6 de septiembre de 2013
ENTREVISTA
“Los K no lograron armar candidatos”
Periodista, politólogo, escritor y director de Le Monde Diplomatique, José Natanson es uno de los nuevos intelectuales argentinos que bucean en la realidad política con indumentaria moderna y menos prejuicios en la mochila
Aunque su edad no es tanta, su currículum resulta muy extenso, con trabajos en diarios y revistas, la publicación de varios libros y el reciente (apenas hace dos años) cargo como director del mensuario Le Monde Diplomatique (edición Cono Sur).
José Natanson se muestra descontracturado, aunque sin renegar de cierta apariencia del clásico intelectual argentino.El tema de arranque es la sucesión presidencial, un “mal” que aqueja a todos los presidentes personalistas.
-¿Podrá ser Scioli el candidato a suceder a Cristina Fernández?
-Voy a decir lo evidente: si es así, no estaba dentro de los deseos del kirchnerismo. Scioli jugó siempre a la inevitabilidad, o sea, a que al Gobierno no le quede otra que inclinarse por él a último momento; ésa es su apuesta, y la está haciendo bien. En la campaña demostró que está dispuesto a jugar con el kirchnerismo como nadie. El tipo puso todo lo que podía poner en la campaña. Ahora, claramente, Scioli es un tipo que cuando piensa, a veces lo hace como el kirchnerismo y a veces no. La política de seguridad de Scioli no tiene nada que ver con el kirchnerismo, y otros aspectos tampoco. Y tiene esta forma farandulera, tan diferente. Ahora, las relaciones personales en política tienen un peso relativo, y no es hacer lo que uno quiere siempre, sino mezclar lo que quiere con lo que puede. Y Scioli no es Macri, creo que ha demostrado claramente que no lo es, aunque se parezca. Si vos parás desnudos a Macri, a Scioli y a Massa, tienen un código genético parecido; pero la gente no sólo pesa la genética, sino también lo que fueron, y en los últimos años Scioli fue claramente kirchnerista; ya fue el doble de años más kirchnerista que menemista.
-¿Y por qué siempre CFK elige a Scioli como el candidato?
-Porque lo necesitaba. A principio del 2003 porque consideraron que era un tipo conocido que podía convocar a votantes de clase media, que era un ministro del gabinete de Duhalde, exitoso. En 2007 lo eligieron como candidato a Gobernador porque les garantizaba un caudal de votos enorme, y eso era necesario para que CFK fuera Presidente. En el 2009 lo pusieron en las testimoniales porque lo necesitaban, igual que a Massa; eran los primeros candidatos. Y en 2001, de nuevo, lo volvieron a necesitar. Lo necesitan, por eso lo van a buscar una y otra vez. Eso muestra un déficit del kirchnerismo.
-¿En la provincia de mayor caudal electoral tienen que ir a buscar a un candidato que no es el más querido…?
-Eso habla de un déficit de la construcción política del kirchnerismo, que es un dispositivo político basado sobre dos líderes fuertes. Esta elección fue la primera en la que Cristina o Néstor no se presentaron. Siempre había habido un Kirchner en la boleta nacional o provincial, ésta fue la primera vez que no sucedió, y eso se notó. El kirchnerismo tiene un déficit en la construcción del dispositivo político, ya que no logró construir políticos más allá de Néstor y Cristina, es decir, construyó gestores, cuadros de Estado, construyó mucho poder territorial y mucha militancia, pero no construyó políticos para la televisión, o sea que la gente los conozca, los mire en la TV, los quiera y los vote. Por eso buscan a Scioli.
-¿Cómo se podría definir hoy al peronismo?
-Los tres líderes del peronismo, Perón Menem y Kirchner, fueron líderes de crisis. En los tres casos, lo que hicieron los tipos fue crear un orden en medio de una crisis. En el caso de Perón, cuando se estaba agotando el orden conservador de la década del 30 y en medio del final de la guerra, los últimos meses de la segunda guerra. En el caso de Menem, de la híper. Y en el caso de Kirchner fue después de la crisis de 2001. Me parece que eso fue lo que caracterizó a los grandes liderazgos del peronismo, y que ahora lo que está en juego es ver si se puede construir un peronismo de la normalidad, un peronismo de la no crisis, porque, pase lo que pase, da la sensación de que CFK no va a entregar un país en crisis, sino un país económicamente estable, con gobernabilidad política y demás. Me parece que todos los que buscan suceder a CFK desde el peronismo, es decir, Scioli, Massa, etcétera, están proponiendo un liderazgo peronista nuevo, en el sentido de que no se construya desde la crisis sino desde la normalidad; y me parece que la cosa se está jugando desde ese lugar, que eso es como un desafío para el peronismo. Ahora hay que ver si el PJ es capaz de administrar un país que no está derruido.
-¿Cómo se entiende que siempre haya un PJ formal y varios satélites que también se dicen peronistas?
-El peronismo, como en todos los partidos políticos argentinos, y como pasa en otros países del mundo, se territorializó, es decir que dejó de ser una única estructura nacional y se convirtió en elementos de estructuras provinciales, municipales, incluso distritales, que se articulan de diferentes maneras con el liderazgo que es el Presidente, es decir, la cabeza del Estado. Esto permite que en ciertas circunstancias se abran del partido oficial otros peronismos: Massa, también José Manuel de la Sota, Francisco de Narváez en su momento. Después esto puede desarticularse o no, puede confluir de nuevo en un solo peronismo o no. Fijate que en 2003 hubo tres candidatos peronistas, Menem, Kirchner y Rodríguez Saá, y después eso se articuló en un solo PJ; es así porque los partidos políticos son cada vez más territoriales, el poder de los partidos reside en los territorios, y el peronismo entendió eso muy bien, a pesar de que había nacido como un partido nacional. Los dos partidos políticos argentinos tradicionalmente más populares, el peronismo y la UCR, nacieron de una causa nacional, son partidos que van de Buenos Aires hacia el resto del país. Ahora, en los últimos años, por diferentes motivos, se fueron territorializando, y eso hizo que ya no funcionen más como estructuras nacionales y lo hagan como fragmentos de partidos que se van articulando, convergiendo. Y esto hace que en algunas circunstancias estos segmentos de partidos puedan abrirse, y también cerrarse. Veremos qué pasa en esta ocasión.