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Jueves, 6 febrero 2025
Argentina
6 de febrero de 2025
EN CRISIS

El desafío para superar la mala leche

La industria busca superar su mal momento. A pesar de las proyecciones los números no son alentadores. Tambos al borde del cierre y medidas que no satisfacen a ninguno de los actores de la cadena

El desafío para superar la mala lecheEl desafío para superar la mala leche
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A pesar de los números que muestran una recuperación en la producción, el sector lechero no levanta cabeza y los principales referentes ponen de manifiesto una situación de arrastre que complica el panorama a futuro. El cierre de tambos se multiplica año tras año y las medidas implementadas por el gobierno nacional y provincial,  son insuficientes. Cuál es el escenario actual y cuáles son los pedidos de los productores afectados. 

En 2024, cerraron 1.068 tambos, pasando de 10.197 en 2023 a 9.135 a finales de ese año. Este número muestra el complejo panorama que atraviesa el sector.  En consecuencia, por primera vez en 40 años, la cantidad de unidades productivas perforó el piso de los 10.000 y la comparación muestra que son 5.000 menos que los que había a principios de los 2.000, y 20.000 menos que en 1.998, cuando superaban los 30.000.

Al volver al presente, el golpe de las dificultades climáticas de los últimos años, sumado a medidas poco efectivas de las administraciones nacionales y provinciales muestran un presente complejo donde se mezclan miradas de optimismo, pero también de fuertes críticas. 

El campo tiene una casi permanente ristra de reclamos con los sucesivos gobiernos y por ahora no hace excepciones con Javier Milei. El sector que mueve las exportaciones ha puesto la lupa en la abrumadora carga impositiva que le quita renta, y pide soluciones urgentes a un presidente que pregona liberalismo pero sigue con una presión fiscal alta más allá de la quita de retenciones, que fue una medida solicitada, pero insuficiente. El teléfono también suena en el despacho del Gobernador Axel Kicillof, donde llegan más reclamos del sector.

Desde la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de la Provincia (CAPROLECOBA) señalaron que el 2024 terminó con un leve repunte en la recuperación de la producción. Sin embargo, el golpe se sintió en el consumo interno que no pudo levantar sus estadísticas y registró un piso histórico y con las exportaciones (aún sin retenciones) lejos de su potencial, por un tipo de cambio, que no permite cerrar bien “el número”. En cuanto a precios, la leche tiene una brecha que se multiplica por 3,5 veces la relación de precios del productor al consumidor. 

En el mercado doméstico el panorama es mucho más alarmante. Con un sector que mira al exterior, la demanda interna y el consumo perforó su piso histórico que tuvo como coincidencia el primer año de la gestión libertaria que encabeza el presidente Javier Milei. 
En 2024, el consumo de leche en Argentina cayó en comparación con el año anterior. Con estos números, el consumo per cápita cerró el año con una caída de entre 6% y 8%. Cabe 
destacar que, según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) del total de la producción total se destina el 74,9% al mercado interno y solamente un 25,1% a la exportación.

A estas variables se suma la presión impositiva que es uno de los principales reclamos que fue ratificado por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa quienes enfatizaron que es necesaria una mejora en infraestructura y caminos, como así también la baja de ingresos brutos en tierras bonaerenses. También destacaron desde la entidad que se requieren cambios que faciliten la comercialización, exportación y principalmente en un modelo lechero y superar la cantidad de producción que se encuentra estancada desde la década del noventa.

La actual coyuntura tiene diferentes miradas, desde los que son más optimistas al poner el acento en la recuperación de la producción, hasta los que miran con alerta el arrastre que dejó los últimos años con los cierres de unidades productivas y la falta de reacción por parte de las administraciones nacionales y provinciales sin importar el color político.
En el medio se encuentra un sector que no levanta cabeza y busca un alivio en el peso de los impuestos e incentivos, para tener mercados más competitivos, como también en obras clave que permitan el desarrollo pleno de su actividad y, de esta manera terminar con el infortunio que los castiga de forma permanente e ininterrumpida. 

CUESTION DE COSTOS
El impacto en el bolsillo 


Según destaca el último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), la leche entera en sachet de 1 litro, tuvo un precio promedio de $1.410 por litro. El precio se compuso en un 65% de costos de producción, 27% impuestos y 8% de ganancias de toda la cadena. Por otro lado, la composición se puede ver desde la participación de cada eslabón, donde la producción tambera representa el 29%, la industria 26%, comercio 18% y los tributos provinciales y locales el 27%. 

En este sentido, 1 de cada 4 pesos que pagan los consumidores por la leche, son impuestos. En este esquema de valores, el productor tambero recibió $418,74 por litro de leche, lo que demuestra que el precio de la leche se multiplicó por 3,4 desde que sale del campo y llega a la góndola. 

De los impuestos que paga la cadena, 80% son nacionales, 16% provinciales y 4% municipales. En este sentido, los gravámenes que mayor peso tienen en la cadena, IVA e impuesto a los ingresos brutos, representan en conjunto el 80,7% del total de impuestos que aporta la cadena.

El desafío para superar la mala leche

GUILLERMINA MAS – CAPROLECOBA
“Necesitamos que baje la presión impositiva”


Guillermina Mas, productora tambera y presidenta de la Cámara de Productores de Leche Cuenca Oeste, dialogó con La Tecla y señaló que “veníamos de años complicados y 2023 fue muy duro para la cadena en general y en particular para producción primaria por los factores climáticos y la política económica que fue perjudicial. En 2024 cambió el panorama, porque fruto de esos cambios negativos los tambos comenzaron a achicarse, de hecho, hubo cierre, donde además hubo una importante caída en la producción, pero luego comenzó a desacelerarse y a partir del noviembre (del año pasado) comenzamos a estar por arriba. La falta de leche provocó un aumento de precios, y la liberación de la economía no fue tan dolorosa como otras veces. Además, las exportaciones comenzaron a valer más y se dispararon que provocó una vuelta de la rentabilidad a la cadena y particularmente a los productores. Los precios de la leche se recuperaron relativamente rápido porque estamos con un nivel que nos permite tener una relación versus maíz, soja que son positivas y estamos parados en otro mapa”.

Respecto a las perspectivas, señaló que "en 2025 se tiene que recuperar y hay que ver si se llega a los niveles de 2023, si no sucede vamos a estar cerca porque se espera un aumento de la producción del 5%, pero hay que ver qué pasa con los factores que impactan en el negocio como el clima, la relación de precios y en esto es clave que el consumo interno comience a responder, porque los costos internaciones son buenos, pero a nivel local no estarían dando las exportaciones para pagar los precios actuales".

En esta línea la presidente de CAPROLECOBA puso de manifiesto que "desde el lado nacional la mirada es correcta y se debería contar con financiamiento acorde para los productores, por ejemplo, en el litro de leche y se necesita que se baje la presión impositiva, los derechos de exportación (DEX) tienen que desaparecer porque son distorsivos. Hay una baja de costos que tienen que seguir, pero hay algo que no cierran y son los costos argentinos”.

ANDREA PASSERINI - PRODUCTORA LECHERA
“La situación de los tambos no se puede mirar como a una foto”


La productora lechera de Carlos Casares y referente del sector, Andrea Passerini, afirmó que "el aumento optimista de la producción es una afirmación de la industria para no subirnos el precio a los productores. La situación de los tambos no se puede mirar como a una foto, sino como una película, pero hay políticos o funcionarios de cualquier ámbito que eso le conviene para decir que los tambos están bien. El panorama en general muestra que entre 2023 y 2024 éramos más de 10 mil tambos y ahora somos 9.200, ese achique es asombroso, pero si en 2024 desaparecieron más que en 2023, no sería raro que sigan por ese rumbo".

Asimismo, agregó que "hay una dinámica perversa donde a los tambos nos obligan a transaccionar la leche por compra - venta oral, sin precio de referencia en base a sólidos y si esto no cambia, la situación va a continuar. Hace más de un año y medio se eliminaron los derechos de exportación, hay un precio internacional excelente y una determinada estabilidad en la macroeconomía, pero surge el justificativo del tipo de cambio para evitar el aumento de precios del mercado interno".

Respecto a la situación en tierras bonaerenses, la referente cuestionó que "la Provincia de Buenos Aires mira otro canal, la mesa de lechería se reunió muy poco y desde la mesa de lechería de Carbap vamos a pedir el dato de cuántos tambos desaparecieron, porque de los 1.068 que desaparecieron no sabe los que estaban acá y eso es lo que estamos preguntando y cómo afectó. Como tambera veo que importa poco lo que está sucediendo y si no saben dónde están parados será difícil establecer políticas públicas. También está el Consejo Federal Lechero, pero no escuché que se haya pedido una reunión después de ver el horror que pasó en los últimos años”.  


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