La Tecla
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En medio de las encuestas que no le acercan buenas noticias en cuanto a la caída de imagen, el presidente de la Nación decidió bajar línea política a los funcionarios, no sólo de su equipo de gobierno, sino también de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal.
El gobierno nacional convocó para el próximo lunes a la gobernadora María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta, con sus respectivos equipos ministeriales, para la “reunión de gabinete ampliado”, que se desarrollará desde las 9 en el Centro Cultural Kirchner.
Además, la convocatoria se extendió a los legisladores nacionales, provinciales y capitalinos de Cambiemos. Será la primera reunión de este tipo de 2018.
Se espera que en su discurso ante los tres gabinetes y los diputados y senadores, Macri baje directivas políticas y sobre la gestión. En el oficialismo reconocen que los últimos sondeos de opinión sobre la imagen presidencial encendieron luces de alerta en la Casa Rosada, y aunque en el círculo cercano al Presidente confían que la marcha de la economía tendrá mejoras en los próximos tres meses, hay preocupación en varios sectores de Cambiemos.
En un año que la política también divide en “antes y después del mundial de fútbol de Rusia”, en el oficialismo aseguran que “la primer parte del año debe estar centrada en la gestión y avanzar en lo que más se pueda en temas como la obra pública”. Es decir, que los primeros seis meses también deberán servir para hacer algunos ajustes más, que el Gobierno quiere encarar, pero para los cuales no tendrá margen más allá de junio, cuando la carrera 2019 dé sus primeras zancadas.
El post mundial será el inicio de la carrera presidencial, en la que en principio Mauricio Macri se anota para la reelección. Mientas tanto, la especulación de que Cambiemos priorizará un triunfo por sobre la figura se hace cada vez más fuerte, y son cada vez más los murmullos acerca de que “si no hay garantías de un triunfo en primera vuelta con Mauricio, la candidata será María Eugenia”. No es algo que el propio Presidente no sepa, e incluso no acepte. “Para él, el proyecto está por encima de todo”, suelen asegurar en el propio macrismo.