10 de junio de 2011
ARRANCÓ LA CAMPAÑA
Alfonsín-De Narváez: comenzó la mímesis
La campaña del chascomunense ya está en la calle y muestra gran similitud con la del “Colorado” en las elecciones de 2009. La historia de dos descendientes de inmigrantes, que pudieron “estudiar, trabajar y progresar” y hoy se ponen al frente de una propuesta que “convoca a hacer”
Finalmente la alianza entre Francisco DE Narváez y el radicalismo trasciende ampliamente el espacio de la “colectora”. Unión Celeste y Blanco y la UCR compartirán dirigentes desde la base hasta la punta de las listas, y algunas cosas más. Como la campaña: spots, afiches y mensajes.
Hoy comenzaron a circular por las calles bonaerenses volantes presentando la candidatura de Ricardo Alfonsín a la presidencia de la Nación. Lo curioso, a primera vista, es su similitud con la que previamente, en 2009, había realizado Francisco De Narváez en el marco de Unión PRO.
“Soy nieto de inmigrantes como muchos de nosotros, mis abuelos fueron fundadores de una cadena de tiendas muy querida por todos, Casa Tía. Mi familia y yo hicimos cada peso a la vieja usanza… lo ganamos trabajando”, comenzaba, por aquellos tiempos, la propaganda denarvaísta.
Salta a la vista el parecido con la proclama alfonsinista: “Soy bisnieto de un hombre analfabeto que vino desde España buscando un futuro mejor y, con esfuerzo, lo pudo conseguir. Uno de esos nietos llegó a ser presidente de la República, ni más ni menos. Pero esto no se trata de mi familia, se trata de todos nosotros”, reza el volante.
Por 2009, De Narváez proponía un país “Donde se cumpla la ley y cada crimen tenga un castigo. Donde se consagre la justicia social, se pueda trabajar, progresar y puedas alguna vez comprarle un regalo a tu hijo”.
Hoy, Alfonsín habla de una Argentina “donde trabajar permita mucho más que sostener una familia. Permita a todos lograr sus sueños y sus metas” y donde “el que cumpla con sus obligaciones sea reconocido y los que no lo hagan sean castigados”.
“Si me ayudás, podemos cambiar todo lo que nos hace mal por todo lo que nos hace bien. Necesitamos un argentino más otro, no un argentino contra otro”, exhortaba por entonces De Narváez: “Si pensás igual que yo… lo hacemos”, concluía el mensaje televisivo.
Lo de Alfonsín parece calcado: “Esa Argentina moderna es una Argentina posible. Si me acompañan, la haremos realidad. Porque ustedes saben que es la Argentina que nos merecemos”.
El sólo hecho de que el mensaje se repita dos años más tarde es muestra cabal de que las metas trazadas por Unión PRO permanecen inclumplidas. Las campañas políticas -las del oficialismo ni las de la oposición-, no obstante, no hablarán de eso.