Argentina
Viernes, 29 marzo 2024
NOTA DE GRAFICA
6 de febrero de 2023

Impuestos y controles: la pesada carga

La incorporación de tributos y su impacto en los costos finales, sumado a los exhaustivos monitoreos de precios se transformaron en un combo explosivo para frenar la inflación. Cuánto afecta a los bolsillos.

Por Juan Pablo Carvajal

En un agobiante contexto donde los precios no paran de crecer, la carga impositiva volvió a estar bajo la lupa. Como medida, el gobierno intensificó los controles, a los cuales, además de los políticos, se sumaron los gremialistas. Sin embargo, cada vez son más los impuestos que impactan de lleno en el bolsillo de los consumidores en diferentes rubros, con un fuerte impacto en los productos de la canasta básica. 

Argentina representa uno de los países con mayor carga impositiva de la región. Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) indicó que la presión tributaria –la recaudación nacional medida en relación con el Producto Bruto Interno (PBI)– alcanzó el 23,8% en 2022, sin embargo, en cuestión de consumo cotidiano, los números son más que alarmantes, principalmente de los productos esenciales.

Si bien informes recientes muestran diferencias, los porcentajes no de dejan de ser altos y en algunos casos la presión tributaria llega al 50% del costo final de productos esenciales como los que se encuentran dentro la canasta básica alimentaria, donde influyen la carga del IVA y también Ingresos Brutos, según cada provincia. 

Los resultados del estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, señala que, en productos como la carne, leche y pan, 1 de cada 4 pesos son impuestos. En la carne de vaca representa el 27% del precio final de la cadena. En el pan francés la carga tributaria llega al 25%. El sachet de leche entera tiene una mochila impositiva del 26% de lo que pagan los consumidores finales. En los tres productos analizados la mayor sumatoria corresponde a tributos nacionales, que se incrementan de acuerdo al rubro y producto (ver cuadro). 

Asimismo, cada vez son más los tributos que se suman y significan un golpe al bolsillo de los inversores, como también de los consumidores. Si para muestra hace falta un botón, en los primeros días del año la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) determinó el refuerzo de los controles sobre los comerciantes que no figuren como responsables inscriptos y que usan plataformas digitales para vender sus productos. En consecuencia, tendrán que abonar una alícuota del 8% si superan los 200.000 pesos de facturación mensual. Se trata del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se abona sobre por las comisiones que cobran a sus clientes los portales. 

Al malestar que genera la creciente carga tributaria, el Estado dio luz verde a los controles en las góndolas; de esta manera, militantes de organizaciones sociales cercanas al Gobierno, como también sindicatos, se ocupan de recorrer las grandes cadenas de supermercados y de monitorear que no falten productos incluidos en el programa Precios Justos. Igualmente, numerosos municipios del interior sacaron a la calle a los inspectores que tienen a su disposición con el mismo objetivo de escudriñar minuciosamente la remarcación de precios. 

Con este escenario, la presión tributaria será uno de los temas que más levanten temperatura en la agenda política del año electoral, donde la cuestión económica y el impacto de la suba de precios será uno de los factores determinantes al momento de ingresar al cuarto oscuro, más allá de las simpatías políticas.


FAUSTO SPOTORNO - ECONOMISTA
“La presión tributaria formal representa la mitad de los costos”

En diálogo con La Tecla, Fausto Spotorno (economista y director de la consultora Orlando Ferreres), puntualizó que “el problema no es tanto el tema de los impuestos, sino las retenciones y percepciones que hacen las provincias. Por ejemplo, al abonar en la Provincia de Buenos Aires se va a retener cada vez que se facture algo, pero ese porcentaje, se descuenta al realizar la declaración de los Ingresos Brutos. Al ser consultado respecto al peso de la carga impositiva en el país, el economista respondió que “la carga tributaria es grande y genera costos financieros”. Asimismo añadió que “la presión tributaria en Argentina, que formalmente es muy alta, representa alrededor de un 50%, o más, de carga tributaria, ya sea directa o indirectamente”.

 Spotorno también destacó que “por ejemplo, al comprar insumos que tienen 20% de carga tributaria, pero su cadena tiene 3 pasos, cuando me llega a mí ya se está acumulando en 40%, entonces, la presión tributaria formal representa prácticamente la mitad del costo”. Además, agregó que “en Argentina prácticamente si quisieras declarar tus propios impuestos tendrías que trabajar un día más a la semana. Pero todos son costos que hacen que el país sea poco competitivo”. Al mismo tiempo puntualizó que “acá hay un montón de cuestiones tributarias donde el Estado te anticipa y te retiene dinero que es una forma de obligarte a financiarlo, y eso debería estar prohibido”. 

Sobre el impacto de la cuestión impositiva en la campaña de cara a las próximas elecciones presidenciales y la posibilidad de quitar impuestos o disminuirlos, Fausto Spotorno respondió: “Creo que es necesario. O, por lo menos debe comenzarse a simplificar y evitar esa tontería de las retenciones a cuenta, porque el Estado deja de comportarse como un colector de impuestos y ya entra en la línea del abuso tributario”. 

NATALIA ARIÑO – ECONOMISTA
“Uno de cada cuatro pesos que pagamos son impuestos”

La economista Natalia Ariño explicó que “uno de cada cuatro pesos que pagamos representan impuestos. Esto quiere decir que de lo que pagamos por el pan, por la leche, por la carne, en promedio el 25 por ciento son impuestos, y al realizar un análisis de cada uno de esos productos, el costo final del precio está determinado por el factor impositivo que tiene cada uno de los eslabones”. 

En esta misma línea, la referente de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina explicó que “cuando nosotros decimos uno cada cuatro pesos, tenemos en cuenta los impuestos desde la producción primaria, o sea desde donde se obtiene el insumo básico, hasta que el producto llega al consumidor final. También están los impuestos que se pagan en la etapa de la industria, en el comercio y además lo que paga el consumidor final en el IVA e impuestos nacionales, que son los que se llevan a la mayor proporción del costo final de los productos”.


FUNDACION AGROPECUARIA PARA EL DESARROLLO
Composición de precios

● 1 de cada 4 pesos que se paga en carne, leche y pan son impuestos. 
● 3 de cada 4 pesos de la carga impositiva de estos alimentos son impuestos nacionales.

PAN 
● Precio: el 57% son costos, el 25% impuestos y el 18% ganancias. 
● De los impuestos que paga la cadena, el 79% son nacionales, 19% provinciales y 2% municipales 
● El precio del trigo se multiplica por 7,3 en su recorrido del campo a la panadería. 
● El consumidor paga en promedio $320 el kilo de pan, de los cuales $80 corresponden a la carga tributaria. 
● Precio del pan en eslabones: el trigo representa el 13%, el molino el 6%, la panadería el 56% y los impuestos el 25%. 

CARNE 
● 27% con impuestos, el 63% son costos y 10% las ganancias. 
● El maíz representa sólo 14% del precio final de la carne de cerdo, 19% en carne aviar y 11% en carne vacuna.
● Precio de la carne en eslabones: la cría representa el 28%, el feedlot 25%, el frigorífico el 6%, la carnicería el 14% y los impuestos el 27%. 

LECHE 
● 79% son costos de producción, 26% impuestos y -5% pérdida de la cadena. 
● El maíz representa el 5% del precio del sachet al consumidor. 
● El precio de la leche se triplica del campo al envase en el supermercado. 
● En promedio el sachet tuvo un precio de $164, de los cuales $43 son impuestos. 
● Precio de la leche en eslabones: el tambo es el 32%, la industria el 31%, el comercio el 11% y los impuestos el 26%.


 

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