3 de septiembre de 2016
ENTREVISTA
Cristina busca dañar a Macri y volver en 2019
La década enterrada. Cristina y el plan mesiánico para volver. Así se titula el libro en el que Alvaro de Lamadrid explica cómo la ex presidenta piensa utilizar “la plata enterrada” y ganar la “batalla del Conurbano”.
Es abogado y radical. Denuncia a la familia Kirchner desde hace muchos años, cuando nadie lo hacía. Acaba de escribir el libro La década enterrada. Cristina y el plan mesiánico para volver. En diálogo con La Tecla explica cómo la ex presidenta pretende desestabilizar a Mauricio Macri, ganar la provincia de Buenos Aires en 2017 y allanar el camino de regreso al sillón de Rivadavia.
Destaca que el plan fue ideado por el ex candidato a vice de Scioli, Carlos Zannini, que incluye estallidos sociales y que, en caso de concretarse, “los argentinos no habremos aprendido nada y tropezaremos otra vez con la misma piedra”. En cuanto al Gobierno actual, manifiesta que “estaría contra las cuerdas” si la sociedad no se hubiese anoticiado de “tanta corrupción kirchnerista”.
-¿Cuántas de esas preguntas que se hace la sociedad acerca de la década kirchnerista se contestan en este libro?
-Intento contestar todo lo que ha pasado en la Argentina en los últimos años en términos de corrupción. Además, el libro plantea las tres maneras de corrupción que llevaron adelante los Kirchner. La corrupción mientras se mantenían en el poder, para disciplinar gobernadores y para generar gobernabilidad a base de palo y zanahoria; una corrupción para enriquecerse; y, lo más llamativo de todo, una corrupción relacionada a un dinero que se guardó para intentar volver, creando zozobra, desestabilizando y para financiar estallidos sociales que van a parecer naturales, pero atrás de ellos va a estar la mano de la ex presidente, como ya se está empezando a ver.
-¿Puede venir una especie de diciembre de 2001?
-Es lo que van a intentar, generar una sensación de caos e ingobernabilidad. Aunque la situación no sea idéntica a la de aquellos años y no se produzca la renuncia del presidente, la estrategia es la misma. La gobernabilidad de la Argentina se define en buena parte el año que viene, en lo que será, como se denomina un capítulo del libro, “la batalla del Conurbano 2017”.
-¿Cómo define esa batalla? ¿Qué va a pasar?
-La ex presidenta va a intentar ser candidata. Primero, para tener fueros; segundo, para volver a la escena política y, de alguna manera, instalarse para el 2019. Al kirchnerismo le va mal en todo el país, Cristina se está defendiendo como puede para no ir presa; sin embargo, en el Conurbano, su sector político sigue gozando de buena salud. Por eso va a ser candidata en la provincia de Buenos Aires. El plan, de alguna manera, se divide en intentar que al Gobierno de Macri le vaya mal, conspirar para que ello su-ceda, aprovechar que el PJ no tiene un liderazgo nítido y evitar ir a la cárcel. Todas esas cuestiones tienen que ver con su objetivo de regresar, que eso le garantice impunidad, y en caso de fallar, de no ganar en 2019, evadir a la Justicia. Además, yendo a la cabeza de la boleta, buscará mantener Santa Cruz, donde también hay innumerables episodios de corrupción.
-Más allá de las duras críticas, a diferencia de muchos otros periodistas, escritores y políticos, no da por muerto al kirchnerismo…
-En el libro cuento el plan; incluso ya en el prólogo adelanto que ese plan es alocado. No digo que vaya a suceder, ni que Cristina vaya a ganar. El plan tiene que ver con lo que va a pasar en la Argentina y con las tempestades que todavía tenemos que sortear. De todos modos, no creo que el kirchnerismo esté muerto; fundamentalmente porque la ex presidente tiene una gran capacidad de daño. El kirchnerismo es peligroso.
-Si la Justicia actuara como tiene que actuar, ¿Cristina tendría que terminar presa?
-Sí, claro. Cristina debe ir presa. Si eso sucediera, no sería una persecución judicial, como dicen los sectores más intolerantes del kirchnerismo; en realidad hablaría bien de los argentinos, que nos podemos ocupar con verdad y justicia del momento más corrupto de la historia del país.
-Supongamos que dentro de cuatro años, más allá de que se concrete o no el plan, Cristina vuelve a convertirse en presidenta. ¿Qué imagina para el país?
-Si eso se llegara a dar, implicaría que los argentinos no hemos aprendido nada, que no hemos madurado y que volvemos a tropezar, no dos, muchas veces, con la misma piedra. Sería una involución democrática inaudita.