podría vestir faldas cortas ni lucir escotes”.
Pero lo que en un inicio era sólo un runrún de pasillo se convirtió luego en un pedido de informes del bloque de senadores provinciales de la Coalición Cívica, a través del cual se pretende conocer si el ministro “se ocupa más de la imagen que de la salud”. A ello se sumó que la Comisión Interhospitalaria del Conurbano y Provincial (Cicop) denunció el cierre de salas por la falta de personal, el no pago a becarios y el incumplimiento con proveedores.
Consultado sobre estas cuestiones, el titular del área de Salud explicó a La Tecla: “Es una estupidez. ¿A usted le parece que yo, a esta altura del partido y en este lugar tan sensible, puedo estar pidiendo autos importados? Es una tontería. ¡Dicen que me construí un jacuzzi en la oficina! ¿Puedo ser tan estúpido de hacer semejante pedido en un área tan sensible como ésta? Además, los autos importados y el jacuzzi los tengo en mi casa. No me hace falta venir a un ministeriopara tener eso. Lamento mucho que funcionarios elegidos por el pueblo pierdan el tiempo en esas tonterías. La realidad es que le pedí al IOMA -una dependencia de este ministerio- que me prestara un auto, porque el mío tiene 300 mil kilómetros y temo quedarme en la ruta. Me dieron un Megane nacional”.
Sin ocultar su bronca, más tarde agregó: “No puedo creer que se haga un pedido de informes desde el Senado para ver si me compré un auto importado.¿Cómo voy a ser tan estúpido? Sólo un idiota puede pensar eso. Lamento mucho que funcionarios elegidos por el pueblo estén pensando de este modo sobre losministros del gobierno”. Luego, se preguntó: “¿Qué hice yo más que pensar en este gobierno, más que trabajar 14 horas por día viendo cómo resuelvo el desorden y el caos que han dejado? ¿Cómo voy a hacer semejante cosa? ¿Cómo alguien puede pensar que voy a venir al ministerio a hacerme unjacuzzi o un sauna? ¿Soy idiota, yo? ¿Tengo 35 años de médico de estúpido? ¿Pasé mi vida pensando en llegar al ministerio solamente para comprarme un auto importado? ¡Pero, por favor!”.