- Hay dirigentes del kicillofismo que hablan de la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Cristina o con el cristinismo, y que eso podría llevar a tener dos listas del peronismo. ¿Eso puede pasar?

-Yo hablaría más de peronismo que de kicillofismo. Axel está construyendo desde el peronismo y esa es otra de sus grandes fortalezas. Respecto a lo que puede ser el ulterior diseño electoral lo importante es reconocer el rol del Gobernador. Cuando uno tiene que ordenar, claramente lo primero que define es cuál es el factor de referencia, y el factor ordenador en la Provincias es el Gobernador, es quien ganó las elecciones, es el que sostuvo y sigue sosteniendo, y además gobernó no sólo cinco años, sino uno de esos con Milei enfrente, dando la cara desde el primer momento, estando en la calle, convocando a construir un frente opositor. La fuerza está desordenada y el orden se va a recuperar a partir de encontrar puntos de referencia. Mientras se respete eso, va a ser muy sencillo. Ahora, si lo que se busca es que otra persona, que no ha sido reconocida en este caso por el pueblo de la Provincia, tenga artificialmente la conducción, la jefatura y la diagramación del armado, vamos a estar siempre en el mismo problema que venimos repitiendo, donde finalmente la sociedad sí se siente estafada. Porque dice, yo voté a Fulano para que gobierne y ordene y, de repente, Fulano tiene que consultar con Mengano cómo hacer las cosas. No ha funcionado.

- Siempre has dicho que los dirigentes deben someterse a la voluntad popular. ¿Te ves encabezando alguna lista este año?

-Yo estoy para lo que me digan. Siempre tuve un rol más de organizador y, obviamente, siempre me entendí dentro de un espacio colectivo. Son los compañeros y las compañeras los que tienen que definir y en todo caso quienes propongan. Yo soy un soldado, siempre en la primera línea de batalla, sin ningún problema ni dificultad, y eso puede implicar cualquier tipo de responsabilidad. Siempre, obviamente, a disposición.