16 de agosto de 2024
REDES INMOBILIARIAS
El fenómeno emergente que desafía el corporativismo de los Colegios de Martilleros
El trabajo colaborativo en el sector viene en ascenso y cientos de inmobiliarias apuestan por este nuevo enfoque, apalancado en la transparencia y la tecnología. Sin embargo, los dirigentes de los Colegios ahora ven a las redes inmobiliarias como un “enemigo”.
Los profesionales del rubro inmobiliario llevan años reclamándoles a sus dirigentes que se adapten a las nuevas necesidades de los clientes, que apuesten por las nuevas tecnologías y por sumar valor a cada proceso, para maximizar la transparencia del sector. Sin embargo, los Colegios de Martilleros parecen empecinados en luchar por la atomización y la tendencia al monopolio.
En los últimos años, entre los principales cambios culturales del sector inmobiliario local están la conformación de redes, el aumento del trabajo colaborativo y la incorporación de tecnología de vanguardia. “Eso hizo que haya menos clientes insatisfechos. En Argentina, las profesiones más odiadas por la población en general son los políticos y, después, los inmobiliarios”, afirma una de las nuevas voces del sector.
Y son cada vez más los actores inmobiliarios que consideran que trabajar en red no es una opción, sino una obligación para sobrevivir: “El futuro es colaborativo y con mucho valor agregado”, aseguró Santiago Magnin, fundador de deinmobiliarios.com.
En ese sentido, las redes inmobiliarias vienen desafiando la postura reaccionaria y conservadora de los Colegios de Martilleros que ven el mercado como un coto de caza de su exclusividad. Los profesionales advierten que, lejos de abogar por el surgimiento de nuevos jugadores y por un verdadero desarrollo competente y a la altura de las nuevas exigencias, esas instituciones sólo se concentran en obstaculizar el crecimiento de formas más ágiles y eficientes de entender el mercado de bienes raíces.
De hecho, a la abierta “lucha contra las franquicias” que los presidentes de los Colegios emprendieron hace años –y que ha derivado en infructuosos procesos judiciales con millonarias pérdidas– se sumó recientemente un “enemigo”: las redes inmobiliarias.
En el último comunicado del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires, el presidente Luis Eusebio Colao habla de “resistir” y asegura: “Mantenemos nuestra firme voluntad de luchar contra las franquicias, las redes, los agentes y cualquier forma de ilegalidad que represente un riesgo para nuestra comunidad”.
Desde que se conoció el comunicado, diversos profesionales mostraron su preocupación ya que, como señalan, las redes están formadas por inmobiliarias cuyos martilleros y corredores forman parte de los Colegios y aportan a ellos económicamente.
Lo cierto es que las redes inmobiliarias aparecieron como un fenómeno disruptivo y novedoso, que continúa ganando fuerza gracias a la apuesta por el trabajo colaborativo. Ese emergente ha sido leído por los dirigentes de los Colegios como una amenaza y no como una oportunidad para ampliar el panorama y brindar mejores servicios.
Más allá del obstinado accionar de los Colegios, ya son más de 300 las inmobiliarias que forman parte de la tendencia y el networking se consolida en nuestro país. “Hoy las buenas prácticas se basan en aportar valor en todo el proceso de compraventa así una operación inmobiliaria no se concrete. Este tiene que estar acompañado de datos certeros y verdaderos, procesos claros que no sean tediosos y no solo asesoramiento, sino también acompañamiento continuo”, considera Tomás Giromini, que forma parte de la red inmobiliaria Igeo.
Frente a la búsqueda de achique del sector, son cada vez más las inmobiliarias en todo el país que buscan aportar mayor valor a través del trabajo colaborativo, la transparencia, los datos compartidos y la capacitación constante.