La Tecla
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Todo indica que Cambiemos no podrá ingresar al final del año en paz. Es que, una foto de la gobernadora María Eugenia Vidal después de votarse el Presupuesto 2019 e inaugurando la temporada de obras con tinte electoral, despertó la polémica. Claro, en el anuncio de
Entre ellos estaban, en Suipacha, comuna de
Sin embargo, en la foto también apareció la diputada que vence mandato el próximo año y también representa a
Es que, el intendente Salvador Serenal, hombre boina blanca, siguió de cerca los moimientos de la legisladora y tomó su foto con Vidal como una muestra de lo que pueda ocurrir en 2019. Claro, para los integrantes de la fotografía con la principal electora de Cambiemos, el anuncio en Suipacha fue el puntapié inicial para lo que será un año de mucho trabajo en la disputa electoral.
En ese marco, desde Lincoln aseguran que entre Zuccari, con claras intenciones de disputarle el poder a Serenal, estalló “una guerra fría”.
Vale recordar que, al poco tiempo de asumir, Zuccari arremetió con dureza contra Serenal. “Están cobrando arriba de cien mil pesos por mes para nada”, era una de las afirmaciones de la diputada en un audio que se filtró y hasta lo acusó por no realizar aportes partidarios.
Esa guerra fría se trasladó a la reciente asunción de la nueva cúpula de
En esa noche, la legisladora no habló en el encuentro por modestia, según informaron desde su entorno. Por su parte, Serenal sí tuvo a cargo un discurso en el que habló de la ética y los valores. Como los ánimos no son los mejores, mientras Serenal hablaba la diputada lanzó un enigmático tweet: “Un sabio dijo: tu hipocresía daña mi inteligencia... Hay momentos en que tanta hace mal”. La publicación fue leída como un dardo a Serenal.
En ese marco, Cambiemos, al menos en Lincoln, ingresa en el final del año bastante lejos de alcanzar la paz interna. Con el respaldo del exsenador Ernesto Sanz, Zuccari quiere adueñarse del sillón municipal que hoy posee un correligionario que piensa en la reelección.
Cabe destacar que, Lincoln no es el único lugar donde un legislador quiere quedarse con el trono que maneja un alcalde de Cambiemos. Por caso, General Pueyrredon (Mar del Plata - Batán), es el más resonante de todos. Allí, la gestión de Carlos Arroyo no logra avanzar en la relación con la provincia de Buenos Aires y como ya informó La Tecla Mar del Plata (www.lateclamardelplata.com.ar), practicamente llegó a puntos de inrreconciliables.
En ese sentido, en las últimas horas, el diputado bonaerense Guillermo Castelo, hombre de la Coalición Cívica - ARI y uno de los mimados de la diputada nacional Elisa Carrió, confirmó que su espacio irá con candidato propio en 2019. El sector no quiere ser cómplice de la gestión local de Arroyo, sostienen y por ello buscarán confrontarlo.
No es el único caso y en la ciudad de la Quinta sección electoral aguardan por los movimientos del titular del bloque de Cambiemos en la Cámara baja, Maximiliano Abad. El joven radical movería las fichas para renovar su banca y posicionarse de cara a 2023. Su cara no será visible en la contienda local del año entrante, pero desde las sombras será el armador del radicalismo.
Así, los ánimos de internas en distritos de Cambiemos comienzan a incrementarse. Vale recordar que también en la Cuarta, el diputado Mauricio Vivani (PRO), le advirtió a Raúl Sala, intendente radical de Carlos Tejedor, que no lo acompañarán en 2019 e impulsarán a otro diputado, Oscar Sánchez.
Cambiemos no logra ingresar al final de año con la paz que deseaba la Gobernación y la rosca por los sillones comunales comienza a notarse en las internas distritales.