El coronavirus golpeó al gobierno de Tandil, encabezado por el radical Miguel Lunghi, que se vio sorprendido por la muerte, a los 62 años, del director de Cultura del municipio, Miguel Rouaux.
El funcionario tandilense se encontraba internado en el Hospital local, concretamente en la sala de terapia intensiva, luego de agravarse su estado de salud a causa del Covid-19.
Rouaux fue el creador y líder de la Peña Tradicionalista El Cielito, formador de varios ballets folclóricos en la ciudad, además de uno de los mentores del Festival de la Sierra, el primero competitivo de la provincia de Buenos Aires.
Tras el fallecimiento del responsable de Cultura municipal, el intendente Lunghi expresó en una carta, difundida por las redes sociales:
“No salimos de un golpe que llega otro y así transcurrimos los tandilenses este tiempo terrible y doloroso donde el coronavirus se lleva vidas e ilusiones. Ahora se sumó otra pérdida, la del querido Miguel Rouaux, un hombre joven, que todavía tenía mucho por dar al Tandil que siempre amó. Se nos ha ido, ante todo, una persona de bien, un apasionado del folclore, un profesor admirable, un dirigente que hizo de la Peña El Cielito su mejor sueño, y un director de Cultura cuya función trasciende el cargo: fue, con todas las letras, un trabajador de la cultura, de las personas que están detrás de la escena, gestionando, poniendo el hombro, con la humildad y la voluntad como fuerzas motoras de su gestión. Miguel fue un hombre querido y respetado, un hombre de un enorme corazón que supo claramente entender el valor que tiene trabajar para la comunidad, ponerse a su servicio. Fue un luchador incansable, un referente de la cultura, un hacedor de bailarines, alguien que hizo de la identidad y la tradición una forma de vida, de sociabilidad y de integración. Fue el mentor de un ícono folclórico al que le dio el nombre: el Festival del Sierra, creado en 1983. Fue formalmente mi director de Cultura desde el año 2020 pero, reitero, Miguel estuvo siempre con nosotros más allá de tal o cual cargo: estuvo donde hay que estar, en el día a día, en cada fin de semana donde había un acto, un espectáculo, un evento, lo que fuera, tanto para dar una mano tendiendo unos cables, cargando un bafle y poniendo por delante la dignidad del artista. Se nos fue Miguel. Duele y duele mucho. Podría decir que era un hombre de nuestro equipo de gestión, pero sería injusto acotarlo sólo a esa función por la gran dimensión de su trayectoria: era un hombre de Tandil, de sus amigos y sus instituciones, simple, sencillo, cordial, un tandilense que entendió al folclore, la enseñanza, la gestión institucional y la gestión de gobierno como un todo al que dedicarle la vida entera. Siempre lo vamos a querer”.
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