11 de mayo de 2010
JOSé LUIS ESPERT
“No se entiende qué hacen con la plata”
Consultado por La Tecla.info, el economista explicó que le parece “muy mala” la puesta en marcha del programa de desendeudamiento para las provincias. “Es un comportamiento patológico de los Gobernadores: cuando hay vacas gordas se gastan todo y cuando vienen épocas más difíciles piden estos perdones”, señaló
El consultor económico José Luis Espert manifestó su rechazo a la creación del Programa Federal de Desendeudamiento de las Provincias Argentinas porque, explicó “se repite la actitud irresponsable que hubo durante la convertibilidad”.
“Me parece que está muy mal –opinó Espert-, porque los gobernadores de todas las provincias experimentaron un boom de crecimiento fenomenal en sus recaudaciones, junto con los años de crecimiento económico “chino” de la Argentina y, sin embargo, están todos pidiendo un respirador artificial. No se comprende qué hicieron con la plata, entonces”.
El economista encontró que la situación actual tiene antecedentes en el pasado cercano. Indicó que “se vuelve a repetir la misma actitud irresponsable que hubo durante la convertibilidad. Durante los años buenos de aquel proceso, del 91 al 98, Argentina también creció; sin embargo, en 2002, la Nación tuvo que hacerse cargo de todas las deudas de las Provincias, que pasaron a pagar una tasa subsidiada, la Nación asumió toda la deuda a tasa de mercado y ahora vuelve a repetirse la misma historia”.
“Este es un comportamiento casi patológico: durante la época de vacas gordas se gastan todo y, cuando vienen épocas un poco más difícil andan “galgueando” y pidiendo estos perdones. Me parece muy mal premiar la manifiesta actitud irresponsable en los manejos de los fondos públicos que hacen los gobernadores”, agregó Espert.
“Supongo, por las declaraciones de los Gobernadores, que esto les trae algún alivio. No sé si es tan así. Si bien es cierto que el Jubileo es para las deudas que las provincias tienen con la nación, ésta, todos los años y a través del presupuesto, tenia una partida, que son los famosos programas de asistencia financiera, mediante los cuales otorgaba a las provincias lo que éstas debían pagarle en concepto de deuda”.
“Además hay otra cosa: si las provincias llegaran un día a decirle a la Nación que no tienen para pagarles, ¿la Nación dejaría que entraran en default?”, se preguntó Espert.
La situación en la Provincia
Al referirse al caso específico de la provincia de Buenos Aires, Espert señaló que el gobernador Daniel Scioli “no puede explicar cómo, con un aumento de recaudación fenomenal como el que experimentó la provincia durante los últimos 8 años, que creció –por si no lo sabe- más de 30 mil millones de pesos, tiene que estar pidiendo un jubileo”.
Para Espert, tanto Scioli como sus colegas, “no tienen excusas para justificar que el jubileo les salve las papas. Si lo hace, es porque la provincia fue irresponsable durante la época de vacas gordas, lo mismo que pasó durante la convertibilidad”.
Agregó luego que “no es posible” que la Provincia necesite de “un jubileo permanente para subsistir. Es la provincia más rica del país y también la más endeudada, pero, ¿por qué se endeudó tanto, si ya tuvo un jubileo en 2002?”
También opinó sobre los efectos de la implementación del programa a corto y largo plazo: “Esto repercutirá muy positivamente en el corto plazo. Va a traer mucho bienestar, muchas ganas de gastar de parte de los Gobernadores, crecimiento del consumo. En el corto plazo es positivo, a largo plazo seguimos engrosando el prontuario argentino”, explicó.
“Es una muy mala señal que, sistemáticamente y cada 10 años, pase esto. Con la convertibilidad, la Nación nacionalizó las deudas provinciales. Con el modelo productivista, lo mismo. Se necesita no sólo la nacionalización, sino patear la deuda nacionalizada par 2030”, diagnosticó.
Espert finalizó su evaluación comentando el trasfondo político de la medida: “el objetivo es desactivar el intento de la oposición de coparticipar totalmente el impuesto al cheque. El sector privado de cada provincia debería estar exigiéndole a cada gobierno una rebaja en los impuestos, después de lo satisfechos que se mostraron con la holgadez conseguida. Acuérdese que eso no va a ocurrir: se la van a gastar”.