Por el avance del coronavirus, para prevenir que continúe su propagación, el Gobierno nacional decretó el aislamiento de las personas. Por ello, la gente permanecerá en su casa hasta nuevo aviso. Sin embargo, las rutinas físicas pueden hacerse en el interior del hogar, mediante sesiones digitales con sus instructores de confianza, con otros que dispongan de sus materiales en las plataformas digitales o tomar el camino autodidacta con flexiones, estiramientos y pesas, entre otras actividades. Lo más importante es estar en movimiento para no perder el entusiasmo, el bienestar y el tono muscular.
También, el ejercicio físico colabora para transitar estas situaciones lo mejor posible, pues enfoca los pensamientos en otros lares y permite estar activo sin perder la calma. Para sobrevivir a las aristas del aislamiento existen herramientas emocionales, si se quiere, que posibilitarán sobrellevar la angustia de esta situación poco frecuente. Por ello, las pautas que reducirán el malestar tienen que ver con los planes de entrenamiento, pero también con prácticas como meditación, yoga y estiramiento, entre otras.
Desde que nace, el ser humano es social por naturaleza, y la limitación del contacto con los demás puede ser muy difícil. En este contexto de pandemia por el coronavirus, el Ejecutivo nacional decretó medidas extremas para evitar su propagación, y el aislamiento voluntario en nuestros hogares puede generar crisis de ansiedad y molestias varias. Sin embargo hay que insistir en vivir el encierro de la mejor forma posible, pues es solo temporario, y las disposiciones tomadas tienden al bienestar general. Este momento transitorio puede vivirse con actividades en el interior del hogar, con determinadas pautas y consejos para hacerlo más llevadero: es importante evitar el exceso de información, puesto que los medios de comunicación están constantemente relevando sobre esta temática, y eso puede generar ansiedad en el público receptor.
En dicho contexto es fundamental elegir una franja horaria para llevar a cabo el entrenamiento, y el resto del tiempo puede ocuparse, por ejemplo, en lecturas, otros deportes, música y trabajo online. Los primeros días serán fáciles de llevar, y una vez que pase el tiempo, quizá aumente la sensación de agobio; por ello, las rutinas son importantes. Si bien a menudo intentamos huir de ellas, una certera planificación, con horarios fijos, ayudará a mantenernos ocupados.
Además de ejercicio físico, para liberar tensiones y generar endorfinas, es recomendable fomentar la faceta creativa en manualidades artísticas o aprender a tocar un instrumento. De esta manera, apoyándonos en nuestros seres queridos y gracias a las nuevas tecnologías, tendremos las herramientas para colaborar con el aislamiento preventivo.