2 de marzo de 2012
POR ANALíA DEL FRANCO
Los matrimonios del poder y del mundo de la política
"A modo de síntesis podría marcar dos cuestiones: que el paradigma de este modelo es el de Perón y Evita, pero que hoy existen matrimonios en el poder para todos los gustos, con formatos y ritos de iniciación diferentes", señala analista Analía del Franco
A modo de síntesis podría marcar dos cuestiones: que el paradigma de este modelo es el de Perón y Evita, pero que hoy existen matrimonios en el poder para todos los gustos, con formatos y ritos de iniciación diferentes. El rito de iniciación no es un tema menor, ya que todavía son más los varones que acceden al poder y es la mujer la que puede verse como advenediza al ámbito político.
A diferencia de lo anterior, de la generación con militancia en los ‘70, tenemos la herencia de muchos matrimonios militantes, y entre esos, sin lugar a dudas, el de Cristina y Néstor. Entre los sub 40 y más conocidos matrimonios, el de Massa y Galmarini. Y en cada una de estas franjas etáreas se repiten a cientos los casos de parejas, matrimonios con compromiso y militancia, constituyendo una forma de vida.
El estar en política tiende a unir a los matrimonios frente a un otro. El ejercicio del poder ya es otra cuestión, puede incorporar más riesgos en el frente interno de los matrimonios, aparecen las ambiciones y, por tanto, la competencia. Y en esto no es menor el impacto del avance de la mujer en el poder político, rompiendo un statu quo que también se da en las parejas y en todos los ámbitos.
De todos modos, también en los matrimonios del poder prevalece la idea de equipo en el que prima la estrategia política ante las ambiciones personales, ya sea para mantener el poder o para conquistarlo. Quizás el de los Kirchner fue un ejemplo de esto. En modelo de matrimonios del poder, en el que uno de ellos es el de carrera política, el otro tiende a acompañar y acomodarse a la estrategia general, lo que en apariencia implica menor nivel de tensión, por lo menos pública. Para la opinión pública, aún continúa siendo un plus y una tranquilidad ver a los número uno en pareja, pero nada es irreversible; también hace diez años tranquilizaba más un varón que una mujer ejerciendo el poder, y hoy dejó de ser una condición”.
(*) Directora de Analogías