7 de septiembre de 2019
FATALIDADES
La ruta y los intendentes, un vínculo mortal
Jorge Cortés no fue el primer jefe comunal que perdió la vida en un accidente de tránsito. Desde 1983 hubo otros seis casos. Además, el resto de los alcaldes que fallecieron mientras se encontraban en funciones
“Otra vez, los intendentes del interior es-tamos muy expuestos; estuvimos charlando hace un par de horas, no se puede creer”, decía ante La Tecla un alcalde de la Cuarta, colega y amigo de Jorge Cortés, el jefe comunal que apenas un rato antes, a los 53 años, había encontrado la muerte en la ruta provincial 6, a la altura de San Vicente. Había participado del acto que Axel Kicillof encabezó en Avellaneda junto a los candidatos del Frente de Todos de los 135 municipios.
El vehículo en el que se trasladaba el mandamás de Hipólito Yrigoyen, un BMW 2000, despistó y cayó a un profundo zanjón al costado de la cinta asfáltica. Los dos acompañantes de Cortés, Martín Arpigani -secretario de Gobierno del municipio- y Pablo Martínez -diretor de Presupuesto-, fueron trasladados al hospital “Ramón Carrillo” de San Vicente, con heridas leves, y a las pocas les dieron el alta.
Por supuesto, esta no fue la primera vez en que un intendente en funciones pierde la vida en un accidente de tránsito, y seguramente no habrá sido la última. Por caso, desde la vuelta de la democracia a esta parte fueron exactamente siete: el mencionado Cortés; Ricardo Callegari, de General Belgrano; Martín Callegaro, de Nueve de Julio; Fernando Soler, de Mar Chiquita; Domingo Taraborelli, de Necochea, Hugo Catellani, de Salliqueló, y Agustín Monge, de Tordillo.
Para el primero de los casos hay que re-montarse hasta 1988, más precisamente al 13 de agosto, hace 31 años. Según las crónicas de la época, era una tarde con lloviznas. En una colisión frontal con un camión, sobre la ruta 88, a pocos kilómetros de Necochea, falleció Domingo Taraborelli, el intendente de la democracia. También murieron tres docentes que, luego se supo -tal como informó El Eco-, habían subido al automóvil pocos kilómetros antes, donde se encontraban haciendo dedo.
En tanto, el 8 de junio de 1993, en uno de esos tantos viajes a La Plata relacionados a la rosca previa a las legislativas de ese año, en un fatal accidente ocurrido en la ruta 215, entre Brandsen y la capital provincial, perdió la vida, a los 45 años de edad, el mandamás municipal de General Belgrano, Ricardo Callegari (PJ). Había sido electo en 1987 y reelecto en 1991. Venía de superar un duro cáncer, que, como dicen en el pueblo, lo había tenido a “maltraer”. Su chofer sufrió varias fracturas, pero se salvó.
Tres años más tarde, también en cercanías de La Plata, le iba a llegar la hora al por entonces mandamás de Salliqueló, Hugo Catellani, que había asumido en diciembre de 1993. El auto en el que viajaba impactó contra un camión en la avenida 44, en proximidades del cruce de Etcheverry. Lo acompañaban Néstor Benito, titular de Catastro, quien también perdió la vida, y Daniel Sierra, director de Cultura, quien resultó con diversas heridas. Reemplazó al alcalde en el cargo, hasta 1997, Víctor Elizalde.
Cuatro años después, en el 2000, se iba a topar con la muerte el intendente de Mar Chiquita, Fernando Soler. Esta vez no fue en la ruta, sino en un camino vecinal (une Libertad con Mar Chiquita) cercano a las rutas 2 y 11, a tres kilómetros de la localidad de Viboratá y a 20 de Mar del Plata. Ocurrió el 19 de septiembre en horas de la noche. Según el informe policial, el auto en el que viajaba se fue en una curva, despistó y terminó volcando. Lo acompañaba Juan Escujuri, secretario de Cultura y Edu-cación local, quien sufrió distintos golpes y contusiones.
En 2002, el 17 de mayo, el intendente que murió tras protagonizar un accidente de tránsito fue el doctor Agustín Monje, de Tordillo. Tenía 46 años. El hecho sucedió alrededor de las 13 horas, en la ruta 36, a la altura de la localidad de Bavio (kilómetro 106). También murió su secretario privado, Gastón Alberghini (22). Tras la colisión frontal, el alcalde fue internado y operado de urgencia en el hospital Melchor Romero de La Plata, pero no sobrevivió. Había sido electo en 1995. Lo reemplazó el actual mandamás, Héctor Olivera.
Por último, en la madrugada del 9 de marzo de 2005, a los 35 años, perdó la vida el intendente de 9 de Julio, Martín Callegaro. El trágico choque (embistió a un camión por la parte trasera) se produjo sobre la ruta nacional 5, en cercanías de Mercedes, increíblemente a solo siete kilómetros de donde cuatro años antes se había matado su padre, el diputado Héctor Callegaro, también tras chocar con un camión que circulaba en el mismo sentido. El auto (Ford Escort) era conducido por el secretario del bloque del PJ en el Concejo, Daniel De Sogos, quien resultó ileso. Aunque no murieron, otros tantos jefes comunales sufrieron accidentes en los que terminaron con heridas, incluso de gravedad, como Carlos Gorosito, de Saladillo, luego de que la noche del 27 de octubre de 2010 su auto chocara contra una camioneta, en la ruta 205 (Km. 165). El dirigente radical estuvo varios meses internado y tuvo que soportar un buen número de cirugías. Su hermano, Julio Gorosito, por entonces se-cretario de Gobierno, acompañante, falleció a los pocos días de ocurrido el accidente.
También encontraron la muerte en las rutas de la Provincia otros dirigentes que no necesariamente eran intendentes, como Gastón Guarraccino, senador y candidato a jefe comunal de Necochea, quien falleció du-rante la noche del 6 de abril de 2011, sobre la Autovía 2, a la altura de Chascomús, tras chocar contra la parte trasera del acoplado de un camión. El subsecretario de Trabajo de la gestión Scioli tenía apenas 43 años. n