Las playas de la discordia: oficialismo y oposición se culpan mutuamente por la clausura

A raíz de informes realizados por el Gobierno provincial, a través de su Ministerio de Medio Ambiente, se prohibió el cruce vehicular a las playas de San Nicolás. Aduciendo que el impacto generado por el tránsito de los vehículos daña el hábitat natural de las islas que se formaron frente a sus costas.

En su momento, el intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, condenó duramente la decisión del Gobierno provincial y responsabilizó directamente al gobernador, Axel Kicillof, por la inhabilitación. A su vez, consideró que “a los únicos que perjudican son a los vecinos de la ciudad que tenían la posibilidad de disfrutar las playas y hoy se los están impidiendo”.  

El jueves pasado, la candidata a intendenta por UxP, Cecilia Comerio, en declaraciones a un medio local acusó al gobierno de Passaglia de no elevar ante la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires un plan de manejo de las playas. Al mismo tiempo, hizo del acceso a las playas una promesa de campaña y declaró que “yo el 10 de diciembre lo primero que voy a hacer es presentar (el plan de manejo) a la Corte para que las playas estén habilitadas”.  

Rápidamente, al día siguiente, Manuel Passaglia salió al cruce y le contestó a través de sus redes sociales. En la publicación, acusó a la dirigente camporista de burlarse de la gente y de accionar en conjunto con el Ministerio de Ambiente para clausurar las playas. 



A la disputa se sumó el “colo” Santilli, ex candidato por la gobernación de Buenos Aires, quien en su visita a San Nicolás se mostró junto a Manuel Passaglia y le brindó su apoyo en la lucha por las playas. Allí señala que el kirchnerismo está “haciendo lo que mejor sabe hacer: obstaculizar”.   



Estas playas están sobre el Río Paraná, separadas de la ciudad por un importante islote. Barranquitas, la más cercana, se encuentra a 3 kilómetros y El Arenal a 6. La prohibición para circular con vehículos dificulta la llegada a dichas playas, puesto que el camino para realizarlo a pie es muy largo y dificultoso para adultos mayores, niños y personas con movilidad reducida.

La prohibición de acceder a las playas no solo afecta la vida social, sino también golpea a la actividad turística y comercial abocada a esa zona. En el verano pasado, con el cruce vehicular habilitado, cerca de 400 mil personas se movilizaron por las playas, nicoleños y vecinos de otras ciudades.