20 de noviembre de 2015
ECONOMíA
La visión de Cambiemos y la recomendación del sciolismo
Las definiciones políticas del próximo gobierno bonaerense, dependen de lo que suceda el domingo. Frente a un cuadro de incógnitas traducidas en declaraciones y desmentidas por parte de las autoridades electas de Cambiemos, la administración saliente hace recomendaciones.
El balotaje no sólo definirá quién gobernará los destinos del país por los próximos años. También quién integrará los equipos de gobierno de Horacio Rodríguez Larreta para administrar la ciudad de Buenos Aires y quiénes acompañarán a María Eugenia Vidal en el gabinete bonaerense. La espera no es arbitraria. Si Mauricio Macri gana en segunda vuelta, se llevará a Nación a aquellos que eventualmente podrían acompañar a la actual vice jefa de Gobierno si finalmente es Daniel Scioli quien triunfa
Con este panorama, la nómina de los nuevos funcionarios provinciales forma parte de las grandes incertidumbres del nuevo gobierno. Si bien algunos nombres se colaron, la información a cuenta gotas sobre cargos y decisiones políticas ha generado dudas, versiones encontradas y reclamos de distintos sectores.
En las últimas horas el vicegobernador electo, el radical Daniel Salvador, sostuvo en una entrevista televisiva que cuando asuma junto a Vidal en la Provincia reducirá de manera “importante” el personal de la administración pública. Horas más tarde se desdijo. En sus nuevas declaraciones negó "recortes masivos" y adelantó que desde esa fuerza política sólo se busca "revisar las últimas contrataciones" de personal.
La información corrió como reguero de pólvora y los sindicatos no tardaron en manifestar su desencanto. "Para la CTA es inadmisible que pretendan echar trabajadores del Estado para resolver problemas estructurales del presupuesto que tiene la provincia", afirmó Baradel. Por su parte, el dirigente de UPCN Carlos Quintana analizó que en "Cambiemos piensan que todo se arregla echando gente o dejando a los trabajadores sin paritarias".
“Salvador muestra un desconocimiento preocupante y una falta de consideración notoria en términos de las tareas que desempeñan los trabajadores. Yo quisiera saber por dónde van a comenzar ese ajuste, si lo piensan hacer en la salud, la educación o la seguridad”, disparó el ministro de Trabajo, Oscar Cuartango.
Al rechazo de los gremios y del oficialismo se sumó la palabra de la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, quien señaló: “Nunca hablé de una reducción de empleados públicos”.
En el medio, se cruzaron las versiones entre el gobierno saliente y entrante en cuanto al cumplimiento del pago de sueldo y aguinaldo. “Está garantizado el pago de sueldos y aguinaldo”, señaló la titular de la cartera de Economía bonaerense, Silvina Batakis, tras los dichos de la gobernadora electa, quien salió a plantear dudas sobre la disponibilidad de fondos de cara a su asunción, el 10 de diciembre. Vidal, al hablar de la transición, dijo que están “rezagados” en temas “que tienen que ver con números de caja, con lo que vamos a contar cuando lleguemos en el mes de diciembre”.
A todo esto, en el medio del escenario de transición, Batakis se permitió un consejo para con quien la sucedería en el cartera de Economía, Hernán Lacunza. Le habría manifestado que coloque en la mesa de paritarias a un negociador “duro”. El mote le cabe a la actual responsable del área, Gisella Swells; pero ella no seguiría en la dependencia de economía laboral.
Es que para Lacunza se viene una ardua negociación salarial. Como siempre, los docentes hacen punta, y ya anunciaron que pedirán un incremento salarial que ronde el 40 por ciento. Pero no será la única demanda en busca de engordar los sueldos. El primer pedido será que la Provincia iguale los salarios de Capital Federal, y luego sentarse a charlar el porcentaje del aumento. Difícil situación para el PRO, que ahora gobierna en los dos estados.
También queda entrampado el macrismo en el índice de inflación. El pedido de 40% está relacionado con los índices del Congreso o de las consultoras privadas y no los del gobierno kirchnerista, ostensiblemente menores.