Corte: una discusión del segundo semestre, el nombre PRO y el requerimiento radical
La danza de nombres para ocupar los sillones vacantes en el máximo órgano de justicia provincial ha comenzado. Apellidos que regresan al tablero de la negociación y la ausencia de referentes amarillos. Los boina blanca plantan bandera.
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La renuncia de Luis Genoud como miembro de la Suprema Corte de Justicia provincial, que se hará efectiva a partir del 1 de junio, dejará con sólo tres miembros estables al cuerpo y con la necesidad de recurrir al Tribunal de Casación para completar el quórum.
Como informó La Tecla.info, al gobernador Axel Kicillof se le hace urgente empezar a buscar los consensos para designar a los miembros que faltan. Todavía es todo muy incipiente, pero hay casi una certeza en cuanto a la cobertura de esas vacantes. “Se buscará respetar la paridad de género, por lo tanto seguramente serán por lo menos dos mujeres las que integren los pliegos”, aseguró una fuente del Ejecutivo, que además sostuvo que “a nadie le conviene dilatar esto mucho más, y menos dejar pasar este año, porque 2025 es electoral y en ese marco es imposible”.
La negociación ya está en marcha y el Ejecutivo cree que puede lograr otros objetivos con el intercambio de figuritas, aunque la oposición le advierte que no es bueno mezclar los tantos. Pero la danza de nombres ya ha comenzado.
Así, parecería quedar descartada la idea de nombrar a quienes ocuparán los sillones vacantes de una sola vez, fortaleciéndose la idea de que serán dos y luego otros dos, con una consigna clara y contundente: será en el segundo semestre, una vez que se oficialice la renuncia de Genoud.
Con este marco, los nombres para acceder al máximo tribunal de Justicia ya comienzan a barajarse, siendo dos para el oficialismo e igual cantidad de cortesanos para la oposición: uno para el PRO, el otro para la UCR.
La Corte actual: Kogan, Soria, Torres y Genoud (se retira el 1 de junio)
En cuanto a los libertarios, en Unión por la Patria no están dispuestos a hacer concesiones a los libertarios. “Están con ellos, con el PRO, que se hagan cargo. Para nosotros son parte de lo mismo”, lanzaron desde el peronismo.
Descartada la posibilidad de otorgar una silla a los violetas mileístas, el oficialismo hizo saber que tiene dificultades para encontrar un interlocutor válido para la negociación. Tras la derrota electoral del año pasado los liderazgos quedaron difuminados y no aparece un líder natural.
Sin embargo, desde el Ejecutivo tienden puentes con el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, uno de los que salió indemne del sacudón electoral. Y tampoco descartan a Diego Santilli, el diputado nacional que perdió la interna frente a Néstor Gridentti, aunque el peronismo lo observa demasiado cercano a los postulados libertarios. De parte del PRO vuelve a sonar un nombre conocido: el de Andrés Antonio Soto, juez de la Sala 3 de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial Nº 2 de La Plata, quien había sido propuesto tiempo atrás por el exintendente de la capital, Julio Garro. También suena el del exfiscal y excandidato a senador provincial, Marcelo Romero.
Tras la reunión que mantuvieron hoy los intendentes radicales con el gobernador Axel Kicillof, el radicalismo también planta bandera. Los alcaldes dejaron trascender que no solo quieren a una radical (sí, mujer) en la Corte, sino también en el Tribunal de Cuentas.
Marisa Sánchez Herrero, de la UCR.
Sin un nombre definido, hace tiempo se habló de la actual presidenta del Concejo Deliberante de General Pueyrredon y exintegrante del Consejo de la Magistratura de la Nación, Marina Sánchez Herrero, aportada por el radicalismo de Adelante Buenos Aires. Desde otro sector boina blanca se apuntalaba a Miguel Berri, decano de la facultad de Derecho de la UNLP y subsecretario de Ejecución de Créditos Fiscales y Tributarios de la Fiscalía de Estado de la Provincia.
Por entonces, aparecía con fuerza un nombre por el oficialismo. Es el de Marisa Herrera, de Justicia Legítima y cercana a Cristina Fernández de Kirchner. También el por entonces ministro de Justicia, Julio Alak, apostaba por Ana María Bourimborde, titular de la Cámara de Apelación.
La primera vacante de las cuatro que hay en la Corte se produjo en enero de 2020, con el fallecimiento del por entonces vicepresidente del Máximo Tribunal, Héctor Negri (que estaba desde 1983). Kicillof no tuvo apuro para designar su reemplazo.
Luego, en marzo de 2020, renunció Eduardo De Lazzari (quien falleció de Coronavirus poco después). Pese a las dos vacantes el Gobierno no avanzó en la búsqueda de los reemplazos.
Sí hubo algunas charlas después de la renuncia de Eduardo Pettigiani, efectiva el 31 de agosto de 2021. Hubo negociaciones con la oposición y algunos avances pero finalmente los pliegos nunca llegaron al Senado. Y también hubo, por parte de los miembros de la Corte, solicitudes concretas al Ejecutivo para que completara las sillas vacías.
Por su parte los libertarios presentaron un proyecto para reducir el número de la Suprema Corte de siete a cinco. El diputado Guillermo Castello a través de su cuenta de "X" dio a conocer:
“Presentamos proyecto para reducir la Suprema Corte bonaerense de siete a cinco miembros. Desde la semana pasada hay cuatro vacantes, por lo que es el momento justo para fortalecer la independencia judicial y evitar que la casta se haga un festín repartiéndose jueces”, en esa línea agregó, "proponemos un proceso de transparencia en la designación de jueces de la Corte con amplísima participación ciudadana, presentación de antecedentes, publicidad, impugnaciones y transmisión de las audiencias para que la sociedad conozca los postulantes."
Todo está, por el momento en foja cero, pero los tiempos ya no son los de antes, y Kicillof deberá apurar una negociación que estiró lo más que pudo, que siempre fue importante pero que ahora comienza a volverse urgente.