Tiempo después de la boda entre Pampita y Roberto García Moritán, la niñera de sus hijos Viviana Benítez la denunció por explotación laboral, hostigamiento y malos tratos. Además reveló intimidades en todos los programas de espectáculos, por lo que sufrió una contrademanda por calumnias e injurias por parte de su expatrona que está asesorada por Fernando Burlando.
En el presente, Pampita optó seguir actuando en consecuencia, como siempre y afirmó en una entrevista televisiva: "si uno tiene la conciencia muy tranquila no hay extorsión posible.Yo me relaciono como en todos los ámbitos de mi vida, toda la gente que está a mi alrededor es inevitable que yo les tenga afecto, que seamos familia. Toda la gente que trabaja conmigo la quiero mucho, el lado humano me importa mucho, es una idea y vuelta. Yo sigo confiando, sigo pensando que la gente es buena, sigo dando mi versión. Uno no puede andar por la vida pensando mejor me pongo un caparazón".
Por último, tomó la decisión de contratar a un niñero para el cuidado de sus hijos, sobrinos e hijastros: "sí, en el verano. Es que tenía cinco varones en casa, mis tres hijos, mi sobrino y el hijo de Robert. Así que es mucho mejor alguien que juegue el fútbol, que se meta a la pileta y que juegue a la play, era perfecto".