14 de junio de 2011
CONTRATACION EN QUILMES
Publicidad sospechosa, la hoja del barba
La administración Gutiérrez pagó más de dos millones de pesos a una proveedora por la impresión de un boletín mensual de distribución gratuita que no se reparte más. La contratista tiene dudosos antecedentes financieros y comerciales, pero eso no impide que año tras año aumente su partida
Las rendiciones de cuentas suelen ser reveladoras. En el distrito de Quilmes, la constancia de movimientos financieros comunales de 2010 mostró que la administración del Barba Gutiérrez desembolsó la abultada suma de 5.209.931 pesos en gastos de publicidad y propaganda.
Si de por sí es llamativa la porción de dinero destinada a ese fin en un año no electoral, hay otras cuestiones que vuelven aún más sugestivo el asunto. Por ejemplo, que prácticamente la mitad de esa partida haya estado destinada a un proveedor con antecedentes comerciales y financieros negativos, y que el objeto del contrato sea de dudoso cumplimiento.
Por si fuera poco, los montos destinados a la contratista aumentan en cada presupuesto de la administración Gutiérrez.
Cara difusión
Del total de 5.209.931 pesos declarados por la municipalidad de Quilmes entre sus gastos de Publicidad y Propaganda del año pasado, 2.578.000 se gastaron en un ítem con el mismo concepto. La otra mitad, 2.631.931 pesos, fue el monto abonado a la proveedora Roxana Mariana Bataglia, en concepto de elaboración de una publicación mensual que emite el gobierno.
La publicación La Hoja, se imprime como un “boletín mensual de información para las vecinas y los vecinos de Quilmes”, según su propia descripción. Es una especie de revista de pocas páginas con información sobre los actos de gobierno de la administración Gutiérrez.
Según el sitio web Quilmes Ahora, si bien durante los primeros meses de difusión La Hoja se distribuía con cada boleta de tasas municipales, desde principios de 2010 esta rutina no siguió y la distribución de la publicación se limitó a algunos organismos municipales.
Esto no influyó, sin embargo, en que la partida destinada a la responsable de esta impresión no sólo se mantuviera en el tiempo, sino que aumentara.
“Hasta finales de 2009, La Hoja se repartía en cada uno de los 130 mil frentes de Quilmes con la factura bimestral de la tasa. El año pasado, sólo se podía ver algún ejemplar en las reparticiones municipales. Sin embargo, la facturación de la proveedora Roxana Mariana Bataglia se incremento un 50 por ciento respecto a 2009”, aseguran desde el portal.
Y si bien es cierto que el incremento en la facturación podría atribuirse a la publicación partidaria o a la realización de artes gráficas, lo abultado de la diferencia vuelve esta posibilidad poco probable: Bataglia pasó de facturar un millón y medio de pesos en 2009, a dos millones seiscientos en 2010.
En 2009, Quilmes Ahora había consultado a una reconocida imprenta de la ciudad sobre el costo que demandaría la impresión de 150 mil ejemplares con las características del boletín municipal. El precio era de unos 85 mil pesos por edición que, multiplicados por las seis tiradas bimestrales que se entregaban con las tasas, daba un total de 510.000 pesos: tres veces menos que lo abonado por la gestión Gutiérrez a Bataglia en ese período.
Pese a los montos de facturación, no hay licitaciones públicas o privadas para contratar a Bataglia. Y es que la gestión Gutiérrez subdivide en etapas los trabajos y efectúa contrataciones directas, impidiendo de esta forma abrir una compulsa pública de precios.
La proveedora
Con domicilio en la localidad de Berazategui, la ocupación de Roxana Mariana Bataglia declarada en el Registro Nacional de las Personas es “Quehaceres domésticos”. Esto no ha sido impedimento para ser contratada por el municipio de Gutiérrez para realizar los trabajos de publicidad y difusión de su gestión.
Tampoco es motivo de rescisión del contrato el hecho de que, pese a figurar en la AFIP como trabajadora autónoma categoría T3 que implica facturar ingresos por un tope máximo de 45.000 pesos anuales, Roxana Bataglia haya facturado sólo de la municipalidad de Quilmes, 59 veces más en 2010.
El contrato con Bataglia ya había sido cuestionado por el concejal Mario Sahagún (Ari-CC), en rendiciones anteriores: sólo en 2009 facturó un millón y medio de pesos.
Hay más. En los registros de la AFIP tampoco figuran empleados a su cargo. El 14 de febrero de 2008, Bataglia rescindió en contrato Nº 104.008 con la aseguradora de riesgos de trabajo (ART) MAPRE y, según informes comerciales, no se conoce que hubiese contratado a otra aseguradora, lo cual significa que tiene al personal en negro o que en realidad no posee empleados y simplemente terceriza los trabajos que le encomienda la gestión Gutiérrez.
La irregularidad de la situación comercial y financiera de Bataglia tiene otros ingredientes. La AFIP le trabó un embargo; acción judicial que se tramita en el Juzgado Federal de Quilmes bajo el expediente 18.845/2010.
Por otro lado, en los últimos dos años, la contratista del municipio de Quilmes ha emitido 73 cheques sin fondos por un total de 208.468 pesos.
También figura como deudora del Fideicomiso Financiero CL 6 por 2.100 pesos en “Situación 5 - Irrecuperable”, según datos del Banco Central.
Como corolario, posee una tarjeta de crédito del Banco Comafi con un movimiento mensual de sólo 400 pesos.
Imprenta Los Petisos
Según el sitio web Quilmes Ahora, “la historia de esta proveedora se remonta a 2004, que por entonces se llamaba Imprenta Los Petisos. Sus verdaderos dueños son Claudio y Rubén Díaz y funcionaba hasta 2009 en calle
10 Nº 4950 de Berazategui, según figura en la nómina de proveedores municipales”.
Desde que consiguieron el pingüe negocio de imprimir el boletín La Hoja se mudaron a Libertad 1470, en Quilmes. Un galpón que nunca contó con habilitación del organismo público que los contrata, la municipalidad, y que ahora se encuentra en venta.
Desde 2009 los papeles de la imprenta pasaron a estar a nombre de Roxana Bataglia, la mujer de Claudio Díaz. Su último domicilio figura en Chacabuco 619, Bernal. A fines del año pasado, la imprenta se trasladó a Fátima y Victoria, en el fondo de Villa Alcira, donde tampoco cuentan con los papeles municipales en regla.
La imprenta no posee máquina rotativa. Apenas unas impresoras tipo offset tamaño doble oficio con las que se puede imprimir el boletín informativo, pero a un costo que triplicaría la impresión en rotativa.
Según un empleado que trabajó en el lugar, muchos trabajos ‘políticos’ -afiches sobre todo- los mandaban a realizar a una imprenta de la Capital y le sumaban su ganancia.