Guerra Rusia - Ucrania: el impacto petrolero en el país
El bloqueo al país gobernado por Vladimir Putin disparó el precio del barril de crudo, lo que en principio abre un escenario de oportunidades para la industria hidrocarburífera. Pero hay una contracara que enciende todas las alarmas: el invierno asoma muy problemático y con posible desabastecimiento de energía
La guerra entre Ucrania y Rusia no solo es un enfrentamiento bélico con consecuencias incalculables para la vida de los europeos, sino que a medida que persiste en el tiempo, los coletazos del conflicto alcanzan dimensiones que cruzan la frontera del viejo continente. En este punto influyen las sanciones que le aplica la comunidad internacional al país invasor, como así también la especulación de quienes aprovechan la oportunidad que genera la crisis.
Sin ir más lejos, el bloqueo de Estados Unidos a Rusia para la comercialización del petróleo generó una suba sin precedentes en el precio del barril. El embargo llevó la cotización del Brent a 132 dólares y amplió la diferencia con el doméstico a más del 100%.
En Argentina, esta disparada de los precios derivó a que varias las empresas productoras planifiquen exportar los saldos que tienen. Sucede que, mientras el crudo liviano de Argentina podría estar exportándose a más de 120 dólares por barril, por la Ley de Abastecimiento las empresas deben primero satisfacer la demanda de las refinerías argentinas, que hoy abonan en promedio 57 dólares por barril.
Al margen de la oportunidad que representa la comercialización del crudo, se presenta el problema del incremento de los combustibles por un lado, pero por otro, uno mucho mayor que no está en la agenda pública por estos días y puede tener consecuencias muy serias para el país. De cara al invierno, Argentina deberá importar gas -como lo ha hecho siempre- y no está garantizado el suministro que se necesitará para afrontar los meses más fríos y de mayor demanda energética del año.
"Argentina está ante un escenario muy complicado"
"El conflicto en Europa afecta a la Argentina porque el país es un importador neto de energía. Una parte importante del consumo, en particular en el invierno, hay que importarla. La parte relevante es en primer lugar gas y en segundo gasoil. Ambos son recursos energéticos claves para la Argentina porque el 65% de la energía eléctrica se genera quemando gas", apuntó a La Tecla Patagonia el consultor en Energía y Servicios Públicos, Alejandro Einstoss.
El analista es además economista e integrante del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi. "Las importaciones de energía son cruciales para la Argentina. Nosotros vamos a tener que enfrentar un precio en este invierno 6 veces más grande que el año pasado, a causa de la guerra. Aún pudiendo pagar, cosa que no se podrá, será muy difícil conseguir barcos de gas en la cantidad que se necesitará para el invierno", subrayó Einstoss.
Respecto de la chance de usufructuar el conflicto bélico, el especialista señaló que "la oportunidad de hacer negocios para el país con el aumento del barril dependerá de la capacidad que tenga la industria para reaccionar y generar saldos exportables con estos precios extraordinarios. Pero para eso necesitas 3 condiciones: capacidad de producción, inversión e infraestructura".
Y aclaró: "En petróleo puede darse, la Argentina podría aprovecharlo y eso por supuesto eso es bueno. Pero del otro lado de la balanza está lo negativo que es muy superior a cualquier saldo positivo que pueda generar la Argentina en el corto plazo". Guerra Rusia - Ucrania: el impacto petrolero en el país.
Para graficar la gravedad de la situación, Einstoss remarcó que se trata de "una coyuntura muy difícil en los próximos meses, que puede incluir le desabastecimiento de la energía en algunos sectores de la demanda, cortes en las industrias, problemas en la generación eléctrica, etc".
Y envió un mensaje a Nación: "El gobierno debería tomar nota de esto y armar planes de contingencia, fijar prioridades. Informarle a la opinión pública la situación difícil que tenemos por delante".
No obstante, hizo hincapié en que "es una situación que no está marcada por la grieta, no depende del gobierno anterior ni de este. Hay que transitar una coyuntura que no depende de la Argentina, es una ola que viene de afuera y hay que tratar de gestionarla de la mejor manera".
Y advirtió: "Las cartas de este invierno están echadas. Europa tiene mucho almacenamiento de gas pero va a intentar recomponer los niveles de stocks y todo indica que va a haber una demanda grande de barcos de gas licuado. Con o sin guerra. Por supuesto todo sería mejor sin guerra para el mundo en general, pero además los precios bajarían. Pero estamos a mediados de marzo, la inercia para nosotros en este invierno ya está dada. A eso se suma que tenemos el contrato con Bolivia sin definición. Se venció, no se terminó de renegociar y Bolivia va a entregar menos. Es una tormenta perfecta, que la Argentina va a tener que surfear".
La situación particular de la Patagonia
"Por supuesto que una guerra no es buena para nadie, por más oportunidad comercial que podamos llegar a tener. Evidentemente viendo los precios del barril de petróleo, que llegó hasta 138 dólares representa una oportunidad importante. Hay un boicot del mundo a Rusia, que es uno de los mayores productores de gas y petróleo. Esto permitió que muchos países emergentes puedan tener una oportunidad en el mercado mundial", señaló a este medio el secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. Marcelo Rucci.
En la misma sintonía, el dirigente petrolero añadió: "Pero es impredecible saber qué tiempo va a durar esto y qué consecuencias va a traer. Los números demuestran que es favorable para la industria hidrocarburífera argentina, pero el sufrimiento de la gente en la guerra no tiene precio".
Además Rucci enfatizó que "hay que cubrir primero el mercado interno y esa es nuestra prioridad en el país, tanto en gas y en petróleo. Pero con las inversiones que habrá en Vaca Muerta, podremos empezar a exportar, no solo autoabastecernos. Esa es la idea, salir a vender al mercado mundial en el corto o mediano plazo".
En cuanto a los vaivenes de precios tanto del barril como en los surtidores, el dirigente expresó: "El mercado de hidrocarburos es muy inconstante, es cíclico. Pero nunca vi que cuando bajara el barril de petróleo bajaran los combustibles. Eso también es una discusión política".
Las implicancias de la guerra europea en Neuquén
"Ante este conflicto que se ha desatado entre Rusia y Ucrania, me quedo con resaltar la relevancia que en su momento el gobierno de la provincia haya tomado la decisión de trabajar buscando inversores y trabajando junto a los distintos gobiernos nacionales para poner en valor este potencial que se empezaba a conocer. Si no hubiese sido así, hoy estaríamos ante un problema muy grave, lejos del abastecimiento energético", manifestó el ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Monteiro, a La Tecla Patagonia.
En la misma sintonía, el funcionario indicó: "Neuquén como provincia produce más del 60 por ciento del gas del país y más del 40 por ciento del petróleo del país. La mayor parte de esa producción proviene de la explotación no convencional, con lo cual, cuando había voces que se alzaban en contra del desarrollo de los no convencionales, hoy eso es importante ponerlo en valor porque le permite al país transitar esta coyuntura, que genera mucha incertidumbre, mucha volatibilidad".
Y sumó: "En el contexto actual de argentina tenemos un mercado de petróleo autoabastecido, incluso exportando lago más del 10 por ciento de su producción, y en tanto esté el mercado abastecido, permite – si las empresas visualizan que este contexto de precios altos se mantiene durante algún tiempo-, poder generar condiciones para generar más producción y aprovechar esta ventana exportadora".
No obstante, Monteiro aclaró: "También tenemos una situación que no nos juega tan a favor, la brecha importante que tenemos de precio entre el mercado interno y el mercado externo. Hoy el petróleo que se comercializa internamente y en las refinerías argentinas, se paga entre 55 y 57 dólares el barril, menos del 50 por ciento de la cotización actual del crudo y en el caso del gas, se paga un valor promedio de 3,55 el millón de BTU, cuando hoy Europa está comprando gas a más de 40, más de 60".
Y advirtió: "Pero este conflicto no deja de también “encender la luz amarilla” para indicarnos que si estamos tan desalineados con lo que sucede en el resto del mundo, las inversiones pueden no terminar viniendo a Argentina porque las condiciones que tenemos en nuestro país difieren de cómo se maneja la actividad hidrocarburífera en el resto del mundo. Debemos generar todas las condiciones necesarias y rápidas para poder liberar la exportación".
En este punto, el titular de Energía remarcó: "sería una “picardía” no permitirles a las empresas – que están invirtiendo y hacen el esfuerzo de vender en el mercado local el barril por debajo del precio internacional - que no puedan aprovechar estos precios altos para mejorar el retorno de sus inversiones e incrementarlas".
Y finalizó: "Sin duda, este conflicto lo que nos deja como enseñanza es la importancia de aprovechar los recursos que tenemos en nuestro subsuelo, para tener autonomía de suministro energético, con la importancia que tiene para la economía, la producción y el desarrollo de la sociedad".
El impacto en Vaca Muerta
En lo que refiere a la producción, no se espera que tenga un impacto sustancial en los yacimientos de Vaca Muerta y la principal razón es la escasa capacidad de transporte disponible que hay actualmente en la Cuenca Neuquina. Con mayor disponibilidad, la mayoría de las empresas sumarían equipos de perforación y acelerarán los trabajos de completación de pozos con el objetivo de exportar.
"Hay grandes posibilidades para los inversores y el país. Porque tampoco va a caer estrepitosamente el petróleo en poco tiempo como para decir que no es conveniente. Este es un proceso largo, que requiere también de obras de infraestructura para trasladar el gas y el petróleo", aseveró Rucci. Y sentenció: "Hoy estamos en un cuello de botella: se pueden hacer las extracciones pero no trasladar el petróleo a los lugares que quisiéramos. Hay que hacer oleoductos, gasoductos. Salir al Pacífico, al Atlántico".
Por su parte, Einstoss apuntó que "la Patagonia disfruta de un régimen especial para el precio del gas de manera histórica, que ahora se amplió con la ley de zona fría. El abastecedor del la región en el pico invernal se cubría con los buques que descargan en Bahía Blanca. Va a haber que hacer una priorización del despacho, priorizar las distintas demandas. Creo que la industria va a sufrir mucho y habrá que priorizar el uso residencial".
¿Qué pasa con el precio de los combustibles?
Por la tendencia hacia arriba del precio internacional del petróleo, varios países del mundo sufrieron fuertes aumentos en el valor de los combustibles. Un ejemplo es Estados Unidos que desde 2008 no tenía la nafta en promedio a 4 dólares el galón (3,79 litros) con localidades donde llegó a casi 6 dólares el galón.
El temor por estos pagos es que se replique ese incremento en la nafta local. Sin embargo, desde el sector refinero se destacó que la brecha entre la cotización internacional y el precio doméstico del petróleo está blindando en estos días al país de la disparada del precio de los combustibles que se está viendo en otras partes del mundo.
Previo al anuncio de las nuevas sanciones fijadas a Rusia, el viceprimer ministro ruso de Energía, Alexander Novak, alertó sobre las consecuencias "castatróficas" que tendría el embargo petrolero que habría que "el precio pueda alcanzar los 300 dólares por barril o más".