Nueva técnica laser para hernias de disco
Hoy en día para reparar la hernia de disco se realiza una cirugía láser que tan sólo requiere una cicatriz de cinco milímetros y el mismo día ya se puede caminar.
El Percutaneous Láser disc Decompression (PDL) o descompresor de disco por laser, ha sido diseñado y optimizado para tratar las Protusiones y Hernias discales, mediante la vía percutánea.
El Láser PLDD para la descompresión percutánea del disco intervertebral es una nueva técnica mínimamente invasiva, que se puede realizar de forma ambulatoria (sin ingreso hospitalario) y que ha demostrado ser segura y rápida. El PDDL es diferente a una cirugía abierta y no es necesario la aplicación de anestesia general.
La ventaja principal de esta técnica es que no hay interferencia con los músculos, venas o arterias ni tampoco manipulación de los nervios lumbares.
La hernia discal es una protusión o abombamiento de una parte del disco intervertebral que se manifiesta fundamentalmente cuando entra en contacto con la raíz de un nervio. A nivel lumbar afecta a una de las raíces del nervio ciático y desencadena una lumbociática. “Si no se trata puede dañar el nervio y producir pérdida de fuerza, de sensibilidad, etc.”, asegura Fernández Molina
El diagnóstico de la hernia discal se realiza con técnicas de imagen como la resonancia magnética, y como primera medida se indica un tratamiento conservador. “Algunas veces el dolor dura dos o tres semanas y se resuelve con reposo y la administración de antiinflamatorios. Sin embargo, puede convertirse en un dolor continuo que se mantiene a pesar de estas medidas, por lo que se plan tea una alternativa más agresiva”. El objetivo es conseguir que la hernia no comprima el nervio, para lo que tradicionalmente se ha indicado tratamiento quirúrgico.
La técnica
El tratamiento de la hernia discal mediante láser se inicia con una punción lateral a 7 cm de la línea media vertebral lumbar. Mediante control radioscópico se introduce una aguja de 1 mm de diámetro en el centro del disco, se retira el fijador y se mete a través de la aguja la fibra del láser, de tal manera que sobresalga unos 5 mm de la punta de la aguja. “Esta técnica produce en la zona tratada un calentamiento de más de 800 grados en una milésima de segundo, con la ventaja de que el tejido que se encuentra a 3 mm no sufre ninguna variación de su temperatura. El láser produce de esta manera una volatilización muy localizada y controlada del disco hasta disminuir su presión interna, y conseguir la retracción de la hernia. El tratamiento se completa con la aspiración de los gases causados durante la aplicación de la técnica”.
El doctor Guillermo Fernández Molina cuenta con una experiencia de cerca de 200 pacientes tratados con esta técnica, que muestra unos resultados satisfactorios en un 85% de los casos. Estos pacientes obtienen la recuperación total de su actividad física, sin dependencia de fármacos y sin déficit neurológico. “Son unos resultados muy similares a los obtenidos con la microcirugía pero con la ventaja de que se realiza con anestesia local y de forma percutánea, por lo que no deja cicatriz, ni fibrosis postoperatoria”.
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