19 de octubre de 2024
¿LISTAS SEPARADAS?
Se abre la posibilidad de tener dos peronismos fuertes frente a frente
En el kirchnerismo duro y más enojado con Kicillof hay quienes anticipan que, en un caso de unidad, al Gobernador sólo le darían un lugar para alguien de su equipo en la lista de diputados nacionales, y ven como posible a Carlos Bianco
En el kirchnerismo duro y más enojado con Kicillof hay quienes anticipan que, en un caso de unidad, al Gobernador sólo le darían un lugar para alguien de su equipo en la lista de diputados nacionales, y ven como posible a Carlos Bianco. A la vez, sentencian que el mandatario debería olvidarse de colar a su gente en las nóminas para bancas en la Legislatura. Precisamente lo contrario a lo que aspira el kicillofismo, desde donde se empieza a ver cada vez como más posible la competencia entre dos espacios peronistas el año próximo.
“Axel no necesariamente tiene que presentar una lista de diputados nacionales. En lo que nosotros debemos concentrarnos es en el fortalecimiento territorial de la Provincia, tener buenas listas en cada una de las secciones electorales y en los distritos”, subrayó un dirigente activo en la composición de las nuevas canciones que propone el mandatario bonaerense.
Con la pelea en escala ascendente, la división de aguas entre el kirchnerismo y los sectores que ahora se encolumnan detrás de Kicillof parece inevitable, aunque siempre sobrevuelen las sospechas de que, a pesar de gestos casi cotidianos de diferenciamiento, el Gobernador nunca terminará de dar el paso de la emancipación definitiva.
En este contexto ya no se habla tanto de “unidad hasta que duela”, más bien gana terreno la hipótesis de que el peronismo bonaerense compita separado en 2025. Y no precisamente en unas PASO que diriman quien conduce y quien acompaña desde la derrota, sino en dos frentes electorales diferentes que se medirán por los porotos en la elección general. Algo de eso anticipó días pasados en una reunión Jorge Ferraresi. No es el único del sector alineado a calle 6 que ve ese escenario.
El riesgo es perder, claro, pero también se ponen sobre la mesa beneficios y perjuicios de la ruptura. Con una lógica bastante simple, en el kicillofismo afirman que, si la lapicera la tiene Cristina y por delegación Máximo (como ha sucedido hasta acá), poco obtendrían de las listas legislativas y la ganancia será mucho mayor si van por separado. Logrando solos dos legisladores por sección electoral seguramente obtengan más que si se someten a quedar subyugados al humor del cristinismo. Todo está por verse en medio de una disputa demasiado adelantada, pero el laboratorio electoral ya trabaja a tiempo completo.