15 de octubre de 2021
ECONOMÍA
Informe apuntó contra la “ausencia de una política antinflacionaria consistente”
Lo afirmó un trabajo de la consultora Marangoni y Rodríguez Asociados, tras la difusión de los 3,5 por ciento de inflación de septiembre. Según estimaron, a fin de año se podría superar los 50 puntos interanuales. En ese sentido, observaron las falencias en las acciones del Gobierno en los “controles de precios”.
Luego de la publicación del número de la inflación del mes de septiembre, que tuvo un repunte del 3,5 por ciento, un informe realizado por la consultora Marangoni y Rodríguez Asociados apuntó contra la “ausencia de una política antinflacionaria consistente” del Gobierno nacional.
Según observaron, la cifra inflacionaria “fue por encima de lo esperado y proyectado por el mercado, donde casi todos los componentes del Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostraron una significativa aceleración respecto a lo que se había observado durante el mes de agosto”
“Las políticas de controles de precios e intervenciones, atraso cambiario y tarifario no han tenido los resultados esperados, con los datos a la vista”, afirmaron.
El informe estimó que ya ante un Gobierno que “no logra encauzar el sendero de desinflación”, es “probable que el año termine cerrando en niveles muy cercanos al 50 por ciento interanual, con las consecuencias que ello tendría en materia de deterioro de los ingresos”
En ese sentido, afirmaron que “el diagnostico oficial sobre el problema es errado” ya que hay “una aceleración general de los precios de la economía por ausencia de una política antinflacionaria consistente”.
“Los desequilibrios macro (fiscales, monetarios y financieros) más inercia y puja distributiva son ya imposibles de seguir tapando con parches”, indicaron.
Y agregaron: “Esta dinámica impacta principalmente en la canasta básica y el consecuente aumento en los niveles de pobreza, haciendo cada vez más difícil a las familias poder llegar a fin de mes”
En ese contexto, destacaron que “todas las categorías del IPC mostraron una aceleración en la dinámica de aumento de precios”.
Por otra parte, apuntaron contra la “falta de coordinación monetaria y la laxitud de la política del Banco Central” en el comportamiento de los precios.
Pese a todo, destacaron que la autorización de incrementos “principalmente en salud, educación y comunicaciones dicha dinámica mostró cierta reversión, con los regulados y servicios comenzando a acercarse a la inflación núcleo, que presentó una dinámica muy similar a la de los bienes”
En sus conclusiones, el estudio señala que el “camino no es profundizar controles y congelamiento de precios, como la reciente medida del flamante secretario de Comercio”, Roberto Feletti
“Se puede entender la motivación política y la necesidad de calmar algo el comportamiento inmediato de los alimentos, pero el efecto será muy acotado y probablemente luego de un mes los precios vuelvan a acelerar”
Según afirmaron, la política de “tranquilizar” la economía y “ordenar la macro ya no puede dar respuestas adecuadas sin considerar cada vez una estabilización en serio”, señalando que “los desequilibrios macroeconómicos prácticamente son imposibles de tapar con parches como los actuales, y más aun cuando las medidas son descoordinadas”.
“La crisis política (ahora en ‘tensa calma’ hasta el 14N) en la coalición oficialista no hizo más que empeorar la situación y hacer más difícil el enfoque gradualistas para lidiar con los desequilibrios”, añadieron.
Y concluyeron: “El anuncio de un acuerdo con el FMI es de mínima una precondición para comenzar a anclar las expectativa y dar algo de aire en lo que respecta al mercado financiero. Las reservas quedarán en un nivel crítico a fin de año, lo que sumado a la debilidad de la demanda de pesos configura un escenario peligroso que requerirán decisiones profundas al máximo nivel de gobierno”.