10 de octubre de 2013
ACTO EN LA PLATA
Bruera primereó y Saintout se enfadó
En la inauguración del nuevo local en La Plata del Frente Nacional Peronista, se vivió una situación algo tensa entre referentes de la política local. Mientras se esperaba la llegada de Juan Manuel Abal Medina (que por razones climáticas no pudo arribar), la candidata a concejal Florencia Saintout abandonó enojada el edificio al ver sentado en el estrado al intendente Pablo Bruera
Bruera fue uno de los primeros en llegar, después del intendente de Ensenada, Mario Secco, y antes del arribo del anfitrión, el jefe comunal de Florencio Varela, Julio Pereyra.
Los intendentes y legisladores esperaron en un cuarto contiguo al salón donde esperaban los militantes. La llegada de Abal Medina se demoraba, y ante la certeza de que el helicóptero había partido, Pereyra invitó a pasar al salón a los funcionarios y legisladores, para empezar con sus exposiciones mientras se esperaba la llegada del Jefe de Gabinete nacional.
En ese mismo instante, Saintout llegó algo apurada y enfundada en un impecable piloto natural. La esperaban afuera alguno de sus colaboradores, pero aparentemente ninguno le avisó –o no se animó a hacerlo- que adentro estaba el principal enemigo político de la decana de Periodismo en estas elecciones.
Tampoco parece haberla advertido de cómo venía la mano el ex legislador Ariel Pasini, quien charló brevemente con Saintout en la vereda y la acompañó hasta arriba, donde esperaban los invitados. Cuando la decana llegó a la sala donde habían estado los intendentes y legsladores estos ya se habían dirigido al estrado.
Advertida por un colaborador de Mario Oporto, Saintout detuvo la marcha y se asomó por una puerta. Cuando vio que Pablo Bruera estaba sentado junto a Pereyra se le transformó el rostro, y sin decir palabra dio media vuelta y desandó el camino realizado apenas un par de minutos antes.
Tampoco el rostro de Pasini esbozaba para esa altura la sonrisa que lo acompañó hasta ahí. En paralelo, Pereyra recibía la noticia de que Abal Medina finalmente no llegaría a la inauguración, porque el helicóptero no podía descender en La Plata debido a las condiciones climáticas.