La intervención del Gobierno nacional en la decisión de la instalación de la planta de GNL fue determinante para que la provincia de Buenos Aires se quedara con las manos vacías y sin la inversión más gran de la historia en el país.
Unión por la Patria (UP) sintió el impacto y todas las miradas se posaron sobre
Axel Kicillof. Ahora el Gobernador busca responder a la embestida y mientras se prepara para un nuevo round contra
Javier Milei debe lidiar con un peronismo en el que resurgieron los malestares internos.
“No hay ninguna autocrítica que hacer porque el responsable de esto es Milei. Si a mí me sacaron obras en el municipio por qué no le iban a sacar la planta de GNL a Axel”, dijo un intendente del interior a
La Tecla luego de la cumbre que se realizó el viernes en la Gobernación. Allí, Kicillof juntó a 40 alcaldes de los más cercanos en la reunión de la que también participaron la vicegobernadora,
Verónica Magario, y los ministros
Carlos Bianco,
Gabriel Katopodis y
Andrés Larroque.
El Gobernador cerró una de las semanas más complicadas para su gestión rodeado del círculo que lo respalda políticamente y que lo proyecta a futuro como el líder del peronismo. Les encomendó a los jefes comunales que
“estén más cerca de la gente” para contener el descalabro que genera el Gobierno nacional con sus medidas económicas. Por supuesto, responsabilizó al Presidente por lo acontecido y consideró que se trató de un nuevo ataque hacia los bonaerenses.
“Evaluamos la forma de organizarnos, cómo encarar está problemática de un Gobierno nacional que ataca a la Provincia por haber elegido otra opción política”, contó un mandamás del Conurbano y agregó:
“Esto no está peor porque estamos trabajando para eso, acompañados por Axel”. En la misma sintonía, otra voz del interior expresó: “Es el mejor gobernador que tenemos”.
De esta forma, Kicillof no solo de recostó sobre el sector más afín, sino que también empoderó a los intendentes para que salgan a respaldar la gestión con más acciones en los municipios y para fortalecer políticamente al espacio en la disputa con Nación. Entre los presentes resaltaban:
Julio Alak (La Plata),
Mario Secco (Ensenada),
Fabián Cagliardi (Berisso),
Fernando Espinoza (La Matanza),
Gastón Granados (Ezeiza),
Pablo y Alberto Descalzo (Ituzaingó),
Andrés Watson (Florencio Varela),
Federico Achaval (Pilar)
Gustavo Barrera (Villa Gesell),
Juan Manuel Álvarez (General Paz),
Walter Wischnivetzky (Mar Chiquita),
Ricardo Alessandro (Salto),
Germán Lago (Alberti),
Carlos Ferraris (L. N. Alem),
María Celia Gianini (Carlos Tejedor),
Rodrigo Aristimuño (Coronel Rosales),
Alfredo Fisher (Laprida),
Julio Marini (Benito Juárez).
En la Gobernación afirman que “no es un hecho aislado, sino que es un plan sistemático de ataques a la provincia de Buenos Aires”. Por ese motivo, se espera que el lunes en la conferencia de prensa que encabece Bianco en el Salón Dorada se haga
un nuevo repaso sobre todos los fondos que Milei eliminó.
La otra cara de la misma moneda se vio en las acciones que se concretaron -y las que no- en
un momento clave para el peronismo en su intento de reconstruirse como alternativa de poder a nivel nacional. Las hostilidades internas a gran escala por ahora se mantienen suspendidas, pero
se reactivó la guerra fría con el objetivo de mostrar descontento, diferencias y reiterar que no todo está bien.
La primera acción se llevó a cabo el miércoles cuando Kicillof encabezó la conferencia de prensa en la Gobernación luego de que el Gobierno nacional resolviera quitarle la inversión de
Petronas a la provincia.
La foto del día fue con gusto a poco y generó ruido por lo bajo a pesar que desde el entorno del Gobernador se encargaron de remarcar que habían recibido el apoyo de los distintos sectores y evitaron hacer leña del árbol caído en un contexto adverso.
El acompañamiento de los más cercanos al Gobernador y la ausencia de varios miembros del gabinete, además de los principales popes de UP, levantaron especulaciones sobre el estado de la situación interna. De esta manera,
los movimientos de La Cámpora y del Frente Renovador generaron suspicacias.
La no presencia de intendentes camporistas y massistas el viernes en la Gobernación también fue otra señal de la que se tomó nota en el ambiente. Tal acción cobró relevancia en las lecturas que se realizaron luego de un encuentro que sirvió para balancear lo sucedido y trazar perspectivas de cara a lo que se viene en apoyo a Kicillof.
De todos modos, ambos sectores pueden hacer gala que su tropa salió en apoyo al Gobernador con diferentes posicionamientos en redes sociales. Incluso, el Partido Justicialista bonaerense, presidido por
Máximo Kirchner, sacó un comunicado al día siguiente del hecho que marcó a fuego el escenario político. Además, el camporista
Facundo Tignanelli, jefe de bloque de diputados bonaerenses, fue uno de los que participó activamente en la previa al viaje fallido que realizó la comitiva legislativa a Bahía Blanca.
“Nuestra postura está expresada en el comunicado del PJ bonaerense”, afirmaron desde el camporismo a este medio. Además,
contaron que las charlas entre los principales dirigentes son constantes.
El Frente Renovador sí puso énfasis en la situación que atraviesa
Venezuela y marcó distancias con sus socios de Unión por la Patria. En un documento elaborado, el sector que lidera
Sergio Massa señaló: “En consonancia con la posición histórica que ha tenido este espacio, instamos al Gobierno de Venezuela a que haga públicas de inmediato las actas detalladas de la votación en la que, de manera irregular y sin mostrar ninguna evidencia que lo respaldara, se anunció el triunfo de Nicolás Maduro como presidente”. Por su parte, Kicillof cuando fue consultado sobre el proceso que atraviesa el país latinoamericano, respondió: “Que se resuelva en paz y dentro de la democracia".
Por los canales subterráneos, cerca del Gobernador trasciende que quizás esperaban un acompañamiento mayor durante la semana. No obstante, fiel a su estilo,
no quieren dar lugar a las rencillas internas y buscan dar vuelta la página para encarar los pasos siguientes.